Un margen de los precios de comercialización del arroz está destinado al fomento del cultivo y control de sus plagas, pero la entidad a cargo de recaudarlos los maneja como plata de bolsillo. Así lo determinó una auditoría de la Contraloría General que le dio connotación penal a este hallazgo y pidió investigar este y otros 15 hechos.

Según el ente de control varios de los intermediarios entre los productores y el administrador de la cuota de fomento arrocero se estarían apropiando de estos recursos.

“Su función es meramente recaudadora por lo cual el saldo de la cartera por 524 millones corresponden a recursos que no han sido girados dentro de los plazos establecidos en la normatividad vigente se constituye en una apropiación indebida de recursos parafiscales, constituyéndose en un presunto daño al patrimonio público en ese mismo valor”, señala la

Frente a la comercialización del cereal para conocer qué dineros se recaudan para la cuota de fomento arrocero, la Contraloría señaló que en visitas a los recaudadores se observó que algunos de estos no cumplen con el diligenciamiento de libros de movimiento de arroz.

“Lo anterior se presenta debido a que no existen controles efectivos por parte de los recaudadores, así como debilidad en el seguimiento por parte de la auditoría del Fondo Nacional del Arroz, quien no había evidenciado el hecho, afectando la confiabilidad en la información”

Según el informe de auditoria hecho a Fedearroz, también se asignaban recursos a proyectos que no eran aprobados por la Comisión de Fomento Arrocero. “Lo que podría afectar en una disminución a aquellos programas que sí contaban con los avales requeridos, así como los resultados de estos”.

Este informe documentó el pago a contratistas extranjeros en dólares con los recursos parafiscales pero que no eran cobrados por ellos. “En los comprobantes de egresos de los contratos en mención, el cheque no está a nombre del contratista sino de un funcionario de Fedearroz encargado de la compra de divisas, sin embargo, quien firma el recibido del pago es el contratista”.

Frente a estos pagos no se evidenciaron los comprobantes de compra de divisas , ni soporte de la operación que permitiera la verificación de los dos mil dólares pagados a contratistas.

Dato

La Contraloría conceptuó que hubo un deficiente control, en el momento de la aprobación del presupuesto del Fondo.