Riñas, venta de estupefacientes y alteración de orden público serían algunos de los problemas que enfrentan cada ocho días los residentes del corregimiento Junín en Venadillo.
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El pasado fin de semana no fue la excepción y tres personas resultaron lesionadas con arma blanca al parecer, en medio de hechos de intolerancia entre personas que consumían bebidas embriagantes.
El alcalde de Venadillo, Jorge Armando Cabrera, quien recorría la zona rural llevando regalos de navidad a los niños campesinos, se percató de esta situación que altera la seguridad del municipio. Por esa razón, convocó para mañana un consejo de seguridad extraordinario con autoridades departamentales, además decretó toque de queda desde las 6 de la tarde en esta zona durante la temporada de fin de año.
Credito
REDACCIÓN JUDICIAL
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