En el 39 Congreso Nacional Agropecuario en uno de los debates de mayor relevancia del evento denominado Revolución de la Financiación del Campo, se discutió sobre la informalidad de los agricultores, la importancia de los créditos para el desarrollo del agro y la banca cuestionó la falta de información sobre el negocio de los productores que dificulta la colocación de créditos.

Sobre estos temas hablaron la presidenta de Asomicrofinanzas, María Clara Hoyos, y los presidentes de Finagro, Darío Estrada; Banco Agrario, Francisco Mejía, y Scotiabank Colpatria, Jaime Alberto Upegui.

De acuerdo con Mejía la transición de la informalidad a la formalidad de los agricultores depende de una financiación que debe estar relacionada con las necesidades del productor y los proyectos agropecuarios.

“Aquí está el gran reto de la financiación rural, es poder tener el producto adecuado para las necesidades de los productores, nosotros hemos cambiado más de 50 líneas de crédito para que el flujo de caja de la deuda esté acorde con el flujo de caja de la actividad productiva que estamos financiando.

“Porque el sector agropecuario es volátil, los tiempos de maduración son muy extensos, y la rentabilidad es baja, por eso es importante mantener las tasas de fomento”, manifestó el Presidente del Banagrario

Asimismo, el Presidente de Finagro se sumó al llamado de Mejía y destacó que actualmente se están ofreciendo las tasas de interés más bajas a los productores, pero parte de la banca pública respecto a la privada, manifestó que no financia a los agricultores porque no hay proyectos sustentados con información.

“El crédito agropecuario en Colombia es un crédito que recibe un subsidio del Estado directamente y que nosotros tenemos que preservar para que nuestros productos tengan unas opciones mucho más benévolas en el mercado”, acotó el presidente de Finagro, Darío Estrada.

Estrada también aprovechó la oportunidad para echarle ‘pullas’ a los gremios agropecuarios por la no facilitación de información sobre el panorama socioeconómico del campo colombiano.

“Los gremios necesitan ser más activos en compartir información, llevo todo este año rogándoles que suministren información al sistema financiero, porque ellos no se las saben todas, necesitan conocer del sector para hacer operaciones de financiamiento que sean acordes, y los bancos sin información no hacen nada”, apuntó Darío Estrada.

Indicadores de pobreza alarmantes

Con una mirada más crítica, la presidenta de Asomicrofinanzas, María Clara Hoyos, en representación de la banca privada, indicó que la tasa de informalidad del sector rural en un 86% solo se combate si hay mayor inclusión financiera.

“Necesitamos elevar la calidad de vida del campesino, mejorar su productividad con los microcréditos, y por otra parte, es fundamental la educación financiera de la población”, manifestó Hoyos.

Según los datos de Asomicrofinanzas, la pobreza monetaria rural presenta una tasa de 36%, lo que refleja 3,9 millones de personas en esta condición, mientras en pobreza extrema rural la cifra asciende a 1,7 millones, registrando un indicador de 15,4%.

Consolidar una big data

Por su parte, el presidente de Scotiabank Colpatria, Jaime Alberto Upegui, señaló que para la banca privada conocer el sector agricultor es necesario consolidar una big data que permita estimar la proyección económica de los agricultores en cuanto a su cultivo.

“También es importante actualizar el catastro, ese tipo de elementos nos parece esencial para que así la agricultura aproveche por ejemplo los tratados internacionales”, concluyó Upegui.