Salario mínimo, un ingreso que apenas alcanza para vivir

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El 80 por ciento de los nuevos puestos de trabajo que fueron creados desde 2012 hacen parte del sector de servicios.

Continúa la puja, la misma de cada diciembre, entre empresarios, sindicatos de trabajadores y el Gobierno nacional para definir el incremento del salario mínimo para 2019, una decisión que impacta de múltiples formas la economía del país, pero sobre todo la vida de los casi 10 millones de colombianos que reciben a hoy 781.242 pesos de sueldo y que por estos días cruzan los dedos anhelando mejorar sus ingresos para cubrir – al menos – los gastos básicos mensuales.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), de las 23 millones de personas que se encuentran ocupadas en el país, aproximadamente el 44% devengan un salario mínimo.

Este es uno de los aspectos que refleja la importancia que tiene esta población en la fuerza laboral y para la economía del país, sin embargo, las condiciones sociales y económicas en las que se encuentra representa uno de los principales obstáculos que muchas veces no les permite a estas personas mejorar su calidad de vida.

El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, aseguró que este es uno de los temas que más ha inquietado la discusión del incremento del salario mínimo, porque la decisión que se va a tomar en la mesa tripartita tiene un efecto en casi el 50% del total de las personas ocupadas en el país.

“Si hacemos un umbral con las personas que ganan hasta un 10% más del salario mínimo podremos cubrir el 51% de los ocupados en el país. Es decir que aproximadamente 11,5 millones de personas estarían en este rango y por eso las decisiones que se están tomando en la comisión de concertación son supremamente importantes, porque van a impactar casi que a la mitad de la población ocupada del país”, indicó Oviedo.

No obstante, otro de los aspectos que caracteriza a esta población es su imposibilidad de acceder a una mejor formación académica, lo cual representa uno de los principales limitantes para tener una mejor remuneración por su trabajo.

“Cuando miramos quiénes son las personas que ganan este salario, son aquellas que tienen unas deficiencias importantes en formación de capital humano, porque en promedio tienen un título de bachillerato. Solo cuando vamos a la población que gana entre uno y dos salarios mínimos empezamos a ver un mayor liderazgo con formación técnica, mientras que los que tienen formación universitaria están en los que ganan más de dos salarios mínimos”, explicó Oviedo.

Asimismo, otro de los temas que permite evidenciar la realidad de las personas que ganan un mínimo en el país es la forma en como gastan sus ingresos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de presupuestos de los Hogares, las personas que devengan hasta un mínimo gastan el 30,6 % de su salario en temas de arriendo y servicios públicos, el 25,7 % en alimentación, 13,4 % en bienes y servicios diversos, 7,5 % en transporte y un 7,4 % en restaurantes y hoteles.

Por su parte, los sectores en donde menos gastan son en los temas relacionados con educación, a lo cual solo dedican el 1,2% del gasto de sus ingresos, seguido de 1,8% en temas de salud, 2,5% en recreación y cultura, el 3% en muebles y artículos para el hogar, y el 3,7 % en prendas de vestir y calzado.

El decano de la facultad de Economía de la Universidad Central, Erick Behar, resaltó que las personas que ganan el mínimo en Colombia son generalmente madres cabeza de familia, parejas en donde ambas personas devengan un mínimo o familias en donde alguno de sus miembros recibe ese tipo de ingresos.

“Lo complicado de esto es que muchas de estas personas se ven obligadas a acudir a la informalidad para conseguir los recursos para subsistir. Estos son colombianos que tienen un grado de vulnerabilidad, pero lo cierto es que para el incremento se tiene que tener en cuenta la realidad macroeconómica del país y es que no se pueden hacer aumentos desmedidos como lo hacen, por ejemplo, países como Venezuela, porque eso es improvisado y podría tener un impacto importante en la generación de empleo y la economía del país”, indicó Behar.

Por su parte, Iván Jaramillo, experto del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, aseguró que muchas de estas personas reciben un ingreso inferior a los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas, porque devengan menos de la mitad del costo de la canasta familiar, la cual está calculada aproximadamente en 1.600.000 pesos.

“Estamos hablando de un ingreso que no satisface completamente las necesidades básicas y esto es un problema porque salen a buscar otros trabajos para complementar sus ingresos que generalmente son en la informalidad. Este escenario se viene presentando porque el salario mínimo no ha tenido un buen incremento en los últimos 20 años sino que lo que se ha venido realizando es un ajuste conforme a la ley, pero no un incremento real que permita aumentar el poder adquisitivo de estas personas”, explicó Jaramillo.

De acuerdo con el experto, esta realidad no les permite a estos trabajadores y sus familias tener un tipo de ahorro o adquirir bienes y servicios de mejor calidad, porque los recursos que perciben son insuficientes para ese objetivo.

“Estas personas no pueden acceder a unos complementarios que los lleve a mejorar su calidad de vida en temas, por ejemplo, de educación, salud, recreación, entre otros, que les permita dar un salto social porque es muy complicado con esos niveles de ingresos”, explicó Jaramillo.

El director del Dane también señaló que otro de los aspectos que definen a la población que ganan un salario mínimo es que en su mayoría son hombres. Además, el 90% de los trabajadores independientes que devengan este tipo de ingresos están en la condición de informalidad en sectores como el agropecuario, el comercio, la construcción, los hoteles y restaurantes, en donde no tienen condiciones de aseguramiento social.

Frente a este tema, el director del Centro de Estudios del Trabajo (Cedetrabajo), Mario Valencia, señaló que cuando se miran las cifras sobre las personas que ganan hasta un salario mínimo, un gran porcentaje son trabajadores independientes con un riesgo de estar en la informalidad.

