El caso sucedió este fin de semana y quedó captado en un video aficionado. Presuntamente, la ingesta de licor y problemas personales sobresalieron durante la rumba de varias personas que estaban en el segundo piso del establecimiento nocturno.

Hubo ciudadanos que intentaron separar a los asistentes que se enfrentaban hasta con botella en mano, mientras los del primer piso miraban lo que sucedía. Otros prefirieron retirarse para evitar cualquier otra novedad.

Cabe recordar, que los bares y discotecas solo tienen permitida la atención al público si cumplen con los protocolos de bioseguridad, entre estos, mantener el distanciamiento de dos metros entre mesas y usuarios.