“El sector arrocero pasa por la crisis más profunda de su historia”

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Dirigentes del gremio arrocero del Tolima que participaron en la jornada de protesta ayer y que continúa indefinidamente, coincidieron en que el incumplimiento de los acuerdos económicos adquiridos por el Gobierno con el sector los ha llevado a millonarias pérdidas y a la incertidumbre sobre el futuro y viabilidad de sus cultivos.

Los productores de arroz de todo el país cumplieron ayer una jornada de protestas en el territorio nacional, en la que exigieron al Gobierno el cumplimiento de los acuerdos adquiridos con el gremio relacionados principalmente con la garantía de la comercialización de las cosechas a un precio que no les genere pérdidas.

En ese sentido, los arroceros del Tolima fueron grandes protagonistas de las protestas, al reunir alrededor de mil personas del sector en la vía que conduce de Ibagué a Neiva a la altura de Guamo y Saldaña y en menor número entre Lérida y Armero-Guayabal.

Los protestantes bloquearon la vía de manera intermitente en el puente del río Saldaña, permitiendo el paso de vehículos por un lapso de 30 minutos por cada dos horas de bloqueo, lo que generó caos en el tráfico y represamiento vehicular en ambos sentidos.

Según explicó Roberto Botero, representante del Movimiento Nacional de Dignidad Arrocera en Tolima, decidieron unirse al paro nacional agropecuario debido a la que, asegura, es la crisis más grave que atraviesa el sector en toda su historia.

“No hay duda que el sector arrocero atraviesa la crisis más grave de su historia, esta es una crisis de precios y comercialización de la cosecha, al punto que los agricultores han alcanzado pérdidas por los $400 mil millones”, indicó Botero.

Asimismo, el representante ante Dignidad Arrocera consideró que la crisis se presenta por el incumplimiento de los acuerdos pactados por el Ministerio de Agricultura en el 2017, como en la política al control de precio de insumos y de comercialización, además de la negativa de la industria en participar este año del incentivo al almacenamiento.

“En Tolima el precio hasta marzo por carga de arroz era de $145 mil, hoy es de $119 mil, es decir que hay reducciones del 18 por ciento en el precio, pero no en el costo de producción. Por eso, en la actualidad se presenta en promedio de un millón de pesos de pérdida por hectárea sembrada”, agregó Botero, quien precisó que esta situación es similar en los 210 municipios arroceros de 21 departamentos productores.

Hernando Cárdenas, exrepresentante a la Cámara por el Tolima y arrocero de El Espinal, coincidió con el panorama descrito y argumentó que en el país no hay control en el precio de insumos: “Estos aumentan cada día sin regulación y el precio del producto final es pagado por los molineros a lo que quieren, por eso es fundamental establecer una política de precios, por eso nos mantendremos firmes en la protesta el tiempo que sea necesario hasta encontrar soluciones”.

Para Carlos Alberto Rojas, gerente de la Asociación de Usuarios del Distrito de Adecuación de Tierras de gran escala del río Saldaña (Usosaldaña) el bajo precio de la producción se debe a que en el país: “Son dos grandes molinos los que ponen los precios y pagan a lo que quieren y el Gobierno no hace nada, siendo ellos los que tienen que meter la mano para regularlos, esto sumado a que nosotros pagamos los insumos más caros de Latinoamérica sin importar que se producen aquí mismo”.

 

Futuro incierto

Los dirigentes arroceros señalaron que de no haber una intervención del Gobierno, el sector arrocero tolimense y el nacional tenderá a desaparecer y el futuro de las familias que dependen de este cultivo sería aún más incierto.

“No es justa la situación que atraviesa una economía agrícola que genera 3.3 billones de pesos de ingresos brutos anuales y de la que dependen más de dos millones colombianos. Si no se mejora vamos a tener no solo una crisis económica, sino social”, indicó Botero.

Entre tanto, Cárdenas envío un mensaje al Gobierno: “Si no van a apoyar el sector arrocero, díganos qué cultivo tenemos que sembrar. Gran parte de los campesinos del Tolima viven del arroz, no hay otra alternativa. La falta de apoyo al campo acabó en la región con los cultivos de algodón, ajonjolí, el sorgo y ya el maíz y arroz van en detrimento. En el departamento son solo cuatro distritos de riego para más de 100 mil hectáreas de cultivos de arroz”.

Finalmente, Rojas expresó su molestia por la actitud del Gobierno de apoyar otras iniciativas y no a los campesinos que trabajan en los cultivos, “lo que más extraña es que los productores que producen la comida en el país tienen que salir a la carretera a buscar apoyo y aquellos que no han hecho sino la guerra están comiendo por parte del Estado, para ellos sí hay plata”.

 

¿Qué piden los arroceros?

 - No a los TLC: Exigen revisión y reconsideración de los TLC con Estados Unidos y la Comunidad Europea.

- No a las importaciones de productos que se pueden producir en el territorio nacional.

- Precios justos y remunerativos a las cosechas.

- Garantía de comercialización de las cosechas.

- Control al precio de los insumos que son comercializados a los precios más altos de Latinoamérica.

- Créditos suficientes de fácil y oportuno acceso, a bajas tasas de interés con plazos acordes a esta actividad económica.

- Cumplimiento del alivio a las deudas de los productores agropecuarios.

- Completar apoyo a la comercialización de arroz por valor aproximado a 31 mil millones de pesos del 24 de agosto al 15 de noviembre. 

Credito
CAMILO JAIMES

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