Eran las 7 de la mañana cuando iba hacia la plaza, adonde trabaja vendiendo comida, y vio que de las casas vecinas salía humo, se asustó y, según cuenta, rápidamente el fuego llegó hasta su casa; al ver lo que sucedía, aunque arrojó agua con baldes, no pudo hacer nada para evitar que se quemaran sus camas, el televisor, el equipo de sonido y todos sus enseres.
“Es una situación muy triste ver cómo se pierden las cosas que se consiguen con tanto esfuerzo”, explicó la mujer. Ella vivía con su esposo y cuatro hijos, quienes desde anoche duermen entre las cenizas y restos de la casa.
Gina Andrea Zapata es una madre de dos menores de edad que también lo perdió todo y no tiene adónde ir, con su familia pasó la noche entre los escombros que dejó la conflagración.
Un llamado a la solidaridad
Las familias que habitan el sector afectado son de escasos recursos y lo perdieron todo, ahora hacen un llamado a la comunidad ibaguereña para que las ayuden.
“Perdimos mucho y no sabemos qué hacer, somos muy pobres; pedimos ayuda a quienes nos puedan colaborar”, explicó Marina Arce, familiar de los afectados.
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