“Cuando se analizan las cifras de qué segmento de la población gana hasta un salario mínimo, nos encontramos con que el 74% son trabajadores independientes y el 26% son asalariados. Pero cuando se toman los datos de quienes ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, se invierte la proporción porque el 27,5% son trabajadores independientes y 75,5% son asalariados. Esto nos demuestra que entre más alto es el nivel de salario hay más formalización del empleo”, indicó Valencia.

Para el director de esta organización, otro de los aspectos a destacar es que el 78% de los colombianos ocupados no cuentan con un título universitario o son bachilleres.

“La mitad de esos trabajos lo hicieron en los tres sectores de más alta informalidad del país como la construcción, el comercio y el transporte, en donde la informalidad es del 63% en promedio”, manifestó Valencia.

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Así va la negociación

Este sábado 15 de diciembre se venció el primer plazo para llegar a un acuerdo para el incremento del salario mínimo de 2019 y los empresarios, sindicatos de trabajadores y Gobierno nacional no lograron llegar a una concertación sobre el aumento salarial y seguirán reuniéndose esta semana para seguir evaluando cada una de las propuestas.

En ese sentido, las propuestas por parte de Confederación General de Trabajadores (CGT) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se mantienen en el 10% y 12%, respectivamente, lo cual representaría un incremento de 78.126 pesos o 93.749 pesos.

Por su parte, los gremios representados en la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), la Asociación de entidades Financieras y Bancarias (Asobancaria), la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias (Acopi) y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), presentaron el pasado martes una cifra de incremento del 4%, la cual fue condicionada ante el futuro que puede tener la reforma tributaria y el proyecto de establecer una prima para la canasta familiar que ya fue aprobado en primer debate en el Congreso.

Sobre este tema, el presidente de la SAC, Jorge Bedoya, aseguró que esperan aclarar algunos aspectos, como la ley de financiamiento y la propuesta de prima para la canasta familiar, en una reunión que tendrán con el presidente de la República, Iván Duque, y evaluar las posibilidades de presentar otra propuesta.

“Esperamos discutir con el presidente Duque muchos de los elementos que rodean la discusión sobre el salario mínimo como la ley de financiamiento y otras iniciativas legislativas que vienen teniendo trámite en el Congreso pero tendremos que esperar cómo resulta esa reunión. Lo que es claro es que la cifra que hemos dejado sobre la mesa es del 4% y como lo explicamos en la reunión pasada tenemos que analizar otros elementos que puedan llegar a influir en la determinación del salario mínimo, ojalá por un acuerdo”, indicó Bedoya.

Lo cierto es que el panorama de la negociación se viene complicando debido a la brecha que existe entre las propuestas de los empresarios y los sindicatos de trabajadores, en donde se mantiene una diferencia de aproximadamente 46.800 pesos.

En ese sentido, el presidente de la CUT, Diógenes Orjuela, manifestó que aunque no se pudo llegar a un consenso, la próxima semana se espera tener una serie de reuniones con el fin de buscar unos acercamientos entre las partes.

“Lo que nos interesa a los sindicatos es resolver esta negociación con un buen aumento de los salarios en general. No obstante, creemos que este tema de la prima no debe ser un obstáculo en la mesa”, explicó.

Por su parte, el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez, aseguró que se van a tener encuentros directos entre los sectores empresariales y las centrales obreras en la búsqueda de un aproximación en las cifras.

“Lo claro es que no se puede llegar a una mesa de concertación con propuestas de patria o muerte, y con esto quiero decir que ni el 4% de los empresarios es un estricto rigor y tampoco lo es el 10% y 12% planteado por el movimiento sindical. Siempre hay un margen de movilidad y difícilmente podemos decir que estamos dispuestos a llegar a una cifra sin encontrar una propuesta que sea seria por parte de los empresarios”, indicó Gómez.

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EL GOBIERNO PRESENTARÁ PROPUESTA

Sin embargo, un aspecto que podría destrabar la mesa de conversaciones es la propuesta que presentaría el Gobierno nacional el próximo jueves y con la que se espera acercar a las partes para lograr un consenso antes del 31 de diciembre.

“Durante la jornada de este viernes se respondieron algunas preguntas que estaban pendientes por parte de los trabajadores al Gobierno nacional y también se definió que el martes cada sector tendrá que traer unas salvedades de por qué no hubo acuerdo. Estamos esperando a que el jueves desde el Gobierno nacional también podamos traer la cifra sobre la mesa”, manifestó Alicia Arango, ministra de Trabajo.

El líder de la CUT también destacó que no creen que el Gobierno vaya a revelar una postura porque no ha mostrado una voluntad y eso viene dificultando la negociación. “Nosotros seguiremos asistiendo a todas las reuniones que conduzcan a buscar un acuerdo y la facilidad del mismo depende de cómo se puede disminuir la brecha entre la propuesta de los empresarios, que nosotros consideramos inaceptable, y las que hemos presentado en la mesa. Mientras se mantenga esa diferencia es muy difícil que haya un acuerdo”, resaltó Orjuela.

De esta forma, se espera que esta semana la comisión avance en las negociaciones para lograr un acuerdo antes del 31 de diciembre, fecha límite para llegar a una concertación sobre el incremento salarial que devengan más de 10 millones de colombianos y para que no sea decretado por el Gobierno, tal y como ha sucedido en 16 oportunidades en los últimos 20 años.

Credito
COLPRENSA

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