La popularidad de músicos como Michael Jackson o Kurt Cobain, hicieron que entre los coleccionistas, sus prendas de vestir e instrumentos sean almacenados y conservados como un pieza de museo.

“Este es un mercado que mueve miles de millones en el mundo, y comenzó con las pujas por los vestidos de Marilyn Monroe pocos días después de su muerte. Ahí las casas de subasta se dieron cuenta de que había un negocio con utilidades más rentables que las logradas con algunas obras de arte”, explicó el curador Román De La Rosa.

Hay una serie de artículos que un día se compran desde US$3.000, y un año más tarde se vuelven a negociar por montos mayores. LR le muestra una selección de lo que en vida tocó un ídolo y tras su muerte es se convirtió en un tesoro.

Elizabeth Taylor
Retrato hecho por Andy Warhol

La estrella de Hollywod fue la modelo de una de las obras en arte pop del maestro Andy Warhol. En el cuadro quedó el retrato de la figura del cine de los 60. En el mundo se conocieron hasta finales de 1999 más de 5.000 interesados en comprar el material. Fue tanta la demanda de la pieza que se llegaron a conocer en Londres y París las ofertas por tres réplicas con las que se pretendía estafar a comerciantes y coleccionistas con ofrecimientos entre US$10 millones, hasta US$15 millones.

US$20 Millones fue el precio que pagó un coleccionista este año.

Marilyn Monroe
Vestido de la película “The seven year itch”.

En 1963, un año más tarde de la muerte de Marilyn, la actriz Debbie Reynolds adquirió por US$500.000 el vestido color crema que la diva utilizó en una de las escenas más recordadas del cine cuando el viento sopló bajo sus piernas. En ese entones Reynolds dijo que  “mejor comprarlo hoy, y asegurar mi patrimonio de por vida”, y así fue, las presiones de más de 1.000 interesados en la prenda llevaron a que esta fuera entregada a un coleccionista anónimo que hizo que el preció aumentara  900% de su tarifa inicial.

US$5,5 Millones fue el precio final por el que se cerró la venta en 1975.

John Lennon
Chaqueta pastel de hilo dorado

Además de ser uno de los mejores diseños de las prendas de vestir para los músicos en 1969, fue la que utilizó el líder de The Beatles durante las fotografías que servirían para la carátula del disco “Abbey Road”. Tras la muerte del vocalista en 1980, fue exhibida por museos ingleses que más tarde la subastaron con más artículos de Lennon. Su precio base empezó en US$10.000 y en ese entonces terminó en US$30.000. Posteriormente dos coleccionistas la pusieron en venta nuevamente.

US$46.000 Precio de la última venta que resultó de una puja entre 57 personas.

Jackson, Kennedy, Bethoven y Elvis
Colección de mechones de cabello

Otra de las curiosidades de las casas de subastas de Hollywood es el precio que puede alcanzar el cabello de los íconos de la historia. Desde 1960 se comercian mechones de cinco centímetros de largo, conservados desde el día que se retiraron de las cabezas de las figuras. En el caso de un rizo de Michael Jackson se llegó a pagar US$80.000, por el del asesinado John F. Kennedy US$3.000, y por el legendario intérprete de música clásica, Bethoven, US$7.300. Las familias de los protagonistas se han opuesto a este tipo de ventas lo que ayudó a incrementar el precio.

US$115.000 Precio por el que se vendió en 2014 el mechón de Elvis Presley.

Kurt Cobain
Guitarras y cartas escritas por él

Después de su suicidio, el nombre de este icono de la música ‘grunge’ se recordó en Los Ángeles, entre 1995 y 1996, a raíz de la venta de 30 artículos que iban desde pantalones, zapatos y su típico buzo de lana, hasta cartas hechas por él. Una de ellas fue un texto dirigido a MTV mostrando su rechazo al trato que le estaban dando a algunos artistas. El papel tamaño media carta alcanzó US$3.250. Otro de los tesoros más valorizados fue la guitarra con la que tocó el álbum Nevermind.

US$200.000 Precio final de la guitarra acústica que tocó el artista.

LAS OPINIONES

Romerie Duckson
Directora del London Arts
“La oposición de las familias a vender estos artículos llama más la atención de los aficionados, y aumenta la tensión del mercado”

Román de La Rosa
Curador de artes plásticas y pinturas
“La cantidad de fanáticos que quieren conservar algo relacionado con su ídolo es lo que ha llevado a tener exorbitantes precios”.