Para el 2019, la Encuesta de Micronegocios del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publicada recientemente estimó la existencia de 62.136 micronegocios en Ibagué, de los cuales 6.351 están conformados por empleador y empleado, y 55.785 por un trabajador por cuenta propia, es decir, que explota su empresa u oficio con ayuda o no de familiares.

Del total de micronegocios el 63,3% no cuenta con Registro Único Tributario (Rut), el 76,4% no tiene Cámara y Comercio, y solo el 10,6% aportó a salud y pensión, lo que deja ver la alta informalidad de dichas unidades productivas.

Al respecto, Jaime Eduardo Reyes Martínez, profesor de economía en la Universidad de Ibagué, manifestó que este tejido empresarial es la respuesta a la falta de políticas públicas para incentivar el empleo y la industrialización de la ciudad, que a su vez se refleja en las altas tasas de desempleo.

“Aquí durante muchos años la política pública se ha orientado a la creación de micronegocios, que son unidades productivas muy pequeñas, donde se emplean máximo nueve personas, pero en la mayoría solo trabaja el fundador, es decir, hay una persona que resuelve su problema a la falta de empleo a través del micronegocio”, explicó Reyes.

En medio de la pandemia

Ahora bien, según actividad económica los micronegocios están distribuidos así: servicios (29.348), comercio (23.744), industria (8.249) y agropecuario (796). En tal sentido, el tipo de negocio con mayor concentración de unidades han estado cerrados por más de dos meses.

“Desafortunadamente en medio de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus la gran mayoría de auxilios, subsidios, o transferencias que ha entregado el Gobierno nacional ha sido para las microempresas formales, lo que deja a la gran mayoría de micronegocios por fuera de cualquier ayuda”, acotó el economista.

No obstante, en la pirámide del tejido empresarial de la ciudad las microempresas representan el 96,2% con 25.474 unidades, es decir, los micronegocios casi que triplican el total de microempresas existentes.

Para Martínez lo que ha ocurrido en la etapa de confinamiento es que muchos propietarios de micronegocios han tenido que salir a buscar empleo, así como sus empleados, “por eso hay más domiciliarios, gente haciendo tamales, vendiendo artículos en la calle, etc”.

Una respuesta al mercado

Jaime Eduardo Reyes finalizó diciendo que los gobiernos locales no han promovido la inversión ni generado las condiciones para que las empresas se queden, “por lo que la gente responde con el autoempleo y autonegocio, y se refleja en el tejido empresarial porque nos hemos acostumbrado a este tipo de economía”.

Por sitio o ubicación

De acuerdo con el sitio o ubicación del micronegocio la distribución es de la siguiente manera: en la vivienda (22.758), de puerta en puerta (14.609), taller, consultorio, oficina (10.181) y ambulante sitio al descubierto (9.613).

El que las personas tengan su negocio en el hogar, señala el investigador también es objeto de estudio, “cuando hablamos de los agentes económicos, están las empresas y los hogares, las empresas pagan salarios y reciben dinero por los bienes que producen, y los hogares consumen y reciben dinero por alquilar la mano de obra, ¿qué pasa en Ibagué?, esa frontera se diluye, las empresas y hogares se mezclan, y son al mismo tiempo proveedores y consumidores”.