“En Ibagué se han hecho las cosas mal en temas económicos, se ha creado un mal ambiente de negocios”, César Ramos

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El propietario y fundador de Roott + Co dialogó con EL NUEVO DÍA de su visión de ciudad y región. También contó cómo ha forjado desde hace 24 años una marca referente en el mundo desde la moda colombiana.

“Por muy bueno que sea el gobernante, nunca podrá tomar decisiones acertadas de temas que no conoce a fondo, debe rodearse bien”.

Con la decisión y vehemencia que siempre caracterizan a la juventud, César Ramos decidió iniciar el camino de empresario hace 24 años, y a pesar de las adversidades y la falta de experiencia, con tan solo 16 años de edad, supo enfrentar en algunas ocasiones el infortunio.

Hoy, de aquel ibaguereño que se formó en el colegio San Simón continúa ese amor por su ciudad y su gente. EL NUEVO DÍA dialogó con el propietario y fundador de la marca de ropa Roott + Co para conocer un poco más de sus experiencias de vida en el mundo empresarial, la visión de región y su proyección en el futuro.

EL NUEVO DÍA: ¿Quién es César Ramos, cómo se define como empresario?

CÉSAR RAMOS: César Ramos es un ibaguereño y tolimense que estudió en el colegio San Simón. Un hombre que desde muy joven se inició en el trabajo gracias al ejemplo de su mamá. Ella me ayudó con un pequeño capital hace 24 años y comencé a traer ropa de Medellín para vender en un local. Desde ese entonces me apasioné por el mundo de la moda.

E.N.D.: ¿Cómo fue el proceso de crecimiento de Roott + Co?

C.R.: Esto ha sido un proyecto de constancia, de ir paso a paso. Siempre ha habido un sueño a largo plazo, pero lo hemos construido día a día. Empezamos de una forma muy pequeña con mi esposa cuando recién nos casamos. Yo vendía y distribuía ropa, pero nunca pensé en fabricarla. Ya cuando comenzamos a crecer y a consolidarnos más, decidimos crear una marca de ropa y fabricar, aprovechando que Ibagué es una ciudad muy textil. Comenzamos a diseñar, yo estuve involucrado en ese aspecto. El primer año no pasamos de cinco empleados y hoy en día contamos con más de 500 empleados de forma directa y tenemos 60 tiendas propias en 35 ciudades del país.

E.N.D.: ¿De estos 24 años como empresario, cuál ha sido el momento más difícil?

C.R.: Entre 2008 y 2009 tuvimos una crisis donde se cerraron tiendas, la cartera se puso muy difícil, teníamos tiendas en el exterior, pero todo se complicó, fue cuando en Venezuela se terminaron robando todo. En ese momento murió mi mamá que era un eje indispensable de la empresa.

E.N.D.: ¿Cómo ve la ciudad en temas económicos?

C.R.: A nivel país, veo un repunte importante durante el último año. Nosotros hemos tenido un crecimiento bueno, donde vemos que la economía se está dinamizando. Nosotros en particular hemos crecido más de un 20%, que es bueno. El agite político ha pasado, se han viabilizado proyectos y leyes que ayudan al sector textil.

Nosotros a nivel nacional tenemos 60 tiendas en 35 ciudades, de ellas solo 52 registraron un crecimiento, y de las ocho que no lo hicieron, cuatro son las tiendas de Ibagué. Eso nos hace pensar que Ibagué sí es una ciudad que está muy marcada por una desaceleración. En la parte económica sí siento que la ciudad no se está desarrollando, me preocupa mucho cómo se está manejando la economía local, porque se ve reflejado.

De hecho hemos tomado la decisión de montar plantas en otros municipios, porque cuando uno se siente atacado como empresario, el ambiente económico es complicado, lo empiezan a sacar a uno. Nuestra producción comenzamos a hacerla en Playarrica y a futuro, quién sabe si sigamos en la ciudad. Todo depende. Pero en conclusión, en Ibagué sí se han hecho las cosas mal en temas económicos, sobre todo se ha creado un mal ambiente de negocios.

E.N.D.: ¿Cómo evalúa el papel desempeñado por los gobernantes de turno?

C.R.: El Alcalde (Jaramillo) tiene aciertos en algunas cosas como en lo de los parques, es algo con lo que la ciudad no contaba. Veo aciertos en el tema de los más necesitados, en la tercera edad, de la gente de calle, en eso se ha trabajado bien.

