“Lo que soy se lo debo al Tolima, fue mi estandarte para crecer como comerciante”: Heriberto Gómez

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Los Gómez son reconocidos en Ibagué por su pujanza y tenacidad en el ámbito del comercio, uno de los descendientes, Heriberto Gómez, le contó al EL NUEVO DÍA su historia empresarial y la de su familia.

La vena de comerciante la heredó Heriberto Gómez de su padre, un tolimense proveniente de una familia antioqueña que se instaló a principio de siglo en el Norte del Tolima. Hacia los años 70 los Gómez establecieron en Ibagué un almacén de distribución de productos, el cual hoy en día sigue más vigente que nunca en cabeza de Heriberto. 

Aunque se formó como agrónomo y trabajó en este campo durante 20 años, retomó el almacén de su padre en 2001 y decidió incursionar en nuevas líneas de negocio. Ya con 63 años, Gómez habló de la actualidad de su empresa, hoy dedicada a la juguetería, la ciudad y su familia. 

EL NUEVO DÍA: ¿Cómo llega su familia a Ibagué, cuál es su descendencia?

Heriberto Gómez: Los Gómez vienen del nordeste antioqueño, de San Roque, Cisneros, ellos se establecieron en Tolima hacia los años 1900, especialmente en Santa Isabel y San Rafael. En esos años mi padre quedó huérfano a la edad de siete años, llegó con mis bisabuelos y se instaló ahí. 

E.N.D.: ¿Siempre tuvieron el espíritu comerciante?

H.G.: Claro, ellos fundaron en 1930 el almacén GomezR, y mi papá se crió ahí, en la tradición del comercio. Ese primer negocio de la familia fue en Puerto Colón, antes de llegar a Santa Isabel. Vendían todo lo que son artículos de cacharrería, era una miscelánea completa, vendían desde una aguja hasta una cama.


E.N.D.: ¿Y el almacén La Gómez cómo nace?

H.G.: Mi papá llega a Ibagué más o menos en el año de 1953, se instala en la plaza de Santa Librada, tenía un almacén ahí, y después por avatares de la vida dejó el comercio por unos años. Luego ya colocó otro almacén en 1973 que se llamó GomézAR ubicado en la calle 14 entre carreras Primera y Segunda. Y en 1976 lo registra en Cámara y Comercio a mi nombre, cuando yo tenía 19 años. 

E.N.D.: ¿Antes dedicarse al comercio de lleno, a qué se dedicaba?

H.G.: Me hice profesional en el área de la agronomía, y estuve más o menos 20 años en ese campo. Trabajé primero aquí en haciendas de la Meseta de Ibagué en los cultivos del arroz, y después entré a una compañía multinacional americana. En esa compañía escalé hasta llegar a director del negocio agrícola, representando a la misma en países de Centroamérica. 


E.N.D.: ¿Cómo fue retomar el negocio familiar y volverse comerciante de nuevo?

H.G.: La compañía agrícola me líquida tras ser adquirida por otra empresa, ahí es cuando en 2001 regresó a Tolima, ya con 45 años, a retomar el negocio. En ese momento mi papá había fallecido hacía tres años.No fue difícil acoplarme porque siempre tuvimos la vena del comercio, mi papá me recalcó que siendo empleado algún día se termina el trabajo o uno se hace viejo y lo sacan, en cambio siendo empresario, y más en el comercio, se trabaja hasta la edad que uno quiera. 

E.N.D.: ¿Cómo era su padre, qué le aprendió en los negocios?

H.G.: Siempre, por la formación que tuvo de sus abuelos, estuvo en el comercio y en el negocio era un hombre con todos sus principios de honorabilidad, respeto hacia al cliente y con palabra, valores que me inculcó bastante y he conservado. 

E.N.D.: ¿Qué comercializan hoy en día?

H.G.: Nosotros empezamos con una línea bastante amplia. Empecé montando la primera papelería del sector, luego tuvimos la línea de cosméticos, también electrodomésticos del hogar, y así fue creciendo. Después con la importación de productos de la China, nos fuimos decantando por la juguetería que es lo que hoy somos junto con la línea de expresión social, que es lo que tiene relación con artículos para eventos. En estas dos líneas atendemos todo el mercado local. 

E.N.D.: ¿Su hermano también tiene una distribuidora con el apellido Gómez, cómo fue la situación?

H.G.: Mi hermano César Gómez trabajó conjuntamente con mi padre pero después se independizó, montó su propio negocio y quedó otro almacén con el apellido Gómez, que es Distribuidora Gómez C (hoy Importadora Gómez). Él fue quien hace unos 25 años desarrolló el sector comercial de la calle 16. Cuando yo regresó a Ibagué él me arrendó un local en su centro comercial, donde continúe con La GómezAR a la cual le cambie el nombre a La Gómez. 

E.N.D.: ¿Y cuál es la relación con su hermano estando en el mismo negocio?

