Trece años después de haber sido condecorado con la medalla al valor por fugarse de las manos de la guerrilla que lo había secuestrado, el soldado profesional Martín Adolfo Londoño busca el reconocimiento como víctima del conflicto armado.

"Fui secuestrado por el frente 34 de las FARC el 25 de noviembre de 1999 en Antioquia, jurisdicción del batallón Cacique Nutibara del municipio de Altamira;  fue una experiencia que uno no se la desea a ningún compañero. En el caso mío tomé la decisión y Diosito me iluminó para tener el valor de volarme. Lo único que me reconocieron fue que me condecoraron y para mí es muy triste haber sido víctima de secuestro y lo tengan a uno en el olvido", dice Martín que actualmente tiene 37 años y se desempeña como conductor en la Sexta Brigada del Ejército.

Hernando Vaca, natural de Boyacá y con 27 años de edad, resultó afectado en un campo minado hace aproximadamente dos años y medio en el corregimiento el Limón cuando patrullaba en ese sector del sur del Tolima. La mina antipersona que pisó lo dejó parcialmente ciego al perder la vista izquierda, le fracturó la mandíbula, le perforó el oído izquierdo, le afectó su mano izquierda y en este momento está en espera de la junta médica.

"Tomé la decisión de visibilizarme porque me siento víctima del conflicto armado; a mí me afectaron y me parece bueno que a los soldados nos tengan en cuenta, que nos den la oportunidad de estudiar, pues ya que como le dicen a uno acá que somos hechos para la guerra y nada más, pero como nosotros ya no servimos, entonces podemos aprender otras cosas y seguir aportando a la patria", afirma Hernando que continúa activo como soldado profesional.

Martín y Hernando, al igual que otros miembros de la Fuerza Pública que se consideran víctimas del conflicto armado, participaron el jueves en el Cantón Pijao en la primera Mesa de Víctimas Militares a nivel nacional, que contó con la presencia de delegados de la Unidad de Atención y Orientación a las Víctimas, la Secretaría de Bienestar Social de Ibagué y la Mesa Defensora de Derechos Humanos, además del respaldo de la V División del Ejército.

"Este es el proyecto piloto de la implementación de la Ley de Víctimas a favor de los militares del conflicto armado; ellos en su condición de víctimas tienen derecho a acceder a todos los beneficios en igualdad de condiciones como las víctimas civiles en educación, oportunidades laborales, emprendimiento, capacitación, acceso a vivienda", señaló Nubia Flor Russi, coordinadora de la Mesa de Víctimas.

Lo único que diferencia a los militares de las víctimas civiles es que la reparación es asumida por el Ministerio de Defensa y no por el Comité para la Atención y Reparación a las Víctimas de la sociedad civil, según explicó Russi.

La Mesa se instaló con 18 militares víctimas del conflicto armado que iniciaron el proceso de calificación y reconocimiento de sus derechos, además de escogerse el primer delegado al Comité de Justicia Transicional del Municipio de Ibagué.

El comandante de la Sexta Brigada, coronel José Martín Sandoval Moncayo, llamó la atención que los civiles no son las únicas víctimas del conflicto armado. 

"Nosotros (los militares) somos unas de las principales víctimas del conflicto armado, especialmente en lo relacionado con las minas antipersonas, soldados que caen en campos minados y son mutilados, que han sido víctimas de secuestro; queremos que estos soldados sean tenidos en cuenta y se reconozca el trabajo de estos hombres que de una u otra manera han dado la vida por la Institución y por la patria", señaló el coronel Sandoval.