El sujeto de 37 años, quien estuvo somnoliento por unos medicamentos que se tomó en la mañana, luego de hablar con su abogado y sus familiares, aceptó los cargos por feminicidio agravado, homicidio agravado en la modalidad de tentativa y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.

La decisión fue sorpresiva, porque antes, ‘Pacha’ dijo durante la diligencia judicial que no aceptaba y había disparado contra el “desgraciado” porque lo había provocado.

Así ocurrió

Entre las 9:30 y las 10 de la noche del domingo cuando Robinson Vargas Forero ingresaba la motocicleta a la casa del barrio Ricaurte parte baja, llegó Diego Fernando Morales Molina, le disparó y lo hirió en la cabeza. Horas antes el detenido en sus seguimientos se había enfrentado con Robinson porque según él se había metido con su mujer, quien en el momento de los hechos estaba bajo los efectos de las bebidas embriagantes. En este momento, según el reporte médico, Vargas Forero está en estado vegetativo, tiene muerte cerebral y su estado es crítico.

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Luego, el agresor vio a Sandra Lucero, le disparó y le causó la muerte de manera inmediata. ‘Pacha’ huyó en la motocicleta hasta la carrera Quinta, número 23 - 130 del barrio La Libertad, donde encima de un tejado dejó abandonada dentro de una bolsa, el arma de fuego.

Además solicitó atención médica psicológica en el Hospital Federico Lleras Acosta, de allí se evadió hasta llegar al puente de La Variante de Ibagué, de donde lo rescataron porque intentó lanzarse de la estructura y lo volvieron a ingresar al mismo centro hospitalario.

Indicó la Fiscal, que el capturado ejerció actos de posesión con Sandra Lucero, premeditó el hecho violento, le cobró según él, porque creyó que la mujer sostenía una relación con Robinson, atentó contra este último porque se involucró con su expareja, a quien creía de su propiedad.

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El acecho

Reveló la Fiscal 11 Seccional de la Unidad de Vida, que la occisa Sandra Lucero Rodríguez sostuvo una relación sentimental durante dos meses con Morales Molina. Pero para el sujeto que fue capturado cuando salía del Hospital Federico Lleras Acosta, fue suficiente para empezar con su acecho contra la mujer.

Y es que apenas terminaron la relación, cuando aún vivía en la residencia donde tenía alquilada una habitación, el sujeto supuestamente la amenazó diciéndole que “si usted no vuelve conmigo, yo me mato”, se encerró en el cuarto y disparó en una ocasión. Ese hecho fue suficiente para que al lugar por el llamado de los familiares, llegara la Policía y ‘Pacha’ fue desalojado del inmueble.

Refirió la delegada del ente acusador, que hubo violencia psicológica como parte de la manipulación a la cual fue sometida la fémina. Según sus familiares, también hubo agresiones físicas que tampoco se denunciaron. Luego, a pesar de no ser pareja, siguieron los reclamos de Morales Molina, porque Sandra Lucero hablaba o salía con hombres o mujeres. Incluso, el hombre hablaba mal de ella y decía que la mujer era amante del cuñado.

‘Pacha’ siguió con su manipulación, grabó las llamadas que le hacía él a su progenitora donde le decía que por culpa de Sandra Lucero quería acabar con su existencia. Incluso le envió los enlaces de las noticias del feminicidio de Celmira Aguirre Ramírez ocurrido en la calle 15, el cual fue perpetrado por Luis Fernando Rodríguez Medina, quien acabó con su vida.

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Las llamadas y mensajes donde decía que se iba a quitar la vida se incrementaron el 1 de mayo, porque antes le enviaba videos de él masturbándose y otros de carácter sexual.

Por último, durante la solicitud de la medida de aseguramiento, se conoció que María Cristina Navarro, expareja de Morales Molina, abandonó la ciudad por las amenazas que recibió del hombre. Por estas razones, por solicitud de la Fiscalía y por la gravedad de los delitos y el peligro para la sociedad, la Juez Quinta de Control de Garantías envió a la Cárcel de Picaleña como medida preventiva a Morales Molina.

Extrajeron información

Durante la diligencia judicial, la Juez Quinta de Garantías legalizó la extracción de información del celular de Sandra Lucero, cuyo equipo celular entregaron las hijas de la occisa a los investigadores y donde hay fotos, videos y conversaciones que servirán para demostrar los ciclos de violencia que vivió la mujer por parte de Morales Molina. El equipo fue valorado por un perito de telemática de la Fiscalía.