Jorge Enrique Rojas pasará los últimos días de su vida tras los barrotes del Coiba de Picaleña, en el patio de la tercera edad, luego de ser condenado por el delito de feminicidio agravado, el cual cometió en contra de Edil Güiza de Rojas, su exesposa y madre de sus hijos, en hechos ocurridos el pasado 29 de agosto al interior de la vivienda ubicada sobre la calle 18 número 8-27 del barrio Interlaken.

Familiares de la víctima y el detenido se agolparon ayer en uno de los pasillos del tercer piso del Palacio de Justicia, a la espera de conocer el tiempo de condena que deberá pagar el responsable de la trágica muerte de doña Edil, quien falleció en el hospital San Francisco después de recibir al menos 15 puñaladas en su humanidad.

A puerta cerrada y con la presencia de uno de los hijos de la pareja, quien fungió como abogado de la víctima, se desarrolló la audiencia que dejó en firme el fallo de 39 años y ocho meses de prisión, en contra del adulto mayor.

Hechos

La pareja llevaba separada más de 33 años, pero en febrero la mujer decidió darle posada a su excompañero sentimental, debido a que supuestamente atravesaba una situación difícil.

No obstante, la estadía del hombre en el hogar, se convirtió en el ‘infierno’ de la familia, toda vez que según el relato de los parientes de Edil Güiza, eran frecuentes los maltratos a los que él la sometía.

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Es de recordar que el día de los hechos, el hombre fue hallado por las autoridades en una ventana de la residencia con el arma que habría usado para cometer el feminicidio que consternó a la ciudad y fue solo hasta el arribo de uno de los hijos de la pareja, que el hombre de 78 años accedió a abrir la puerta.

En ese momento, la mujer fue hallada con signos vitales, pero pereció en el centro asistencial como consecuencia de las lesiones.