Si los cultivadores de maíz y fríjol no reciben ayuda urgente, esos alimentos serán solo un recuerdo, como el sorgo y el ajonjolí, productos que se extinguieron en el campo tolimense.

Manuel José Cuenca Cuéllar, presidente del Comité Regional Tolima - Caldas, de la Federación Nacional de Cereales y Leguminosas (Fenalce), informó de la delicada situación que tiene a los productores pensando en si cambian o no de actividad.

Los altos costos de producción, la competencia de los cereales importados y los efectos del cambio climático, que merman las producciones, son algunos de los detonantes de la crisis en el Tolima y el país.

Maiceros en quiebra

La crisis en el sector maicero del Tolima no es nuevo, pero se ha ido acrecentando. Los productores han enfrentado los efectos de la volatilidad de un dólar cambiante.

El sube y baja de los precios internacionales en la Bolsa de Chicago ha facilitado la especulación que hace caer los precios en el país, explicó Cuenca, por lo que los cultivadores han tenido que vender sus cosechas a mennor valor.

A eso, se suma las lluvias y la sequía que han azotado los campos con tradición maicera, como San Luis y Valle de San Juan, en los últimos años. Allí los cultivadores informaron de millonarias pérdidas en 2012 y 2013.

Ahora, el turno es para el fenómeno de ‘El Niño’ y el fuerte verano que comenzó a afectar las zonas de cultivo y, con ello, los rendimientos.

Con respecto a esa situación, Cuenca aconseja a los productores de municipios donde se cultiva maíz secano (sin riego) como Valle de San Juan y San Luis, a que desistan y no cultiven.

Y a los que cultivan el cereal, les pidió que accedan a seguros de cosecha, para que su inversión no se vea afectada en caso de que se llegue a presentar mermas en los cultivos, como efecto de la sequía que podría intensificarse en los próximos meses.

Caen la producción y los precios

Según Fenalce, en el Tolima se produce entre tres y medio y cuatro toneladas por hectárea cultivada, cuando en el pasado ese volumen alcanzaba las siete toneladas.

Cuenca agregó que hoy día una tonelada de maíz en el Departamento se vende a 635 mil pesos, mientras qye en el pasado se pagaba, por la misma tonelada de cereal, 720 mil pesos.

“Todo esto nos ha venido afectando inmensamente, entonces el sector no sabe hacia dónde coger”, afirmó.

Sumado a ello, señaló que el Gobierno, mediante el Ministerio de Agricultura, invita a los productores a que siembren, “pero eso es llevarlos a la quiebra”.

En la actualidad, la cartera del agro ha dispuesto de un incentivo para la comercialización de maíz blanco y amarillo de 75 mil pesos por hectárea recolectada.

Así mismo, los agricultores disponen de un sistema de cobertura de precios, que se activa cuando se desploma el valor del cereal en el país; no obstante, dijo que esas medidas no son suficientes para sacar de la crisis al sector.

Por su parte, Jairo Manrique, integrante de la Junta Directiva de Fenalce, nacional, afirmó que los tratados de libre comercio han sido nefastos para el sector.

Acusa el Gobierno de poner a competir, en desventaja, a los maiceros con la agricultura subsidiada de EE.UU.

Situación “caótica”

 Los cultivadores de fríjol en el Departamento están compitiendo con un fríjol barato que es importado desde Canadá, afirmó Cuenca. Y añadió que en la producción de esa leguminosa, al igual que la del maíz, existe una gran informalidad que impide que muchos productores accedan a los apoyos otorgados por el Gobierno. Antes en Cajamarca, una de las principales zonas productoras del país, según Fenalce, se producía un promedio de cuatro toneladas de fríjol por hectaréa; hoy solo se generan 1.5 toneladas, debido a los efectos generados por el clima. Así mismo, se informó que el precio de la carga de fríjol ha caído hasta en un 50 por ciento.