"Mil Caras" era buscado por las autoridades a nivel internacional desde el año 2009, convirtiéndose en uno de los principales objetivos del narcotráfico con perfil internacional para Interpol, Europol y las principales agencias antidrogas. 

Molina Vega era apodado el Mil Caras, debido a sus cambios de apariencia constantes con los cuales pudo evadir casi por 10 años los controles y búsquedas de las principales agencias antidrogas del mundo. 

El capturado empezó su vida delictiva siendo cabecilla del desarticulado "Cartel de Cartagena", el cual delinquía en la Costa Caribe colombiana entre los años 2004 y 2005; para este momento estaba siendo controlado por el “Cartel de la Costa”, desde esta época formó parte de organizaciones de narcotráfico. 

Los vínculos de Molina con el narcotráfico se involucran con los carteles de la mafia italiana, entre ellas la “Calabresa”, con influencia en el sur de Roma, y la “Camorra”, con influencia especialmente en Nápoles.