El joven, identificado como John Daniel Cano Vargas, de 17 años, vivía en la invasión La Esperanza, adonde llegaron los sicarios y lo ultimaron.

Amigos de la víctima lo levantaron y lo llevaron a un centro asistencial, pero llegó sin vida.

Los investigadores de la Sijín y el CTI adelantan las indagaciones para establecer los móviles y los autores del asesinato.