Acongojado y molesto estaba Carlos Enrique Tovar García, quien afuera de la unidad de salud de El Salado le dijeron que su esposa, Érika Susa Vanegas había perdido a su hijo, lo que calificó de negligencia.
Todo empezó el pasado miércoles en la mañana cuando al despertar la mujer sentía muchos dolores y sangraba por lo que fue al puesto de salud: “El médico le dijo que todo estaba bien, pero le aplicó una inyección para el dolor”.
Luego le dijeron que se podía ir para la casa y que al día siguiente, es decir, ayer, se hiciera una ecografía.
Sin embargo, horas después la molestia seguía, pero a las 2 de la madrugada la gestante no soportó y le dijo a su compañero que la llevara al médico.
Desesperado llamó a pedir ayuda al centro asistencial, pero le dijeron que no se prestaba el servicio de ambulancia.
Ante la situación, Tovar buscó a un familiar para poder ubicar un vecino del barrio Modelia que tuviera carro y poder trasladar a la mujer.
“Pasaron unos minutos y mi esposa salió a decirme que el médico le había dicho que el niño se murió”, aseguró Tovar.
La joven tuvo que ser hospitalizada y esperaban que fuera llevada a otro centro asistencial.
Ante la situación, Tovar buscó a la Policía y posteriormente llegó el Cuerpo Técnico de Investigación, que tomó la denuncia por presunta negligencia médica.
Los investigadores realizaron la inspección y llevaron la criatura a Medicina Legal donde determinarán la causas de la muerte.
Cifra
24 años de edad tiene Érika Susa Vanegas, quien esperaba a su segundo hijo.
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