En efecto, el joven Pedro Simón, de 23 años de edad, murió el pasado domingo en la Fundación Santa Fe de Bogotá tras permanecer dos meses en coma inducido, debido a las graves heridas que sufrió el pasado 10 de noviembre en zona rural de Pauna (Boyacá) en un atentado que estaba dirigido contra su padre. 

En esa oportunidad, otras tres personas murieron, entre ellas un menor de edad que resultó afectado tras la explosión de una granada. 

‘Pedro Orejas’ permanece recluido en la cárcel de Alta Seguridad de Picaleña, de Ibagué, desde el 22 de noviembre pasado luego de que fuera acusado en su finca del municipio de Muzo (Boyacá) bajo cargos de fabricación, porte y tráfico de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares, y supuestos nexos con grupos armados ilegales. 

Tras la muerte de su hijo, el polémico empresario, señalado de los últimos atentados contra el llamado ‘zar de las esmeraldas’, Víctor Carranza, ya fallecido, le pidió al Inpec permiso para asistir a los funerales de Pedro Simón, su único hijo varón. Incluso, sus compañeros de prisión iniciaron una huelga de hambre con ese mismo propósito. 

Sin embargo, un juez de Tunja le negó esa solicitud, pero a cambio le ordenó al instituto penitenciario trasladar desde la Funeraria Gaviria, del norte de Bogotá, hasta su celda en la Picaleña, el féretro del joven para que su padre pudiera despedirse. 

Así se hizo en la mañana del sábado. Bajo un amplio dispositivo de seguridad, patrullas del Inpec y de la Policía llevaron el ataúd con los restos de Pedro Simón hasta esa cárcel, en Ibagué, donde su padre lo recibió durante una hora. 

Fuentes judiciales dijeron que el permiso de salir de prisión a ‘Pedro Orejas’ se debe a que el nuevo Código Penitenciario y Carcelario prohíbe ese tipo de permisos cuando la persona está señalada de delitos que son competencia de los jueces especializados. 

Pedro Simón será sepultado hoy en la tarde en el parque cementerio Jardines de Paz, al norte de Bogotá, luego de que se cumpla la eucarística en la Parroquia Cristo Rey.