Las reglas concernientes a la revisión de las instalaciones internas de gas domiciliario han cambiado. Ahora los usuarios pueden escoger entre varias empresas, distintas al distribuidor (Alcanos en Ibagué), para que efectúe ese procedimiento.

Esas empresas son conocidas como los OIA (Organismos de Inspección Acreditados), que podrán visitar el inmueble basados en una fecha y hora acordadas con los usuarios, con el propósito de llevar a cabo la revisión.

Los OIA tienen la competencia técnica para evaluar las condiciones de las instalaciones y emitir los certificados de conformidad.

Dependiendo de las condiciones de cada instalación interna, se emite o no los certificados, o se solicita o no la suspensión del servicio al distribuidor.

Otros cambios

Jimena Leal, delegada y experta de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), explicó ayer durante un encuentro en Ibagué, los alcances de la nueva normatividad, que se aplica desde junio de este año.

La funcionaria afirmó que lo que se ha pretendido es “abrir el mercado” con los OIA para que el usuario pueda escoger otra empresa distinta al distribuidor, de acuerdo con los precios y los servicios ofrecidos.

Lo que se prevé, es que con un mayor número de jugadores en el mercado y una mayor competencia, los usuarios puedan cumplir con las revisiones que son obligatorias y periódicas.

Nuevo reglamento

En abril de este año entró en vigencia el nuevo Reglamento Técnico expedido por el Ministerio de Minas y Energía, que es el que establece las normas que debe cumplir cada instalación.

Los usuarios deberán ser notificados por el distribuidor cinco meses antes de que se cumplan los cinco años de plazo de la revisión, y acordar la fecha y la hora para efectuar la nueva revisión que es obligatoria.

No obstante, los usuarios no están obligados a pagar por más revisiones durante esos cinco años, a menos que ellos mismos lo soliciten ante el distribuidor o los OIA.

Un mes antes de que termine el plazo para la revisión (cinco años), el usuario deberá ser notificado por el distribuidor con un aviso de suspensión.

Así las cosas, si el usuario no cumple con la revisión antes de ese plazo establecido, será suspendido el servicio.

Inconformismo

Pese a que con el nuevo esquema se busca, tal como dijo Leal, facilitar el procedimiento de revisión al usuario, en Ibagué la ciudadanía es escéptica con los nuevos cambios.

En la actualidad, en Ibagué la empresa que domina el mercado es Alcanos, por lo que prácticamente es la única compañía que por ahora presta el servicio de revisión.

A ello, que incide en la posibilidad de elección de los usuarios, se suma el cumplimiento, según ellos de Alcanos, como organismo de inspección.

Según varios usuarios, la compañía no cumple con la notificación de los cinco meses, ni con las fechas y horas acordadas para las revisiones.

Y agregaron que parte de quienes efectuaron las instalaciones en el pasado las dejaron mal hechas, y que ahora pagan por esas fallas. A eso se suma el precio de la revisión, considerado alto para el nivel de ingreso de los hogares.

También hubo inconformismo porque un usuario que use los servicios de un OIA, y éste reporte a Alcanos que se debe efectuar una suspensión porque halló problemas en la instalación, deberá pagar más.

Lo anterior, porque Alcanos con seguridad le cobrará la reconexión al consumidor, costo que se sumará al de la revisión que está entre los 57 mil y los 60 mil pesos.