Cambio climático obliga a priorizar obras dentro de distritos de riego

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Las alertas tempranas del Ideam sobre una de las sequías más intensas de los últimos 20 años, seguida por una fuerte temporada de lluvias, empujaron a los productores a revivir el debate de la escasa adecuación de tierras para llevar a cabo la actividad agrícola sin contratiempos.

Según reportes del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), de las 7.6 millones de hectáreas aptas para infraestructura de riego apenas 1.1 millones de hectáreas están adecuadas.

Si se tiene en cuenta que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) calcula que de los 22 millones de hectáreas con vocación agrícola (19 por ciento del territorio nacional) son explotados cinco millones, la realidad resulta aún más preocupante.

Rey Ariel Borbón, gerente general del Incoder, explica que aunque Colombia tiene un potencial enorme para la adecuación de tierras, en lo que tiene que ver con obras de riego y drenaje (precisamente por el hecho de que solo se produce a 30 por ciento de la capacidad total) no se contemplan proyectos en la misma extensión del suelo.

Además, no siempre hay disponibilidad de agua y la topografía también llega a ser un impedimento.

Colombia aún cuenta con tareas pendientes para mejorar la competitividad y la productividad del sector, en principio para superar el retraso frente a países como México, Brasil o Chile, que tienen hasta un 66 por ciento de tierras adecuadas con riego y también para explotar ese potencial de ofrecer programas de seguridad alimentaria, tal como lo identificó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recientemente en 10 países.

La ruta trazada

Hoy en día se cuentan mil 164 distritos de riego, pero, según la Federación Nacional de Usuarios de Distritos de Adecuación de Tierras (Federriego), ninguno funciona al 100 por ciento de su capacidad. Por esa razón, desde el año pasado y en alianza con el Incoder se planteó fortalecer 600 unidades.

Profesionales en infraestructura, agronomía, leyes y el área organizacional visitan desde entonces los municipios para supervisar el trabajo y garantizar una operación autosuficiente.

La meta está en que al cierre de 2014 al menos 15 reciban recursos por 30 mil millones de pesos para rehabilitación por deterioro y falta de mantenimiento.

Lo que es seguro es que las obras quedarán en manos de los usuarios, por lo que los 24 distritos que hoy administra el Incoder pasarán a ellos.

Para lograrlo, además, se lleva a cabo un proceso de capacitación que pretende darles a los operadores herramientas para mejorar la administración de los distritos y formación técnica “de tal manera que tengan todos los instrumentos que garanticen un buen servicio”, indicó Borbón.

Desde 2010 se han destinado más de 720 mil millones de pesos para superar un rezago que ha exigido mayores esfuerzos financieros.

“Somos conscientes de que tenemos que revitalizar las políticas del sector agropecuario, darles un nuevo impulso, porque en algún momento se descuidó el sector y este gobierno está rediseñando y orientando las políticas para aprovechar ese potencial en la zona rural”, reconoció el Director del Incoder.

El exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo advirtió que un 69 por ciento de los distritos está en propiedad de los privados, evidenciando así la escasa inversión pública.

Los sectores productivos han apoyado esta percepción. Según Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, hace más de 50 años no se construye ningún distrito, por lo que “Colombia no tiene sus tierras agrícolas lo suficientemente adecuadas”.

Por su parte, Álvaro Palacio, gerente de Asohofrucol, destaca que en frutales un mínimo de área sembrada tiene acceso a estas adecuaciones, por eso han desarrollando campañas de capacitación y conscienciación para que cada productor asuma la inversión apoyado en créditos, debido a los “mínimos aportes del Gobierno nacional”.

La necesidad de una reestructuración de la política de tierras desde el escenario normativo, financiero e institucional llevó al Ministerio a poner en marcha el Plan Básico de Adecuación de Tierras, aún en construcción, que plantea desarrollar proyectos de mayor impacto bajo el modelo de Alianzas Público Privadas.

Esta etapa está proyectada para 2018 y hasta 2024, cuando Colombia llegaría a los cinco millones de hectáreas adecuadas.

Alianza a favor de la investigación

 El Incoder trabaja con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica) para desarrollar sistemas tecnológicos que puedan poner en marcha las asociaciones de usuarios que administran los distritos de riego.

Para ello se encargó a la Corporación de coordinar todo lo referente a asistencia técnica en los programas de mejoramiento de la operación de estos centros. Además, actualmente se está modelando proyectos de riego y drenaje que garanticen el uso eficiente del suelo y el agua a través de sistemas como los de aspersión o goteo. Para ello, en el Plan Básico de Adecuación de Tierras y el Pacto Nacional Agrario se pretende construir líneas de política y financiamiento a su favor. 

Credito
COLPRENSA

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