Tristeza por la muerte de Natalia Andrea

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La estudiante de octavo grado del colegio Santa Teresa de Jesús fue encontrada sin vida por su señora madre en su cuarto. La menor ibaguereña al parecer se ahorcó. Se dedicaba al patinaje, a la lectura y su última pasión fue el crossfit.

Natalia Andrea Borja Fajardo, de 13 años de edad, contaba las hojas del calendario porque se acercaba su cumpleaños.

Todos los días preguntaba qué le iban a regalar el 12 de septiembre, el día que cumpliría 14 años, pero lo que nunca supo es que su papá Guillermo Borja le obsequiaría una tablet, para que desde allí buscara los títulos de grandes obras de la literatura, escritos que la apasionaban.

Y fue precisamente leyendo un libro de historias de amor, cuando la vio por última vez su señora madre Maribel Fajardo Rodríguez, antes de encontrarla el pasado martes a eso de las 2:50 de la tarde sin vida.

Esta joven ibaguereña, deportista consumada, lectora incansable, alegre, buena amiga, gran estudiante, la hermana, la hija, la ahijada, dejó todo parado por una decisión fatal, que hoy enluta a sus padres y su hermano Juan Guillermo.

Natalia de 13 años, al parecer se quitó la vida ahorcándose en una de las habitaciones de su casa, ubicada en el barrio Varsovia de Ibagué, sector que hoy la recuerda por sus logros en el patinaje y los primeros avances en las rutinas del crossfit.

Sus parientes allegados no comprenden qué la llevó a tomar la determinación de perder la vida si lo tenía todo, unos padres que la amaban, un hermano que la protegía, unas compañeras de colegio que la admiraban. Era una chica según Juan Guillermo, su hermano mayor, “descomplicada, alegre, una buena estudiante, no se qué le pasaba, nunca nos dijo de problemas, no tenía novio, malas amistades”.

El momento

El pasado martes fue un día normal para Natalia Andrea, fue al colegio, llegó y almorzó tranquilamente, no demostró dolencias físicas o problemas personales. Sus allegados la recuerdan como una adolescente callada, que no demostraba inconvenientes en su vida.

“Almorzó normal, entonces me fui para el banco a una diligencia y ella se quedó leyendo un libro de literatura de historias de amor. Cuando llegué a eso de las 2:50 de la tarde, la encontré suspendida, la baje rápidamente y me la llevé a una clínica cercana a la casa, pero estaba sin vida”, dijo Maribel Fajardo, madre de la ahora occisa, quien aclaró que el deceso de su pequeña no fue porque ella y su esposo estaban separados.

La mujer con lágrimas en sus ojos, contó a EL NUEVO DÍA, que Natalia nunca le manifestó problemas personales. “Sufría de asma, enfermedad que tenía controlada con medicamentos, ella estaba en la edad de conocerlo todo, le inquietaban muchas cosas de la vida, porque quería conquistarla. Mi hija no se metía con nadie, en el colegio sus compañeras la querían”.

Sus sueños

 Natalia quería ‘comerse’ al mundo. A nivel deportivo ya había logrado sus medallas, tras seis años dedicados a esta disciplina deportiva.

A la vez, quería viajar a Estados Unidos, Europa y estudiar veterinaria, “amaba a los animales, adoraba los perros. Natalia era una niña dinámica. Recuerdo que le encantaba el cine y ella era quien organizaba las idas al cinema”, afirmó su madrina, quien pidió omitir su nombre.

Natalia, recordó su hermano Juan Guillermo, quería llegar lejos, ser la mejor en el patinaje, “quería soñar, viajar, estudiar, pero no se qué le pasó para tomar la decisión de dejarme solo”.

Las honras fúnebres de Natalia serán hoy en Ibagué. Su familia siempre la recordará, solo pide oraciones por el alma de ella y que la tengan presente por las cosas buenas que hizo, actos que dejaron huella entre quienes la conocieron. 

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios