“Hemos trabajado para que el pan no le faltara a la gente durante la pandemia”

Crédito: Camilo Jiménez / EL NUEVO DÍA.Pese al golpe económico de la pandemia, El Néctar ha conservado todos sus empleados.
En diálogo con El Nuevo Día, Jorge Enrique Primo, fundador y propietario de la panadería El Néctar, habló sobre la historia de una de las empresas más tradicionales del norte del Tolima y uno de los referentes gastronómicos de la región.
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De iniciar hace casi 40 años con dos bultos de harina diarios y un solo horno, hasta llegar a tener sucursales en varios municipios y procesar 60 bultos al día, la panadería El Néctar ha sido un ejemplo empresarial en el norte del Tolima.

Jorge Enrique Primo, su propietario y fundador, habló de los secretos del pan mariquiteño, sobre la posibilidad de lograr el signo distintivo para su producto insignia y sobre las afectaciones económicas provocadas por el coronavirus en la región.

 

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El Nuevo Día: ¿Cómo comenzó la panadería El Néctar?

Jorge Enrique Primo: Yo trabajaba como panadero en cualquier lugar de donde me llamaran. Trabajé en Venadillo, en Honda, en Guaduas, en muchos sitios. Le pagaban a uno semanal y se hacía el pan que el patrón pidiera en ese momento. También cubría turnos de otros panaderos si era necesario. Trabajé así como hasta los 28 años, cuando finalmente inicié con la panadería propia.

 

END: ¿En qué momento decidió montar su propio negocio?

JEP: En 1981 un patrón que tenía en Guaduas, que se llamaba Marcos Bejarano, ya fallecido, me dio el empujón que necesitaba para montarla. Empezamos con muy poco. Solo teníamos un horno de tres gavetas y uno de cuatro. En total producíamos unos dos bultos de harina diarios, lo cual era muy poco realmente.

 

END: ¿En qué momento la panadería comenzó a crecer hasta ser una de las más importantes del departamento?

JEP: No hubo un momento en específico que uno viera la transformación. Más bien fue un proceso lento, de trabajo constante. Las ventas iban subiendo y de dos bultos de harina diarios pasamos a gastar tres y después cuatro y así hasta que en un momento llegamos a procesar 60 bultos al día. Fuimos contratando personas hasta el momento en el que tuvimos 105 en total.

Algo que sí nos ayudó mucho fue cuando el Gobierno mandó los festivos para los lunes. Eso incentivó mucho el turismo y como la panadería está sobre una avenida es un paso obligado.

La gente tenía tres días libres y pues aprovechaban para irse de viaje y el viajero quiere llevar regalos para cuando vuelve a la casa y llevar pan se volvió una tradición para muchas personas.

 

END: Es tradición que los turistas pasen por Mariquita y lleven el pan mariquiteño...

JEP: Los turistas son los que más pan nos compran. Si pasan por Mariquita llevan mangostino o llevan pan. Y eso se volvió así porque estamos entre los mejores panes del país, eso es lo que dice la misma gente. Por eso nos hemos sostenido 39 años en el mercado.

 

END: ¿Hace cuánto tiempo comenzó a montar sucursales?

JEP: En Honda fue la primera panadería fuera de Mariquita, eso hace unos catorce años. En Honda ahora hay dos, en Mariquita hay tres, incluida la del punto principal, en Fresno también hay una más. En Guaduas había una pero la vendimos no hace mucho.

 

END: ¿Cómo ve la iniciativa de la Administración municipal y del Centro de Productividad del Tolima de buscar el signo distintivo para el pan mariquiteño?

JEP: Eso sería un gran logro porque nos permitiría competir con un valor agregado. De alguna forma el pan mariquiteño ya tiene una especie de sello distintivo que es el sabor. Todo el mundo reconoce el pan mariquiteño en cualquier lugar del país.

 

END: ¿Cuál es el secreto del pan mariquiteño, algún ingrediente en específico?

JEP: Eso no tiene ciencia: son los buenos ingredientes, sobre todo la mantequilla de vaca. Eso es lo principal. La gente especula mucho con eso, pero no es así. Simplemente son los buenos ingredientes y la fórmula, que tampoco es secreta. La mantequilla no siempre es igual y toca saber trabajar con el azúcar, la levadura. También hay que tener en cuenta el clima, porque si llueve hay que aumentarle la levadura y disminuirle azúcar y si hace mucho calor al revés. Eso es un conocimiento que los panaderos van adquiriendo con el tiempo, pero secreto como tal no hay.

 

END: ¿Cómo le ha ido con la pandemia, han bajado mucho las ventas?

JEP: El golpe ha sido muy duro para todos. La situación ha estado pesada. Las ventas se han bajado al 40, 50 y hasta el 60%. Ahora ya nos estamos recuperando un poco porque la gente está saliendo, pero ahí vamos. Desde que haya voluntad de trabajar hay que seguir. Esperamos que con el tiempo se abra más el comercio y que la gente salga, cuidándose, eso sí.

Sin embargo, pese a lo complicado de la situación, en esta empresa no se sacó a ningún trabajador, ni al inicio de la pandemia ni después.

 

END: ¿Qué cambios han implementado en la empresa para sostenerse en medio de la pandemia?

JEP: Cambios en la organización de la empresa no hemos tenido que hacer. Todos los empleados siguen en sus puestos, algunos se enviaron a vacaciones pero como tal no sacamos a nadie. A nosotros realmente nos han sostenido las ventas de pan para tienda. Tenemos varias rutas de pan en la región: Fresno, Palocabildo, Honda, Falan, Lérida, Ambalema y obviamente en Mariquita. También tenemos rutas en Cambao, Dorada, Victoria... en fin. Las ventas de pan para tienda se han sostenido a pesar de todo.

El pan es uno de los principales alimentos, que va directamente a los consumidores. Las tiendas no han cerrado y en cualquier tienda se vende pan. Hemos trabajado para que no les haga falta el pan en la mesa a las personas durante la pandemia.

 

END: ¿Cómo ha visto la afectación al comercio en el norte del Tolima?

JEP: Todos nos hemos afectado de una u otra manera, sea panaderías, restaurantes, heladerías. En Ambalema, Fresno, Honda, Palocabildo, todos los empresarios estamos muy golpeados en esta zona, como en todo el país. Ahora que comenzamos a recuperarnos sería bueno que el Gobierno incentivara de alguna forma el consumo, bajar los impuestos de manera prolongada, porque todo el mundo sabe que esta situación va para largo.

 

END: ¿En sus 40 años como empresario había visto una situación que afectara la economía tanto como esta?

JEP: Nunca habíamos enfrentado algo como esto, ni siquiera con la avalancha de Armero, que afectó tan duro a toda la región. Las ventas habían subido y bajado, dependiendo de los meses y del clima, pero normalmente están estables. Nunca habían bajado de esta manera.

 

END: ¿Qué viene para la panadería El Néctar de ahora en adelante?

JEP: De esta vamos a salir todos, así nos demoremos. Yo quisiera seguir con la empresa muchos años más, y si la llego a vender pues que el que la compre siga con ella. O que sean los herederos los que sigan con ella, ya que es como un emblema de la región.

 

END: ¿Qué significa para usted esta región del norte del Tolima?

JEP: Yo nací en Honda, pero Mariquita es como si fuera mi casa porque llevo casi 40 años acá. Esta región significa todo para nosotros porque lo que hemos conseguido a lo largo de nuestras vida ha sido acá. Nosotros hemos podido llegar a otras regiones, pero siempre el norte del Tolima ha sido nuestra casa.

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Credito
CAMILO JIMÉNEZ

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