"Desmovilizados se volvieron comodín para todos los males del país"

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Alejandro Éder Garcés, alto Consejero para la Reintegración, hace un balance de la política de reinserción en el Tolima, pide más apoyo de los empresarios y llama a dar oportunidades a los desmovilizados para poder construir la paz en nuestro país.

EL NUEVO DÍA: ¿Cómo está el proceso de desmovilización en el Tolima?
ALEJANDRO ÉDER GARCÉS: En el Tolima hay actualmente 809 participantes en el proceso de reintegración; el 70 por ciento es de desmovilizados de la guerrilla y el 30 restante, de desmovilizados de grupos de autodefensas.

END: ¿En qué tiempo se han dado estas desmovilizaciones?
AEG: Las desmovilizaciones de las AUC se efectuaron todas entre 2003 y 2006; las desmovilizaciones de la guerrilla iniciaron en 2003 y siguen ocurriendo, entre cinco y seis integrantes de las FARC y el ELN todos los días.

END: Tolima es epicentro de los cuestionamientos sobre las falsas desmovilizaciones. ¿Cómo ve este escándalo?
AEG: Lo primero que hay que entender es que un proceso de desarme, desmovilización y reintegración es sumamente complejo. Puede ocurrir que haya personas que ingresen a estos procesos y no hubiesen pertenecido a grupos, como ha podido ocurrir con otros programas sociales como Colombia Humanitaria o con la ayuda luego del terremoto de Armenia.

END: Pero acaban de imputar cargos al general Lelio Suárez Tocarruncho por Cacica la Gaitana...
AEG: Ese es un tema que hay que ponerlo en perspectiva. De Cacica la Gaitana estamos hablando de 62 desmovilizados, de los que están cuestionados 30. Y estamos hablando de una población desmovilizada total de 55 mil personas. O sea, si bien es bueno que estén adelantando las investigaciones para ver si hubo algún acto ilegal cometido en esa desmovilización, hay que entender también que este es un caso muy pequeño dentro de un proceso muy grande que ha dado unos resultados muy importantes para el país.

END: Tampoco el de Cacica la Gaitana es el único caso...
AEG: No es el único, pero no es un problema generalizado; si bien ocurre, el proceso de reintegración tiene una serie de filtros de ingreso con los que no cuenta ningún otro programa de esta índole del Estado.

END: Hay desmovilizados que se quejan de que el Gobierno no les está cumpliendo....
AEG: El proceso de reintegración no es un premio, es una oportunidad que las personas reciben para mejorarse y consiste en atención psicosocial, formación académica y formación para el trabajo.

Si las personas cumplen con esos tres componentes, pueden recibir apoyo económico para reintegración y eventualmente recursos para montar un proyecto productivo. Lo que uno ve después de nueve años de esta política, es que hay literalmente miles de desmovilizados que han cumplido y que hoy están reintegrados a la sociedad.

END: ¿Y qué hay de los desmovilizados capturados cometiendo delitos?
AEG: Infortunadamente hay unos desmovilizados que vuelven a actividades delictivas, pero estamos hablando de una minoría de ellos. Los cálculos nuestros, e inclusive de algunos de los más duros críticos del proceso de reintegración, son de que entre el 12 y 15 por ciento de la población desmovilizada ha vuelto a algún tipo de crimen que puede ir desde inasistencia alimentaria hasta homicidio o delitos más graves, lo que significa que el 85 por ciento de la población está cumpliendo con el proceso de reintegración.

END: Autoridades de algunas ciudades con una situación grave señalan como responsables a los miembros de  las bandas conformadas por desmovilizados. ¿Sigue siendo eso un riesgo latente?
AEG: Eso es un mito que está ahí latente y le doy un ejemplo claro: la gente imagina que las bandas están conformadas en su totalidad por desmovilizados, pero hace unas semanas se sometió a la justicia la Erpac en el Meta, donde se entregaron a la justicia 289 integrantes de esta banda, de ellos 14 desmovilizados, es un poco más del cinco por ciento del total.

Si uno ve los informes de inteligencia y otras capturas, esas bandas están conformadas en su minoría por desmovilizados, lo que quiere decir que esas organizaciones tienen capacidad de reclutamiento y están entrando personas jóvenes a conformarlas.

END: Entonces, ¿no ha habido rearme de bandas emergentes con la participación de desmovilizados?
AEG: Infortunadamente la gente en el país especula mucho y somos mal pensados. Le doy otra cifra para que juzgue por sí mismo: en el Tolima la Policía efectuó dos mil 300 capturas por todo tipo de delito en 2011, de esas 23 eran a desmovilizados, el uno por ciento; entonces uno ve que la mayoría de desmovilizados está cumpliendo con su compromiso de sostenerse en la paz, el hecho de que algunos pocos vuelvan a la criminalidad: eso no debe afectar la imagen y reputación de los demás.

