A las 11 de la noche Vanessa Pineda Medina llegó a su casa en el barrio El Tunal en Ibagué. A esa hora había un fuerte viento y llovía sobre esta zona de la Ciudad Musical. Su papá le abrió la puerta para que entrara, en ese momento cayó un rayo.

El ruido, según ella, fue tan fuerte que quedaron asustados. Pero el temor y el pánico crecieron cuando un gigantesco árbol que estaba a un lado de la casa de tejas de zinc, bahareque y esterilla se vino encima de todos y aplastó la vivienda.

Las 12 personas que a esa hora dormían, ocho hijos, el papá, los abuelos y una media hermana, entraron en pánico. El mundo para ellos, dice Vanessa, se les vino encima. Comenzaron a gritar, llegaron los vecinos y empezaron a rescatarlos de entre los escombros.

El primer impacto fue ver que don Héctor Gutiérrez, de 41 años, jefe de la casa, estaba herido, tenía una laceración en la cabeza. Pero los gritos se hicieron más fuertes cuando vieron que Angie Paola su hija de 13 años, presentaba una fractura de tibia en la pierna derecha y su hermana Jénnifer Catherine, de 15 años, se quejaba porque tenía golpes en diferentes partes del cuerpo.

El señor Gutiérrez y su hija Jénnifer fueron llevados de inmediato a la USI del Jordán, donde les dieron de alta, pero Angie Paola, quedó interna en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Federico Lleras Acosta.

Pero el drama no terminó. De la casa en ruinas continuaban saliendo las personas que a esa hora dormían, donde todo se perdió. Seguía lloviendo, hacía mucho viento, todo se quedó en silencio, cuando fueron a sacar a Jesús David y Adriana Lucía, los dos pequeños del hogar que dormían en el mismo cuarto.

El silencio se confundió con la borrasca. Los dos menores de 7 y 6 años de edad, estaban muertos, el árbol les cayó encima. Todo fue dolor, nadie podía creer, dice Angie, que los dos infantes quedaran debajo de las ramas, que habían a la vez destrozado todo lo adquirido durante 20 años de luchas por la familia Gutiérrez Medina.

Mala noticia

La única que no estaba en el momento de la tragedia era doña Cruz Helena, la mamá de las dos víctimas.

La mujer, en medio de su llanto, viendo su casa en ruinas, la que heredó de sus abuelos, afirmó que la noche de los hechos se encontraba en Bogotá, ciudad donde reside y labora en una pesquería.

“Vivo en Bogotá, porque quería un mejor bienestar para mi familia. Esta casa y el lote eran propios, no es una invasión, ni es ilegal, fue una herencia de los abuelos. Hace un mes vi a los niños por última vez, pero jamás pensé que los iba a perder de una manera tan trágica. No sé qué voy a hacer, este dolor es muy grande”, sostuvo la madre de familia.

Se enteró de la triste noticia porque su hija la llamó. “Mi patrón me trajo a Ibagué. Lo que quiero es una explicación de lo que pasó. Sabía que el palo que se cayó lo tenían que tumbar para evitar que se viniera encima de la casa. No se por qué no lo tumbaron a tiempo. Estaban esperando que unos niños murieran”.

Según la mujer, ayer su hija Adriana Lucía recibiría sus notas de primero de primaria y terminaría el año escolar en el colegio Ciudad Luz, mientras que a Jesús David este viernes iban a matricularlo en el mismo plantel educativo para ingresar en el 2015 a preescolar.

“Ayer le iba a comprar la ropa para que entrara al colegio el año entrante. Esto es muy triste saber que el niño que más se reía en la casa se nos murió, tenía tantas ilusiones de entrar al colegio”, dijo July Vanessa, su hermana.

La atención

Caído el árbol de Higuerón sobre la casa, hasta el lugar de la tragedia se desplazó personal del Comité Local de Emergencias junto a otras autoridades locales, quienes adelantaron el rescate de los cuerpos sin vida de los menores atrapados dentro de la vivienda.

Según vecinos de la familia afectada, a esa hora todos dormían y caía una fuerte lluvia acompañada por vientos

El capitán Miguel Parra, oficial de Bomberos de la ciudad, dijo que la tragedia se presentó en el sector del Hato de la Virgen entre los barrios El Tunal y Ciudad Luz. “La familia estaba dentro de su humilde casa, lo que hizo que la fuerza y el peso del árbol la destruyera fácilmente”.

Los residentes de la zona indicaron que la especie cayó justo en el cuarto donde estaban los dos menores de edad que fallecieron.

