Melo vive en la manzana 14 y ayer estaba en la tienda frente a su vivienda, donde dijo a Q’Hubo: “Nadie ha llegado para hablar con nosotros, además tenemos la basura de ese día porque la empresa de aseo no se la llevó”, comentó.
La mujer añadió que en las bolsas hay fragmentos de los restos de las dos personas que murieron cuando llevaban un artefacto explosivo a bordo de una moto.
Los dos hijos de Melo también están afectados por lo sucedido: “Acá vive gente muy trabajadora”, aseguró.
“Cualquier ruido que se escuche, pensamos que se trata de una bomba”, afirmó.
Otros afectados
Jennifer Albana tiene dos meses de embarazo y vive con sus dos hijos y esposo. El día de los hechos tuvo que ser llevada al hospital porque sufrió una crisis nerviosa. “Estaba sirviendo el almuerzo cuando escuchamos la explosión”, narró.
Albana tiene esquirlas en la espalda, su hijo le indicó que no escucha bien y a los demás les duele la cabeza.
“Mi hija dice que no quiere vivir más en el barrio”. Allí llevan un año, en una casa de la manzana Ocho.
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