Pero veo desaciertos en la parte económica, creo que le ha faltado rodearse de un mejor personal, porque puede tener una muy buena intención, pero el manejo que la ha dado a la economía local no es el adecuado. No hay confianza para crear negocios y hay un mal ambiente para ello.

Cuando usted comienza a amenazar mucho, eso genera la confrontación en todas las partes y no crea un ambiente de negocios. Yo creo que ese ha sido el lunar en esta alcaldía. Para el caso del Gobernador, percibo que hay un mejor ambiente en lo regional.

E.N.D.: ¿Cuál es su percepción del trabajo desempeñado de los gremios?

C.R.: Los gremios han tratado de hacer las cosas bien, la Cámara de Comercio se la jugó y se enfrentó a ciertas posturas de la Alcaldía en su momento, pero no tuvo eco suficiente. Ha procurado hacer muchas cosas, pero considero que han faltado muchas como el unirse. Los gremios en muchas ocasiones no pueden hablar porque tienen intereses dentro de la misma Gobernación y Alcaldía, ese es un problema que se tiene.

Nosotros, como Cormoda, en el gremio de textileros buscamos crecer, hemos hecho cosas importantes, se ha logrado trabajar por sacar adelante el tema de los impuestos para las prendas de China con el apoyo del senador Barreto y la representante Adriana Matiz.

Pero en conclusión sí siento que falta más unión y, es indispensable que las administraciones trabajen con los gremios, el error es que no escuchan y ello lleva a que no se tomen decisiones con buen conocimiento.

E.N.D.: ¿Bajo qué valores fue formado?

C.R.: Yo vengo de una familia muy católica y mis valores están bajo esa premisa. El bien común sobre el particular, el respeto a los derechos de los demás, la honradez, la humildad, el trabajo. Esos son mis principios y los que tratamos de aplicar en nuestra empresa. Aquí se celebra la eucaristía, hacemos rosario, vamos a retiros.

E.N.D.: ¿Esos principios y valores están en los gremios actualmente?

C.R.: Yo confío en la buena fe de las personas. No me atrevería a juzgar porque yo no he estado tan inmerso en el tema gremial.

E.N.D.: ¿Cuál debe ser el eje de progreso para Ibagué en los próximos años?

C.R.: Ibagué tiene un potencial increíble, pero eso no se materializa en negocios. Necesitamos aprovechar la parte turística por nuestra ubicación, el sector textil, el agro, la logística, es decir, se tiene potencial, pero se debe materializar y hacerlo más efectivo.

E.N.D.: ¿Cuál es el empresario que admira?

C.R.: En la región hay muchos como don José A. Sierra, don Carlos Alvarado, es decir la lista es grande. Leonidas, el candidato a la Alcaldía, me parece que es un hombre que en el sector empresarial ha hecho las cosas bien. Esos empresarios de la vieja guardia, que ya no quedan muchos, como los Meñaca, Salomón Tovar, Jaime Zorroza, entre otros, son dignos de admirar.

E.N.D.: ¿Qué son para usted sus empleados? 

C.R.: Son la razón de ser y de crecer nuestra empresa. Realmente hay momentos en que nos resulta más fácil cerrar y vivir de la renta, porque esto de ser empresario es estresante y complicado, pero cuando uno ve que más de 500 familias viven de esto, uno termina diciendo: Hay que seguir.

E.N.D.: ¿Qué pasó con los mercados internacionales? 

C.R.: Estuvimos presentes en Venezuela, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Ecuador, pero decidimos recogernos hacia Colombia, porque creemos que se puede crecer desde el país.

E.N.D.: ¿Qué papel juega su familia para usted como empresario? 

C.R.: Ellos son la razón de ser y lo que me motiva en el día a día. Para mí es importante dejarle a mis hijos hecha una empresa que espero sepan manejarla.

E.N.D.: ¿Qué persona fue fundamental para su crecimiento como empresario? 

C.R.: Mi mamá y mi esposa.

E.N.D.: ¿Cuál fue su primer capital? 

C.R.: Mi primer capital fue de dos millones de pesos, con ese inicié. Me los dio mi mamá.

E.N.D.: ¿Cuál debe ser ese consejo para el emprendedor? 

C.R.: Que sea constante. Centrarse en un solo modelo de negocio, insistir.

E.N.D.: Cuéntenos de su fundación social. 

C.R.: Se llama Fundación Jael Moreno de Ramos, queda en Los Mandarinos. Allí tenemos 20 niños que los cogimos desde muy pequeños y les brindamos acompañamiento educativo y recreativo. El propósito es formarlos profesionalmente. Entregarle personas valiosas a la sociedad. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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