END: Pero las FARC también siguen reclutando...
AEG: Uno de los efectos no deseados de los éxitos de la política de seguridad democrática en los últimos nueve años es que la guerrilla se ha visto debilitada, inclusive en su capacidad de reclutamiento; por esto ha recurrido al reclutamiento de menores.

Lo que ha hecho el Estado colombiano es implementar una política integral de prevención al reclutamiento, en la que participan varias agencias, una de esas es la ACR que dirijo.

END: ¿Qué estrategias se está adelantando?
AEG: Tenemos una iniciativa que se llama 'Mambrú no va a la guerra', que ha sido muy exitosa en el Tolima; y lo que hace esta estrategia es que trabajamos con grupos de jóvenes y grupos comunitarios para hacer programas donde los muchachos y niños puedan ocupar su tiempo, justamente para que no se los lleve la guerrilla.

El Ministerio de Defensa tiene una campaña muy amplia para impulsar las desmovilizaciones, por radio y televisión, a través de panfletos que tiran desde aviones en la selva invitando a los integrantes de la guerrilla a dejar las armas y volver a la vida civil.

END: ¿Qué dice a las personas que no se han desmovilizado por miedo a las represalías de las FARC?
AEG: A quienes tienen temor porque en la guerrilla les dicen que los van a torturar o matar a sus familias, les digo que no crean eso, que sigan el ejemplo de más de 20 mil guerrilleros que han dejado las armas y hoy están en proceso de reintegración, o ya reintegrados a la sociedad.

END: ¿Qué cifras tiene de desmovilizados asesinados?
AEG: Infortunadamente eso ha ocurrido, pasaba mucho al inicio del proceso cuando hubo la desmovilización de las AUC, por ajustes de cuentas y venganzas, pero ese es un problema superado. Hay otros problemas asociados a la reintegración que son más notables y ocurren a menudo.

END: ¿Cómo cuáles?
AEG: Hay centenares de casos de desmovilizados que se han reintegrado, consiguen un trabajo en el sector formal de la economía o un trabajo legal en el sector informal y que son buenos trabajadores, pero llega un momento en que sus jefes o compañeros de trabajo se dan cuenta de que son desmovilizados y los despiden por esa simple razón.

END: ¿Ha faltado apoyo de los empresarios?
AEG: Con el sector privado tenemos una relación que está avanzando, ya hay 46 empresas que trabajan directamente con nosotros y dan trabajo a desmovilizados aquí en el Tolima, pero no es suficiente.

Necesitamos más apoyo y más compromiso, porque son muchos los desmovilizados que están volviendo a la legalidad y como sociedad es importante que les demos esa posibilidad para poder construir la paz en nuestro país.

Hago un llamado a los empresarios tolimenses a que no juzguen a alguien por el simple hecho de ser desmovilizado: si lo van a contratar que sea porque se lo merece, no porque sea desmovilizado, y si lo van a despedir, que sea porque no es buen trabajador, no por el simple hecho de ser un desmovilizado.

END: A propósito, en Ibagué ha habido controversia por un grupo que presta seguridad en la Tercera y en algunos otros sectores de la ciudad. ¿Qué conoce de este tema?
AEG: Ese es el mismo problema que le mencionaba, que a los desmovilizados les echan el agua sucia. Yo ya supe de eso, hay unos supuestos desmovilizados que se hacen llamar 'Los Niches' y son celadores, pero a la hora de preguntar cuáles son los nombres y nosotros revisar si son desmovilizados, no existen, todo es especulación.

El problema es que los desmovilizados se volvieron un comodín para todos los males del país, pero recordemos lo que era Colombia, Tolima o Huila en 2002; hemos avanzado mucho y gran parte de ese avance se debe a que decenas de miles de compatriotas nuestros han dejado las armas buscando una nueva vida en la legalidad.

END: ¿Las autoridades regionales y locales si están comprometidas?
AEG: Han sido muy receptivas, entienden la necesidad y la importancia de esta política, inclusive han incluido la política de reintegración en sus planes de desarrollo.

END: Las FARC han reiterado que quieren negociar, pero han aclarado que negociar no es una rendición y desmovilizarse. ¿Qué opina?
AEG: La desmovilización es una realidad, la desmovilización y reintegración son una forma de construir un país en paz desde la legalidad y nuestro país está hastiado de la violencia.

Para resolver los problemas de pobreza en Colombia no es necesario cargar un fusil, la violencia en nuestro país para alcanzar los cambios sociales ya no es necesaria, todo el mundo puede llegar al poder a través de la democracia.

Está el ejemplo de Gustavo Petro, que era militante y comandante del M-19 y hoy es alcalde de Bogotá, lo mismo Antonio Navarro Wolff. Lo que necesitamos es la paz para que pueda haber inversión efectiva y Colombia pueda salir adelante.

La cifra
320 mil pesos mensuales recibe, en promedio, un desmovilizado como ayuda durante el proceso de reintegración a la vida civil.

Credito
EDWIN BALLESTEROS

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