Fallece cuarta víctima de explosión de polvorería

Crédito: Archivo - EL NUEVO DÍA
La tragedia de la explosión de la polvorería del Líbano aún no termina. Ayer en la tarde, en el hospital Simón Bolívar de Bogotá, falleció Guillermo Andrés Castellano Castillo, uno de los siete pacientes que había sido trasladado a la capital de la República con quemaduras en más del 80 por ciento del cuerpo.
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Con el deceso de Guillermo Andrés, de 35 años, ya son cuatro las personas fallecidas a causa del lamentable hecho por el que se decretaron tres días de duelo en la población.

Otra persona continúa en cuidados intensivos.

La explosión ocurrió el pasado jueves 17 de diciembre a las 4:30 de la tarde. En total fueron 18 trabajadores los lesionados, tres murieron el día de la tragedia, entre ellos un menor de 14 años.

Las cuatro personas fallecidas debido a las quemaduras han sido: Óscar Danilo Salgado, de 14 años; Jhon Janner Martínez, de 23 años; Manuel Soler, de 63 años, y uno de los propietarios de la polvorería, y Guillermo Andrés Castellano Castillo, de 35 años.

Solo trabajó cuatro días en polvorería

Las quemaduras que la pólvora le causó a Jhon Janner Martínez, de 23 años, le permitieron vivir solo cuatro horas después de la explosión. El jueves hacia las 8:30 de la noche, cuando los médicos del hospital del Líbano preparaban su traslado para Bogotá, el joven presentó complicaciones y falleció. Fue la segunda víctima mortal.

Jhon Janner llevaba apenas cuatro días trabajando en la polvorería de la familia Soler. Era agricultor, pero como necesitaba dinero para los regalos de Niño Dios para su familia y en especial para su bebé de nueve meses, decidió trabajar haciendo juegos pirotécnicos. La meta era ganar en 15 días, unos 450 mil pesos.

“Sabíamos que era un trabajo riesgoso, pero quién va a saber lo que a uno le va a pasar. El domingo 13 de diciembre nos reunimos en la casa de mi mamá y acordamos que el 24 nos reuniríamos en el Líbano y el 31 en la finca, vía a Murillo, donde él vivía con los suegros, la mujer y la bebé (...) ese día estaba muy alegre, como siempre, y hasta mató los pollos para el almuerzo”, dijo María del Pilar Robayo.

Credito
Q'HUBO - EL NUEVO DÍA

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