Dólar sigue caro: ¿puede llegar a los $4.000?

Crédito: Colprensa / EL NUEVO DÍA
Si bien en el comienzo de la pandemia, la incertidumbre, la enorme caída de la producción en todo el mundo y el desempleo explicaron esa alza, ahora hay condiciones distintas que justifican este nuevo aumento.
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Aunque algunos sectores ganan con un dólar a precio alto, para la economía del país esta situación tiene unos efectos negativos que, según los expertos, podrían mantenerse por un tiempo, porque las circunstancias actuales apuntan a que la divisa estadounidense conserve su valor.

El pasado 27 de julio el dólar en Colombia registró uno de sus picos más altos de los últimos meses ($3.932) y se acercó a los niveles que había tenido al comienzo de la pandemia del coronavirus, cuando llegó a superar los 4.000 pesos, una cifra de la que había estado bastante lejos por muchos años.

Si bien en el comienzo de la pandemia, la incertidumbre, la enorme caída de la producción en todo el mundo y el desempleo explicaron esa alza, ahora hay condiciones distintas que justifican este nuevo aumento.

La mayoría de economistas coincide en que la devaluación tendrá efecto en buena parte de los productos de la canasta familiar, pues para su elaboración la industria alimentaria se vale de insumos importados.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en su más reciente informe de importaciones, reveló que, en lo que va de 2021, el país ha importado 650,6 millones de dólares en productos agropecuarios, alimentos y bebidas. 333,1 millones de dólares fueron destinados para la compra de combustibles y productos de industrias extractivas.

En la sección de alimentos e insumos agrícolas aparecen productos como: pienso (alimento seco) para ganado, cereales y preparados de cereales, café, té, cacao, especias, carne y derivados, animales vivos, legumbres, frutas, azúcar, miel, productos lácteos, huevos, aceites, grasas y tabaco.

Siguiendo la lógica de los técnicos y los especialistas en comercio exterior, estos productos estarían en la lista de artículos vulnerables de subir de precio. Así lo explica María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, AmCham Colombia.

“Hay varios productos de la canasta familiar que podrían aumentar de precio en la medida que usan insumos del exterior. Por ejemplo, el pollo, pues el maíz y la soya para alimentar a las aves viene del exterior; así mismo, productos agrícolas como algunas frutas, lentejas, leche en polvo, entre otros”.

Desde luego, varios artículos de la cadena de producción podrían subir de precio. El Dane reporta que, a mayo del año en curso, Colombia ha invertido 7.041 millones de dólares en maquinaria y equipo de transporte.

Lacouture añade a la lista de productos encarecidos electrodomésticos, automóviles, autopartes y combustibles.

“Otro efecto tendría que ver con el encarecimiento del turismo en el exterior, especialmente en aquellos países donde se ha fortalecido la moneda de destino. Estados Unidos y Europa son los ejemplos más claros”, apunta Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

 

¿De qué depende que el dólar siga subiendo?

Predecir qué ocurra con la tasa de cambio es imposible, pero sin duda, el avance de la pandemia y de la vacunación a nivel mundial parecen ser factores determinantes para observar el futuro del dólar en Colombia, pero también lo será el desempeño de la economía colombiana y mundial.

“El repunte de la inflación en Estados Unidos ha llevado al temor de una subida de los intereses, por lo que se hace más atractivo tener el dinero allí. También hay expectativa sobre lo que suceda en Colombia con la reforma tributaria, por lo que los inversionistas consideran otras opciones que ofrezcan más seguridad y estabilidad para sus recursos”, explica Lacouture.

El consultor económico y social Jorge Munévar añade el ambiente político colombiano, que por estos meses está visiblemente agitado de cara a las elecciones del año entrante. El también docente de la Universidad EAN sugiere que 3.500 pesos es la cifra ideal del precio del dólar, pues considera que sobre ese promedio las industrias han proyectado sus dinámicas de producción.

 

¿A quiénes les conviene que el dólar suba de precio?

En contraste con los importadores, los exportadores son quienes podrían percibir mejores ganancias con un dólar sobre los 4.000 pesos.

“Estamos exportando bastante desde el año pasado. Hemos presentado cifras positivas en carnes, animales vivos y leche. Entre más exportemos, más dólares recibimos y, al cambiar el dólar, recibimos más pesos”, afirmó Óscar Cubillos, director de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán.

A mayo de 2021, según Fedegán, Colombia ha exportado 20.762 toneladas de carne y despojos, siendo Chile, Hong Kong, Líbano, Egipto y Rusia los países que más consumen cárnicos colombianos. Cubillos señaló que, en promedio, tales ventas representaron ingresos superiores a los 170 millones de dólares.

En materia de lácteos, el país ha exportado 28.338 toneladas en productos como leche en polvo, quesos, lactosueros, yogur, mantequilla y leche líquida.

Aunque reconoció que los precios de producción se han disparado con la subida del dólar, dijo que un precio alto de la divisa estadounidense funciona como blindaje temporal contra el exceso de importaciones de productos de primera necesidad.

“Un dólar alto nos protege de importaciones de leche en polvo o de productos lácteos que el país ha estado importando de manera intensiva en los últimos años. En ese sentido, una tasa de cambio alta protege al productor local”, añadió.

Y si el turismo en el extranjero se convierte en una posibilidad cada vez más remota para los viajeros colombianos, el turismo local podría convertirse en uno de los motores que más estimule la generación de empleo y consumo interno.

“Se podrá incentivar el turismo receptivo para que más viajeros internacionales lleguen al país, para lo cual hay que enviar señales de confianza en cuanto a vacunación contra el Covid-19 y la implementación de medidas de bioseguridad en la cadena turística”, le dijo a Colprensa María Claudia Lacouture.

Credito
COLPRENSA

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