Por eso, hoy todo es dolor en El Tunal, los vecinos miran una y otra vez, los destrozos que dejó la caída de la especie. En la casa de los Gutiérrez solo quedaron las ruinas, los recuerdos y un profundo dolor que no lo repararan nunca.

El entierro de los dos pequeños será hoy en la iglesia Rosa Mística y los sepultarán en el cementerio San Bonifacio.

Infibagué responde

Piedad Consuelo Franco, gerente de Infibagué, se pronunció ante los señalamientos, donde se afirma que el árbol se cayó porque la entidad local no lo tumbó a tiempo a pesar de conocer las denuncias de la comunidad.

“Nosotros teníamos conocimiento que habían dos árboles de Caracolí, una palma y un árbol seco que estaban afectando a la comunidad, pero lo que no podíamos era cortar un árbol sin el permiso de Cortolima, en este caso el de Higuerón, que fue el que se cayó sobre la casa”, manifestó la funcionaria.

Recalcó que el ente municipal tenía orden de tumbar los dos caracolíes, la palma y el árbol seco. “Se derribaron la palma, un Caracolí y el árbol seco, pero cuando fuimos a tumbar el segundo Caracolí la misma comunidad nos dijo que no lo hiciéramos porque estaba en buen estado y así lo percibimos. Nunca nos dijeron que el Higuerón el cual causó la tragedia había que derribarlo y menos sin tener un permiso de Cortolima”.

Añadió que así consta en las actas que ellos poseen y que son de conocimiento de Cortolima y del Presidente de la Junta de Acción Comunal del Ciudad Luz.

El árbol de la discordia

En medio del dolor por la tragedia ocurrida a la familia Gutiérrez Medina, varios residentes en el barrio indicaron que meses atrás reportaron a las autoridades locales y a la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, que tres árboles, entre ellos el que se cayó, ponían en riesgo la vida de las familias, “esta era una muerte anunciada”, dijo Juan Carlos Castillo, residente en el barrio Ciudad Luz.

Algunos habitantes indicaron que la situación fue dada a conocer el pasado mes de enero. Pasaron los días y las especies no se cortaron lo que conllevó a que dos niños hoy perdieran la vida.

Ferney Valdés, presidente de la Junta de Acción Comunal indicó que solicitó a la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, se inspeccionara el estado de tres árboles que estaban amenazando con caer encima de las personas, razón por la cual presentó la petición al ente ambiental.

“Ante el riesgo hice la solicitud a Cortolima el pasado mes de enero, luego vino un ingeniero y revisó los árboles, entonces concluyó que había tres y una palma que se debían cortar. Se cortaron los dos árboles y la palma y el que quedó, que cayó sobre la casa, nunca se cortó”, manifestó el presidente de la Junta de Acción Comunal, quien recalcó que Cortolima había dado el aval para tumbarlos, pero no sabe por qué Infibagué no lo hizo.

Ante las denuncias de los ciudadanos, Cortolima en un comunicado a la opinión pública indicó que José Ferney Valdés Castillo, en su condición de presidente de la Junta de Acción Comunal de Ciudad Luz, presentó una solicitud de permiso de tala de un árbol que se encontraba en riesgo en el sector de la carrera Segunda Sur No. 82 – 36, parte posterior de esta residencia en el sendero ecológico que conduce a la urbanización del barrio El Tunal, solicitud identificada con Radicado número 1053 del 27 de enero del 2014.

Luego, el 29 de enero de 2014 (dos días después del radicado), Cortolima mediante Auto número 420 procedió a avocar conocimiento del trámite permisivo, vincular a Infibagué y a disponer la correspondiente visita técnica.

“Ese mismo día se ordenó la publicación del aviso y las comunicaciones que por orden legal se emitieron ante la Alcaldía, Personería y Concejo Municipal”, manifestó el comunicado, lo que conllevó a que el 19 de febrero de 2014, la Comisión Técnica de Cortolima, realizara la visita que fue atendida por el mismo presidente de la Junta de Acción Comunal y a quien en el mismo momento se otorgó permiso de aprovechamiento a tres individuos arbóreos (dos Caracolí de gran porte y un individuo ‘muerto en pie’ y una palma real).

Según Cortolima, al Presidente de la Junta de Acción Comunal se le entregó copia de la correspondiente acta de permiso para que se adelantará el trámite ante el Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué, Infibagué.

La Corporación Autónoma Regional del Tolima, lamentó el trágico fallecimiento accidental de los menores de edad y las lesiones de los demás integrantes del núcleo familiar gravemente afectados.