¿La muerte de Sara se pudo evitar?

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Hace 11 meses a Sara Salazar Palacios la llevaron al hospital de Líbano, norte del Tolima, donde evidenciaron signos de maltrato y un mal estado de su salud. ¿Por qué no hubo una atención oportuna de las instituciones? ¿Quién omitió su responsabilidad?

En el informe que conoció EL NUEVO DÍA se supo que en mayo de 2016 a la pequeña Sara la remitieron de Armero Guayabal a Líbano donde los médicos le diagnosticaron que tenía una infección por la picadura de un animal, ojos morados, anemia severa, desnutrición y signos de maltrato, sin que se dejara un antecedente en la Comisaría de Familia que depende de la Alcaldía.

El protocolo ante un caso como el de Sara era que el establecimiento hospitalario debía poner en conocimiento el caso a la Policía de Infancia y Adolescencia, que a su vez reporta a la Comisaría de Familia y Fiscalía.

Sin bien es cierto que la Comisaría no depende del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, sino de la Administración local en este caso la de Armero Guayabal, por qué el Icbf no intervino para adelantar un proceso de restablecimiento de derechos.

Último reporte de Medicina Legal

El director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, reveló que la niña de tres años Sara Salazar, tenía múltiples señales de abuso sexual y maltrato infantil, tanto reciente como antiguo.

De acuerdo con Valdés, además, se encontraron signos claros de maltrato infantil, antiguo y reciente, así como un bajo peso y malas condiciones generales.

“De esta manera, el Instituto ha tomado todos los materiales de prueba y, por orden de la Fiscalía General de la Nación, se han tomado muestras biológicas a las personas que rodeaban a la menor”.

Valdés, explicó que la causa de la muerte, es un trauma craneano, derivado del maltrato infantil, y explicó que su muerte se considera un homicidio.

“El trauma no fue producido por un golpe, sino por maniobras relacionadas con zarandeo”, aseguró el médico.

Credito
EL NUEVO DÍA

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