Según indica el Ministerio, desde el 2021 el PIB crecerá sobre 4%, teniendo un aumento de 4,2% hasta 2030, donde se ubicará nuevamente en los cuatro puntos porcentuales. De este modo, el descenso se verá en 2024 y 2025 cuando pase de un 4,3% a 4,1%, respectivamente.

“Estamos viendo una historia de crecimiento, eso viene de conservar incentivos, de cambios en la regulación, de la actitud hacia las empresas y el encadenamiento con el comercio internacional”, expresó el ministerio de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla.

En el análisis del Ministerio, el crecimiento proyectado puede ser inferior por una desaceleración de las principales economías del mundo: China, Estados Unidos y Europa, así como, un alza de la tasa de cambio.

Entre los aspectos favorables que puede tener el PIB estaría que se mejore la situación de Venezuela y la finalización de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Así, en las proyecciones al finalizar el año, se prevé que el país tendrá un balance de cuenta corriente en -4,1%, el cual mejorará en 2020 al retomar el -3,9% de 2018. De manera similar, el déficit fiscal al finalizar 2019 pasará de -3,1% a -2.4%, igual, para el Gobierno Nacional Central (GNC). Inferior a lo recomendado por el Comité de la Regla Fiscal que es 2,7% del PIB.

El Ministerio afirma las medidas tomadas en la ley de financiamiento van a impulsar el crecimiento de la inversión a 3,4% en 2019 y para 2020 lograría un crecimiento de 5,4%. La justificación para el alza en el próximo año se justificaría porque algunas medidas de la ley entran en vigencia ese año.

El Ministerio espera que la ley de financiamiento permita un aumento del recaudo tributario hasta en 0,7% del PIB. La meta para 2019 es que sea de 0,1% y para el próximo año de 0,2%.

Para apoyo de esta gestión, el Marco indica que la facturación electrónica generaría un recaudo adicional optimizando la evasión de impuestos de 30% a 23%