Tonos oscuros, violetas, naranjas, derramantes líneas rojas, dolor, gritos y desconsuelo, son los matices usados por el maestro de las artes plásticas Jorge Soda, para reverberar más de 50 años de guerra en los que está inmersa la nación.

El proyecto que desde hace 40 años partiendo de un sentido social, usando un arma corriente como el lapicero, y sobre periódico entre otros tipos de papel, quedan plasmadas las jugarretas de la política para llevar la sociedad a la indiferencia frente las experiencias, sucesos y vivencias que permean sus vidas, territorios, al igual que desdibuja a las víctimas. 

Un golpe a la memoria, el derecho a justicia y la fragilidad humana que empieza a justificar todo acto que debería ser irreprochable. Pero donde su gestor tiene la esperanza de que la vida le alcance para retratar con la imborrable tinta de lapicero un cambio en el sistema político, que de esperanzas. 

Esa, que se está llevando las mutilaciones al último proceso de paz y sigue manchando con sangre las primeras planas de los periódicos y noticieros. Frente a ello Jorge Soda acotó “Sólo puede acabar cuando contribuyamos en la educación de nuestros hijos, acabemos con las directrices que forman las generaciones venideras y el diálogo sea fundamental”.

Por consiguiente, imágenes para la amnesia convida a ver y dimensionar en 10 series de obras cada una comprendida por una secuencia de pinturas, lo complejo de la política, la cual ha logrado calar en el sistema social, económico y cultural.

Vida

Al crecer como lo indica él, en la olla de Ibagué, una calle llena de putas, bares, drogas y hoteles, desarrolló un sentir social como crítico, el cual le permitieron comprender que los no gratos, además de cargar diariamente un sin número de etiquetas sociales, llevaban una vida no deseada, que se va reproduciendo de generación en generación por pura necesidad, pero como estrategia política de las grandes mafias para seguir enriqueciéndose a costa de los marginados.

Salió de la escuela a los 16 años, y por medio de correspondencia con el apoyo de su mamá quien era docente logró desarrollar varios cursos, así que cuando ingresó a la Universidad del Tolima ya contaba con tres títulos. Aunque su formación en diseño publicitario no culminó al considerar que la carrera iba en contra de sus ideales.  

Sin embargo, como asistente de pintura de la facultad de Bellas artes en la Universidad Nacional, adquirió la experiencia y conocimientos necesarios para perfeccionar su arte y ejercer como maestro de las artes plásticas. 

Jorge nunca se esforzó por conseguir el diploma que lo certifica como profesional, ya que no lo vio necesario, pues considera suficiente tener los saberes necesarios, pero reconoce que en la actualidad el sistema valora más el documento radicado que los conocimientos, lo ha impulsado según la visión del artista, mucho talento nuevo que se ha madurado biche dañando la esencia del arte.

Cultura  

A pesar de sentir que la cultura le permite volver a nacer, el maestro Soda cada vez la ve más caótica y requiriendo el apoyo conjunto de escritores, cantantes, pintores, teatro, cuenteros entre otros artistas, independientemente de su línea de trabajo.

Pues, en un principio consideraba que el Estado era sordo y ciego ante la cultura, pero con el estallido social del 2021, donde muchos artistas en Cali fueron reprimidos por dar a conocer la realidad del país desde el arte, lo impulsó a interpretar que la Institución encargada de respaldar la sociedad, ve la cultura y todo lo que la compone como un peligro sobre el cual quiere ejercer control.

Y aunque varias de las series reflejan ese ataque, la décima serie de sus obras, ‘cuando la música y la danza se subvierte’, los instrumentos lloran, una idea metafórica para referirse a la cuerda floja en la cual ha sido sometida la cultura en las zonas rurales, donde el desplazamiento forzado a invisibilizado esta. 

Crisis de la cultural

Desde su papel de artista, docente y padre siente que la cultura está en crisis y no de creatividad, si no académica, puesto que cada vez son más los artistas educados para vender.

Lo que conlleva a soportar su trabajo en un discurso promovido por el arte conceptual y no bajo la concepción de su obra en sí, sin permitir que el espectador sea quien cree su propio concepto sobre la obra.

Un ejemplo de ello es el banano que reposa en una galería de arte por considerarse arte, el cual no se comprende a simple vista sino después de leído o escuchado un discurso del por qué es arte.

Además, la etiqueta de capital musical sobre la que sopesa el nombre de la ciudad lo ve como un apodo debido al poco flujo de eventos y uso de espacios como la concha acústica, sin mencionar los que con el pasar de los años se perdieron. 

Para la amnesia 200 obras en vilo:

Un duelo congelado en el tiempo: homenaje a las víctimas que buscan que alguien deje la indiferencia y reaccione. 

Travesuras: obras de situaciones cotidianas donde la música y el arte toman relevancia sin olvidar lo político. 

Una mirada al entorno: representa el dolor y la tragedia, sugiriendo una mirada al sujeto para no seguir negando la posibilidad de ver.

Los tiempos no cambian: es una colección de fotos y escritos donde se ve que a pesar del paso de los años los medios registran lo mismo.

Posconflicto y otras guerras: muestra el desplazamiento, el dolor y la impotencia de ser despojados a sangre y fuego. 

Atrapados: plantea el poder de manipulación de las empresas tecnológicas para secuestrar las mentes. 

Pandemia rejas y ventanas: registra cómo el poder y el miedo fueron usados para someter. 

Iván más muertos: las imágenes narran los trágicos días del estallido social.

Los rostros del dolor y la memoria: sobre periódico impreso se dibujan las nefastas masacres para invitar a la reflexión.

Cuando la música y la danza se subvierte: los colonizadores solo dejan el llanto y dolor de la danza y los instrumentos musicales.

“Desde que el arte se volvió un negocio, obras políticas y contundentes no van a encontrar cliente, además, ahora que el arte conceptual se metió en el contexto artístico cualquier mierda es arte”, Jorge Soda.

Dato

El 23 de abril la exposición ‘Pandemia rejas y ventanas’ estará disponible al público en la Casa Teatro Camacho Rújeles.

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