H.G.: A nivel empresarial nosotros en los primeros años trabajamos mancomunadamente, él fue quien abrió el camino comercial en esta calle. Por un tiempo nos complementamos y tuvimos una visión empresarial similar, pero ya de unos cinco años para acá con el relevo generacional en su empresa cambió la relación porque tenemos políticas diferentes, ya nos vemos más como competencia. 

E.N.D.: ¿A qué se debe se hayan mantenido tantos años en el negocio?

H.G.: La clave ha sido el servicio al cliente, tenerlo siempre presente, satisfacer la necesidad con artículos de calidad, que tenga valor la relación costo y beneficio. Además, manejamos precios muy económicos.

E.N.D.: ¿Cómo proyecta su empresa?

H.G.: Ya mi hijo y mi nuera están tomando gran parte de esta responsabilidad, ellos están enfocados hacia el mercado de las empresas, atendiendo ese segmento que crece. Y a futuro vemos que debido a que el sector aquí (calle 16) ya está saturado buscaríamos otra ubicación para prestar un servicio más cómodo. 

E.N.D.: ¿Aún hay oportunidades para seguir haciendo empresa en Ibagué?

H.G.: Hay muy buenas oportunidades hoy en día para generar empresa, tanto es así que mi hijo también alternamente está construyendo otro negocio. Por la parte del ente cameral hay garantía, y la ciudad ha crecido bastante aumentando así el potencial comercial. 

E.N.D: ¿El contrabando e informalidad es lo que más afecta al comercio local?

H.G.: La informalidad afecta bastante porque nosotros somos un régimen común. Pagamos todos los impuestos de ley, tenemos los trabajadores con toda la seguridad social, y tenemos la responsabilidad, por el medio en el que nos desenvolvemos, de participar en actividades con la comunidad, entonces se generan mayores costos.

 Mientras el mercado informal con otros regímenes y cambiando de razones sociales generan cierto tipo de competencia desleal sobre lo cual nosotros no podemos hacer nada. 

E.N.D.: ¿Cuál es la situación actual de su empresa?

H.G.: Nosotros afortunadamente por la misma formación que tengo en el manejo de empresas y que también le aprendí mucho a la multinacional donde trabajé, manejamos muy bien todos nuestros estados financieros, los costos, las rentabilidades y siempre hemos tenido una tendencia al incremento. 

Nunca hemos tenido crisis, cuando han habido situaciones difíciles nos ha tocado innovar para salir adelante.

E.N.D: ¿Cómo fue esa innovación, fue de tipo tecnológica?

H.G.: No tanto desde el punto de vista tecnológico, sino buscando atender nuevos mercados, fundamos Los Gómez, la otra empresa que tenemos y que registramos en 2015. Incursionamos así en el mercado institucional, de las alcaldías, entidades descentralizadas, clínicas, constructoras, que nos dio un impulso en el crecimiento, ofreciendo cualquier cantidad de productos para eventos sociales. 

Por esa razón construímos una nueva sede con tres bodegas, consolidando ya dos almacenes, una distribuidora mayorista y otra especializada en mercadeo institucional. 

E.N.D.: ¿Qué significa Ibagué y el Tolima para usted?

H.G.: Nosotros lo que somos se lo debemos al Tolima, somos de aquí y nos desarrollamos aquí, la región ha sido nuestro estandarte para crecer como comerciantes. Y también propendemos por apoyar el comercio del departamento, todas nuestras necesidades las cubrimos con empresas locales. 

E.N.D.: ¿Qué relación tiene su núcleo familiar con la empresa?

H.G.: Somos una empresa de familia. Yo soy el Gerente General, mi esposa Cristina Sánchez quien es contadora pública, en los últimos 18 años ha estado manejando la parte contable. Mi nuera hace dos años es la administradora del almacén La Gómez. 

Carlos Alberto Gómez mi hijo, se encarga del relacionamiento con los clientes grandes, él ya cogió la batuta, tiene la nueva visión del negocio. 

E.N.D.: ¿En ese sentido, qué ha representado su familia para su desarrollo como empresario?

H.G.: Es parte fundamental, desde el año 1986 estoy casado, mi hijo tiene 32 años y ya tenemos un nieto llevando el apellido Gómez, para que siga la continuidad, ellos han sido el complemento perfecto por todo lo que hemos desarrollado conjuntamente.

E.N.D.: ¿Un empresario que admire?

H.G.: A Don Carlos Alvarado, soy cliente asiduo de él, creo mucho en su eslogan, y soy fiel creyente de que necesitamos que Mercacentro siga generando empleo para los tolimenses.

E.N.D.: ¿Cuál es la función social de la empresa?

H.G.: Aparte de ser empresario, formo parte del Club Rotario de Ibagué, una fundación sin ánimo de lucro en la cual canalizamos parte de nuestros recursos para atender comunidades desfavorecidas. Hacemos brigadas de salud, entrega de juguetes, entre otras acciones. 

E.N.D: ¿Nunca regresó a la agronomía?

H.G.: No, lo tomé como un ciclo cumplido, siempre tuve en mente ser empresario.

Credito
EL NUEVO DÍA

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