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Estrategias para incentivar la lectura y la escritura se gestan en la biblioteca pública Cañón del Combeima, ubicada en el sector de Villa Restrepo.
Mediante jornadas de películas, la creación de cuentos los miércoles, las clases de ajedrez los viernes y el acercamiento a la cultura musical de la región por medio de instrumentos como la guitarra, la flauta y el piano, le permiten a Nelson crear espacios de conversación y reflexión que ayudan a incentivar el interés por investigar así como por acercarse a los libros.
El comunicador social con énfasis en comunicación comunitaria, Nelson Lombana Silva, quien además integra la Corporación de Escritores del Tolima y aspira ser miembro de la Asociación Academia Tolimense de la Lengua, lleva seis años siendo bibliotecario en Ibagué, una función que le ha permitido impactar de manera positiva en la vida de niños, jóvenes y adultos.
En esta misma medida, cada ocho días visita la escuela Olaya Herrera, ubicada en la vereda los Llanitos, además de la escuela Nicolás Esguerra de la vereda Pastales con el objetivo de conectar a más niños a los espacios de aprendizaje que brinda la biblioteca.
La biblioteca es un espacio para todos, por ello Nelson comentó: “Los niños que participan en estas actividades van desde el estado de gestación hasta los 78 años, y en adelante, ya que no hay una edad para escribir, asimismo, desde el momento en que una mujer está embarazada se le leen algunos libros para estimular a esa nueva criatura que está por nacer”.
Para este bibliotecario lo más importante es que las personas vinculadas en la iniciativa logren conectar con un libro, y a partir de ello, construyan un hábito de lectura y además elaboren sus propios textos, pues la era de la digitalización durante varios años ha llevado a las bibliotecas a enfrentar grandes desafíos y él ha logrado llevar la delantera.
¿Por cuánto tiempo? No se sabe, pero lo más importante de todo es que sus asistentes sean grandes receptores, compartan con otros lo aprendido y en a mediano o largo plazo usen sus conocimientos para construir un mejor futuro.
Sumado a lo anterior, en medio de las diversas iniciativas aflora una, denominada ‘libros al viento’, un método que permite llegarle a lectores anónimos, los cuales pueden acercarse a la casita de madera que se encuentra en el parque de Villa Restrepo, tomar uno de los libros que reposan en el lugar y así darles un nuevo hogar.
“Algunas personas dicen que el libro ya pasó a la historia, pero resulta que no es cierto porque el libro sigue siendo fundamental en la formación individual y colectiva y todas las semanas se realizan una serie de actividades para estimular en los niños el deseo de visitar la biblioteca, y que ahí interactúe con el libro”, dijo Nelson.
Juramento
Un libro es una herramienta mágica, que en las manos adecuadas se convierte en ventana, trampolín, espejo, un rincón tranquilo y todo lo que su lector quiera que sea, por ello, este colectivo de nuevos lectores firmó un pacto de respeto por los libros, una forma de incentivar el buen uso y conservación de estos.
Así pues, la convocatoria realizada para el 2021 por la Administración municipal con la intención de hacer partícipes a los niños escribiendo un cuento, fue la excusa idónea para que Nelson pudiera desde la biblioteca del Cañón del Combeima fomentar la vocación por los libros.
Una vocación que ahora se proyecta a futuro como una gran oportunidad para elaborar un compilado de la historia del territorio escrita por niños, jóvenes al igual que adultos, y así dejar un legado que refleja a la región y los procesos que desde la biblioteca Cañón del Combeima se gestan.
"Es importante que se siga fomentando la lectura y todos entiendan que el libro es el mejor amigo del hombre, y leer es poder dialogar con personas serias temas importantes", Nelson Lombana.
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