Aunque la esperanza estaba en hallar con vida a Ricaurte, los parientes viajaron para el reconocimiento del cadáver. Era él, a quien encontraron amarrado y con signos de tortura.

La última vez que supieron de él fue el pasado jueves, cuando había salido de Ibagué en su motocicleta nueva y con destino a Espinal, donde comercializaría galletas.

La primera versión que tienen los familiares entregada por las autoridades es que lo habrían matado por robarle la moto. Sin embargo, ahora se debe analizar otras hipótesis.

Con base en la información entregada por las autoridades, el cadáver estaba en la vereda Pringamosal Los Pasos, de Guamo.