Un balazo en la cabeza fue suficiente para quitarle la vida al taxista Edilberto Martínez Ruiz, de 34 años.

El conductor natural de Florencia (Caquetá) fue asesinado ayer en la tarde cuando transitaba por la variante que va del sector del Salado al aeropuerto Perales de Ibagué, luego de recoger a un hombre en el barrio Modelia, quien le solicitó que lo llevara al aeródromo.

El asesino, según algunas personas que lo vieron abordar el carro amarillo, no llevaba maletas y como señal física particular tiene quemaduras en su brazo izquierdo.

El crimen de Martínez sucedió a eso de las 3 de la tarde. Su agresor le propinó el disparo que le quitó la vida en el lugar de los hechos, luego huyó y ahora es buscado por las autoridades.

El ahora occiso conducía desde hacía tres meses el taxi, el cual no era de su propiedad, marca Hyundai Atos, afiliado a la empresa Megataxi, de placa WTM – 838, el cual quedó a un lado del carril en sentido al aeropuerto, con las luces estacionarias encendidas y Martínez agachado sobre el timón.

Jaime Trujillo, pariente del taxista dijo que trabajaba al día en el carro de servicio público y que nunca había reportado amenazas contra su vida.

“Era padre de dos hijos de 11 y 9 años, los cuales eran su vida, residía en el barrio Modelia y era un hombre trabajador”, sostuvo Trujillo.

De otro lado, Dora Edith Horta, esposa de la víctima afirmó que Edilberto desde hacía 12 años manejaba taxi. “Lo vi con vida por última vez al mediodía. El patrón le entregó el taxi a las 3 de la tarde y a la media hora nos llamaron, lo habían matado”.

Tenía antecedentes

Según los reportes de la Policía Metropolitana de Ibagué, Edilberto Martínez Ruiz, tenía antecedentes judiciales.

El coronel Óscar Antonio Gómez Heredia, comandante de la Metib, indicó que el conductor había sido capturado en el año 2010 en Bucaramanga por el delito de hurto, debido a que pertenecía en esa zona a una banda delincuencial.

A la vez, en el 2011 fue detenido de nuevo en Ibagué por el delito de hurto, tras comprobarse que pertenecía a una banda de atracadores quienes haciéndose pasar por policías atracaban a las personas.

“El taxista había salido de la cárcel de Picaleña el pasado 17 de junio, donde estuvo preso por el delito de porte ilegal de armas. Además se le adelantaba un proceso por el delito de concierto para delinquir”, expresó el coronel Gómez Heredia.

Las autoridades investigan los móviles del crimen. Por ahora se descarta que fuera un hurto, porque el taxista tenía sus pertenencias personales, el dinero del producido y el carro no sufrió averías.

“Estamos analizando si se trató de un ajuste de cuentas e indagamos para dar con el paradero del agresor”, manifestó el comandante de la Metib.