Crece el inconformismo por peaje previsto entre Ibagué y Cajamarca

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍAEn la actualidad Cajamarca ya tiene un peaje, que se ubica previo al ascenso a la Línea.
Conforme pasan los días, desde diversos sectores crecen las voces de inconformismo frente al proyecto que busca dotar con un nuevo peaje a la vía entre Ibagué y Cajamarca, a la altura de Coello Cocora, ante las afectaciones económicas que esto representaría a la comunidad.
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El peaje que se proyecta entre Ibagué y Cajamarca, cuyo funcionamiento está previsto para el primer semestre del año, dejaría prácticamente ‘encerrados’ a los cerca de 20 mil pobladores de la ‘Despensa Agrícola’, ya que para desplazarse hacia Quindío también tienen el peaje para el ascenso a La Línea.

El alcalde de Cajamarca, Julio Roberto Vargas, expresó que esto perjudicaría la economía del municipio, cuya vocación agrícola es reconocida a nivel nacional.

“Si nos ponen el peaje, pues (tendremos) un pueblo pequeño de campesinos que queda encerrado entre dos peajes y esto nos va a afectar significativamente nuestra economía”, apuntó el mandatario.

En ese sentido, el concejal Gustavo Roa, destacó que el municipio no cuenta con las suficientes plazas de mercado para comercializar los productos que cosechan los campesinos, por lo que usualmente estos insumos son despachados para los mercados de Ibagué, Espinal, Neiva (Huila), entre otros.

“Si nos instalan un peaje, lógicamente van a aumentar los costos de producción y se va a reducir la mínima ganancia que en estos momentos tienen los campesinos, pues el campo ha sido uno de los sectores más golpeados en los últimos años”, recalcó el cabildante.

Si bien este es uno de los principales perjuicios, el concejal Roa anunció que Cajamarca cuenta con un centro hospitalario de primer nivel y la atención es reducida, por lo que en muchos casos los pobladores deben desplazarse a Ibagué para recibir servicios de mayor complejidad.

Asimismo, el municipio no cuenta con instituciones de educación superior y es recurrente que los jóvenes se formen académicamente en la capital tolimense, por lo que el peaje representaría un impacto en sus finanzas, bien sea que se desplacen en vehículos particulares o hagan uso del servicio público, cuya tarifa también incrementaría luego de este trayecto.

“Si los muchachos tienen para pagar su matrícula, no tendrán para pagar el peaje y viceversa. Esto le va a quitar a los jóvenes muchas oportunidades para poder capacitarse”, dijo Roa.

El mandatario Vargas consideró que el Gobierno debe ser consciente de las realidades de los municipios, pues la pandemia del Covid-19 ha afectado considerablemente la economía, “estamos en un momento de reactivación, donde debemos unirnos para salir adelante. No se debieran instalar peajes, por lo menos mientras superamos la crisis generada por el Covid-19”, expresó.

Asimismo, propuso la conformación de mesas técnicas con la ANI para revisar el tema y plantear soluciones ante la coyuntura.

Ante ello, el concejal Roa indicó que a principios de semana el cabildo invitó al Ministerio de Transporte para exponer estas preocupaciones pero, “nos dejaron hablando solos porque no hubo representación del Ministerio, que pudiera atender las inquietudes de la comunidad”, afirmó.

A su vez, el diputado Renzo García invitó a trabajar de forma articulada, con múltiples actores para sentar una voz de protesta ante el Gobierno nacional y rechazar la implementación del peaje.

“Es necesario que concejales, diputados, personeros, primeros mandatarios (de Ibagué y Cajamarca), hagamos causa común para decirle no al peaje de Coello Cocora, que indiscutiblemente va a aumentar el costo de vida a los habitantes de este territorio”, destacó.

 

Más dificultades

Flor Sierra, de la asociación Asoarracacha, aseguró que un peaje en la vía a Ibagué afectaría demasiado a este sector para el transporte del producto.

“Tras de cotudos con paperas. Con un peaje, nosotros como estamos de mal, realmente nos afectaría, es mucho lo que no se ha podido sacar y más si montan un peaje, nos van a subir más los costos”, afirmó.

Los arracacheros vienen de un 2020 difícil en materia de comercialización, ya que tuvieron que dejar cosechas a bajo precio, por lo que Flor indicó que la asociación ha explorado formas y alternativas para la transformación de la arracacha, pero “esto terminaría de rematarnos porque nos quedaríamos con dos peajes. Uno hacia Armenia y otro a Ibagué. Por ambos lados quedamos fregados”, puntualizó.

Además, consideró que hay angustia porque cada día incrementa el costo de transporte, insumos, comida y jornales, pero el precio de la arracacha es lo único que no sube.

Pidió al Gobierno nacional más atención a la agricultura, pues estima que es el sector que más abandonado está, por lo que “cada vez es más complejo trabajar en el campo. Nos sentimos un cero a la izquierda y cada vez es más complicado poder salir (con cosechas)”.
 

Credito
Redacción Economía

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