“Pensé que mi hija se había muerto”, es lo peor que pasó por la mente de Johana Buriticá, cuando su pequeña sufrió un ataque y no reaccionaba. Buscaron ayuda y la encontraron con el sargento de la Policía Hernán Prada Oviedo, jefe cuadrante vial de Guamo, quien fue ‘usado por Dios’ para salvar a la niña.
Buriticá salió de Neiva (Huila) con su esposo, suboficial del Ejército, la hija mayor y la menor, Samyrah Alejandra Guzmán, quienes tenían como destino Armenia (Quindío).
“Ocurrió a eso de las 2 de la madrugada (de ayer) cuando estabamos entre Neiva y Espinal, y la niña sufrió un ataque: las piernas se le recogieron, se puso morada y empezó a temblar, en ese momento dije a mi esposo que se detuviera porque la niña se estaba ahogando”, aseguró.
Ambos se bajaron del auto para tratar de buscar una solución: “Se puso peor, porque de la boca y la nariz le salió sangre”.
La decisión más acertada para ellos fue regresar rumbo a Neiva, porque “minutos antes vimos un puesto de control de la Policía”.
Desesperada se bajó del automotor y pidió ayuda al patrullero Javier Caicedo y al intendente Hernán Prada Oviedo, éste último fue quien recibió la niña de 11 meses en sus brazos.
“Lo primero que le dijo a la señora era que su niña se estaba muriendo”, narró Prada, quien tuvo que improvisar y puso a la pequeña sobre la carretera: eran las 3:26 de la madrugada.
“Le tomé los signos vitales y la niña no estaba respirando, los ojos los tenía blancos, la lengua torcida y se la estiré y empecé a darle respiración boca a boca, pero no reaccionaba”.
El sargento, en sus 19 años al servicio de la comunidad, tuvo que cambiar de técnica de reanimación, pero cada segundo era eterno para él: “Pensé que la niña se me iba a morir”.
Pasados unos cinco minutos, la chiquita dio señales de vida, “fue una alegría muy grande y luego lloró”, contó el uniformado en medio de la emoción.
Le suministró un poco de agua con los dedos: “Le toqué los labios y la lengua, luego la abrigamos”, contó el sargento Prada, oriundo de Espinal.
La ambulancia llegó hasta el kilómetro 33 de la vía que comunica a Espinal con Guamo, y condujo a la paciente al hospital San Rafael, de Espinal.
En el centro asistencial los médicos le dijeron a Buriticá que su hija había sufrido una convulsión debido a una fiebre silenciosa.
Por criterio de los galenos ayer quedó hospitalizada, y la pareja espera poder continuar en su viaje.
Comentarios