Ruta Dulima: La política para enfrentar el cambio climático en el Tolima

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
El proyecto de ordenanza aprobado por la Asamblea tiene una proyección para enfrentar el cambio del clima en el Tolima al año 2.031.

Como respuesta al drástico cambio del clima en la región que no se escapa al calentamiento global que aumenta cada año, el departamento adoptó la Política Pública Integral de Gestión del Cambio Climático Territorial del Tolima: “Ruta Dulima, el Tolima enfrenta el Cambio en el Clima” al año 2031 con una “Apuesta Inspiradora al año 2040”.

Esta es la gran apuesta de la Gobernación departamental que orientará y articulará los planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas, Pomca, y los planes municipales y departamental de desarrollo en tres periodos constitucionales de administraciones territoriales.

La política como proyecto de ordenanza N°0014 fue aprobado por la Asamblea Departamental el pasado 3 de septiembre de 2019.

Teniendo en cuenta factores de desequilibrio ambiental en el Tolima como la deforestación, el incremento de las temperaturas, la contaminación y desabastecimiento de los ríos, los fenómenos de ‘El Niño’ y ‘La Niña’ que cada vez se dan con mayor fuerza, las precipitaciones, el deshielo de los nevados, entre otras problemáticas, se consolida la iniciativa de crear la política pública “Ruta Dulima”.

Así que la Gobernación del Tolima en un trabajo con la Corporación Autónoma del Tolima, Cortolima, con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria, Secretaria de Ambiente Gestión del Riesgo (Sager), y el Ministerio del Medio Ambiente surge dicha política.

 

Ejes de la política

El objetivo general de la política es establecer las directrices para la gestión del cambio climático respecto a las decisiones de las entidades públicas, privadas y comunidades, que se tendrán que adaptar a las condiciones adversas que está presentando el departamento.

La Ruta Dulima plantea los siguientes ejes de orientación: mitigación de gases de efecto invernadero, recurso hídrico, biodiversidad y servicios ecosistémicos, seguridad alimentaria, salud ambiental y hábitat humano e infraestructura.

 

¿Qué problemáticas se atenderían?

Para contrarrestar la variabilidad climática que con los fenómenos de ‘El Niño’ y ‘La Niña’ provocan cada año año sequías y precipitaciones más fuertes, se abogaría por estrategias de mitigación enfocadas a la resiliencia de las cadenas productivas priorizadas para el departamento. Es decir, fortalecer cultivos como el café, cacao, arroz, entre otros, para que puedan adaptarse a las nuevas condiciones del clima.

Otras de las líneas apunta a la generación de suministro de agua para los cultivos, evitar la degradación de los bosques, fomentar la educación ambiental para evitar incendios, y una de la más importantes, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Y la línea que atraviesa toda la política tiene que ver con el desarrollo de una agricultura sostenible y resiliente al clima, junto a la defensa y conservación de las áreas protegidas.

 

Un diagnóstico preocupante

El panorama sobre el cambio climático en el Tolima como en todo el país no es el más alentador, y de allí la pertinencia de que se adopten a futuro políticas para enfrentar las consecuencias de este fenómeno.

Las fuentes hídricas del departamento en su mayoría provienen de los volcanes Nevado del Ruiz, Nevado del Tolima, Nevado Santa Isabel y Nevado del Huila, este último está ubicado en un 70% en Tolima.

Según las proyecciones del Ideam, y de acuerdo con el comportamiento en las últimas décadas de estos nevados, las posibilidades de que desaparezcan en 30 años son muy altas.

El secretario de Desarrollo Agropecuario, José Édgar Bonilla, manifestó: “El Nevado del Tolima junto con el Ruiz y Santa Isabel abastecen a dos millones y medio de personas, también beneficia a Quindío, Risaralda y Caldas. La proyección que da el Ideam es que de aquí a treinta años no habrá nevados”.

El Nevado del Tolima que abastece al río Combeima es el que menor área de nieve tiene (0,62 km2) y pierde anualmente 4% de volumen.

Informó Bonilla que los incendios forestales en 2017 consumieron cerca de 7.000 hectáreas del departamento, el año pasado 8.000, y en 2019 la cifra superaría ampliamente estos números.

Tolima en proyecciones a 2100 presentará aumentos de precipitación de hasta un 17%. En Ibagué, en el sector de los nevados y los municipios del Suroriente se registrarían los mayores aumentos, entre 30 y 40%.

“Otro aspecto preocupante es la contaminación hídrica por vertimientos, nada más Ibagué no trata las aguas residuales ni en un 3%, todas son vertidas en forma directa a los ríos Combeima, Chipalo Alvarado y Opia. El principal contaminante en el Tolima es el mismo estado por falta de plantas de tratamiento”, concluyó el secretario.

 

A corto plazo

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario una de las urgencias es la actualización de los planes de gestión del riesgo, y la actualización de los Pomcas que tiene que realizar la Sager.

Por otro lado, está la socialización de la política a los futuros alcaldes, concejales, diputados y gobernador para que sea adoptada, siguiendo las directrices que estipula la ley 1931, decretada en 2018.

 

Dato

La ley 1931 de 2018 dice que será competencia de las alcaldías y departamentos adoptar las políticas públicas sobre cambio climático.

 

Dato

En el marco del proyecto se estableció como área donde hay ecosistemas estratégicos 551.151 hectáreas, es decir el 22,8% del territorio del Tolima que se protegería para conservación de páramos, humedales y cuencas. 

Credito
JUAN JOSÉ AGUIRRE Z.

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