En la audiencia pública sobre el uso del mercurio en la minería citada por la senadora Maritza Martínez, ponente del proyecto de ley que establece la erradicación de dicho elemento químico, el senador Jorge Enrique Robledo aseveró que el problema tiene más complicaciones, por lo que no caben las soluciones prohibicionistas. 

“Proscribir drástica e intempestivamente el uso del mercurio en las explotaciones auríferas acabaría de raíz con la pequeña y mediana minería”, afirmó Robledo. 

El parlamentario propuso que en vez de una ley prohibicionista se busquen alternativas viables y de acompañamiento a los mineros, como lo propone Pnuma,  Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas. 

Y añadió que en el caso de municipio de Segovia, Antioquia, que en tan solo dos años pasó de 13.6 microgramos de mercurio por metro cúbico en el aire en 2010, a 2.85 en noviembre de 2012, allí se ha desarrollado un proyecto piloto liderado por las Naciones Unidas y las autoridades regionales para reducir los usos y efectos nocivos del mercurio. 

Robledo concluyó que la pequeña y mediana minería no es una actividad criminal y de ella viven en Colombia más de medio millón de personas. Repitió la frase del cura párroco de Caucasia, “sin minería no hay economía”, la del comandante del ejército en el Bajo Cauca, “la mayoría son personas de bien”, e invitó al Gobierno nacional a que cese en su empeño de borrar del mapa a los pequeños y medianos mineros.