El susto que vivió Floresmiro Ballares, dice él, fue muy ‘berraco’. El taxi que manejaba ayer por la calle 32 con avenida Ambalá fue embestido por el automóvil Mazda LCI 714, conducido por un hombre en aparente estado de embriaguez.

“El señor del Mazda se cruzó la avenida Ambalá sin hacer el pare. Le dieron a mi taxi por el costado izquierdo y me lanzaron al poste. Trataron de escapar y por eso el carro de él quedó al otro lado de la avenida”, contó a EL NUEVO DÍA.

Tras el accidente de tránsito, el panorama en este sector de la ciudad no era menos peor, solo por milagro, decían los testigos.

En el carril de bajada de la avenida Ambalá quedó el taxi de Ballares. Las puertas traseras del vehículo quedaron como chatarra, por un lado, al haber recibido el choque del Mazda, y por el otro, la puerta que las autoridades tuvieron que romper para sacar a la única persona herida: una mujer. Esta persona fue remitida a un centro médico asistencial de la ciudad.

También en el lugar quedó el Mazda, pero en la calle 32. Testigos y el mismo Ballares dijeron a EL NUEVO DÍA que el vehículo particular quedó en ese costado porque intentó escapar. Gracias a la reacción de la comunidad este hecho se impidió.

¿Conductor ebrio?

“Dos personas están es borrachos, venían de Viveros (barrio) y se pasaron la avenida tranquilos. Otro carro que venía detrás mío tuvo que salir por otro lado para no chocar contra nosotros”, recordó el taxista.

Ballares insistió que el conductor del automóvil particular, Luis Carlos Arango Melo, iba en estado de embriaguez. En el lugar no se le practicó la prueba de alcoholemia

Una de las vecinas del sector, quien no quiso entregar su nombre, dijo que al hombre se le sentía el olor a licor.

EL NUEVO DÍA pudo conocer a través del perfil de Facebook de Arango Melo, que a las 5:17 de la madrugada subió una foto en la que se le ve acompañado de un hombre.

En la foto se aprecia además una botella de alcohol.