Fiscalía imputó cargos por homicidio culposo a tres médicos tolimenses

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
Una doctora le habría aplicado a una paciente una sustancia que le ocasionó alteraciones de conciencia. Sólo la llevó siete horas después a urgencias en donde le volvieron a aplicar la misma medicación provocándole un paro cardiorrespiratorio que obligaba a atención especializada en la UCI, pero el médico de turno no la recibió porque no había camas disponibles.

Ante el Juzgado Séptimo Penal Municipal, con funciones de control de garantías de la Ibagué, la Fiscalía a través de un despacho de la Unidad de Vida le imputó cargos a tres médicos por el delito de homicidio culposo, por hechos que tuvieron lugar en el Hospital Federico Lleras Acosta en abril del año 2011, cuando al parecer, por negligencia médica permitieron que muriera una de sus pacientes.

Las investigaciones del caso dan cuenta de que los galenos habrían incurrido en varias faltas y omisiones de protocolos básicos en la atención que llevaron a la muerte de Beatriz Sandoval Guayara.

 

La consulta

La víctima de 44 años, según reposa en los expedientes de la Fiscalía, fue a consulta porque desde hacía 6 meses venía perdiendo peso de manera progresiva y sin explicación alguna, por lo que le mandaron a hacerse una endoscopia de vías digestivas altas, lo cual realizó de manera particular en el consultorio de la doctora Giovanna Suzette Parra Gil, el 31 de marzo de ese año.

Durante el procedimiento, Sandoval Guayara al parecer no tuvo tolerancia a la anestesia local por lo que la médica le sugirió sedación completa y ella accedió. Fue entonces cuando le aplicaron 2 miligramos de midozolam (benzodiazepina utilizada como ansiolítico o en procesos ligeramente dolorosos) y debía despertar entre una hora y dos horas después.

Sin embargo, la paciente tuvo problemas para hacerlo y presentó alteraciones de conciencia siendo llevada sólo hasta siete horas después por la misma doctora al hospital local de la ciudad, puesto que abría los ojos pero estaba en estado disociativo —sin hablar ni reconocer a nadie—.

La mujer entró por urgencias con diagnóstico de hipoglicemia prolongada por ayuno, por lo que fue dejada en observación para practicarle varios exámenes, entre ellos un tac cerebral en el que utilizaron la misma sedación que al parecer ya le había ocasionado un deterioro neurológico. El procedimiento lo realizó el doctor Javier Vanegas Betancourt, y momentos después la mujer sufrió un paro cardiorrespiratorio que fue asistido por él mismo galeno, quien logró estabilizarla. No obstante, horas después murió a la espera de haber sido ingresada a la Unidad de Cuidados Intermedios, puesto que no la llevaron por falta de camas, según reporte del médico de turno Álvaro Monroy Mosos.

Finalmente Monroy Mosos decretó la muerte cuatro horas después de haber sufrido el paro.

 

Negligencia médica

Para la Fiscalía, a la paciente nunca le fue suministrada la valoración especializada por medicina interna y neurológica, que se había solicitado de manera inicial a su ingreso por urgencias.

De igual manera encuentra una falla descomunal en la acción del médico Vanegas Betancourt, de haberle aplicado más medizolam para la realización del tac; sustancia que al parecer había alterado a la paciente y por lo cual había ingresado al hospital, y con la nueva aplicación acabaría por agravar su condición, siendo este un acto imprudente, lesivo y negligente.

Ninguno de los procesados aceptó los cargos y deberán seguir compareciendo al proceso.

Credito
EL NUEVO DÍA

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