Desde las 4:30 de la tarde de ayer se llevó a cabo el cacerolazo en el parque Murillo Toro de Ibagué. Con pancartas, pitos, tapas, ollas y cucharas arribaron hasta el centro de la ciudad cientos de manifestantes que hicieron sentir su descontento con el Gobierno nacional en una nueva jornada, luego del paro nacional realizado el pasado 21 de noviembre.

Un grupo grande de los manifestantes se desplazó desde la sede central de la Universidad del Tolima, sobre la 42, hasta el punto de encuentro en el parque Murillo Toro de Ibagué.

Hasta el cierre de esta edición los manifestantes no se habían retirado de su lugar de concentración frente a la Gobernación del Tolima. Así mismo, no se habían presentado enfrentamientos entre los manifestantes y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios.

De la protesta participaron diferentes grupos como organizaciones sociales, trabajadores, estudiantes, sindicalistas, entre otros.

Orden público

Gustavo Murillo, secretario del Interior del Tolima, informó que se contó con un Puesto de Mando Unificado en el que estuvieron articulados el Ejército, Policía Tolima y Fuerza Aérea con el fin de vigilar el desarrollo de la manifestación.

La central ya había sido instalada por la autoridades regionales durante el transcurso de la marcha que se llevó a cabo en medio del paro nacional del pasado 21 de noviembre.

Así mismo, se desarrollaron varios dispositivos de contingencia con el fin de garantizar el derecho a la protesta.

“Desde ayer, cuando se articularon varios planes de contingencia, se mantuvo hasta el día de hoy el Puesto de Mando Unificado para poder garantizar el derecho a la protesta”, informó el secretario del Interior del Tolima.

Los convocantes

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, seccional Tolima, Rosemberg Bernal Ardila, afirmó que el desarrollo de esta protesta tenía como fin mostrar el descontento que hay con varias de las políticas llevadas a cabo por el presidente Iván Duque.

“Estas manifestaciones han pasado por Chile, por Bolivia y por Perú y ahora le toca a Colombia. Esta es una manifestación de la ciudadanía en general en la que las ollas se convierten en tambores para que el Gobierno nacional escuche las necesidades que el pueblo colombianos lleva años padeciendo”, dijo el líder sindical.

Según dijo Rosemberg Bernal Ardila las manifestaciones seguirán hasta que el gobierno entienda las dimensiones de la protesta social.

“El paro del 21 de noviembre del 2019 pasará a la historia viva de los colombianos. Fue una convocatoria histórica que el Gobierno nacional debe entender y saber interpretar para que busquemos la mejor salida para el pueblo colombiano”, finalizó.

Pliego de peticiones

 Durante el desarrollo de la manifestación se entregó a los asistentes por parte de la Central Unitaria de Trabajadores un pliego de peticiones para el Gobierno de Iván Duque.

- Detener los asesinatos de líderes sociales.

- Dignidad laboral.

- Respetar la participación ciudadana y las consultas populares.

- Proteger la biodiversidad.

- Proteger los páramos y negar las licencias ambientales.

- Prohibir el uso del glifosato.

- Detener la deforestación.

- Prohibir los plásticos de un solo uso.

Dato

Durante el desarrollo de la protesta no se dieron enfrentamientos entre el Esmad y los manifestantes.

Dato

La Policía desarrolló varios dispositivos de contingencia con el fin de garantizar el derecho a la protesta.