No obstante, fue absuelto por las conductas punibles de violencia intrafamiliar y secuestro simple agravado.

Los hechos

El hoy condenado, de manera sistemática, empezó a abusar sexualmente de su hija. El hombre además golpeaba a su compañera sentimental, que tiene un tipo de discapacidad y quien también era víctima de malos tratos.

En una oportunidad, el pervertido luego de discutir con ella, la amarró a su cama, la obligó a tomar unas pastillas mientras ella escuchaba los gritos de auxilio de su hija. El sujeto encerró en otra habitación a la menor de edad y presuntamente mientras su progenitora dormía maniatada, abusó carnalmente de la niña.

En otra ocasión, amarró a la niña a un árbol de guayaba y la dejó ahí toda la noche porque supuestamente iba mal en el colegio. Ese día una vecina fue testigo del terrible hecho. Incluso se conoció que el sujeto asediaba e intentó tocar de manera indebida a la hija de la mujer.

En otra oportunidad, el sujeto incluso obligó a su esposa e hija a bailar para él mientras se quitaban la ropa y luego las sometió a tocamientos en sus partes íntimas y las amenazaba con matarlas o quitarles la cabeza si denunciaban el caso ante las autoridades.

Las secuelas

Durante el juicio oral en contra del ‘Monstruo de Cajamarca’, que se efectuó ante el Juzgado Primero Especializado de Ibagué, se conoció que la menor de edad víctima fue inscrita en un colegio, al cual asistió de manera esporádica, así que estaba desescolarizada y en estado de abandono grave.

La niña de siete años, para la época de los hechos, fue valorada por los médicos y se conoció que tenía una enfermedad de transmisión sexual.