Lo que se esconde detrás de la ‘pataleta’ chavista

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Muchos sectores tildan de inmadura la reacción del presidente Nicolás Maduro, situación que ha sido aprovechada por la oposición para ganar puntos en el escenario internacional.

La reacción del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante el encuentro entre el mandatario colombiano Juan Manuel Santos y el opositor del chavismo Henrique Capriles fue calificada en el vecino país como una muestra de inmadurez y un intento para distraer a la población. 

Es que la crisis en la República Bolivariana se ahondó desde que los apretados resultados electorales dieron como ganador al ‘hijo’ del fallecido presidente Hugo Chávez y no fueron reconocidos por la oposición.  

A ello se suman las divisiones internas del chavismo puestas en evidencia por el audio revelado el pasado lunes 20 de mayo, así como algunas columnas de prensa que cuestionan la alianza con el Partido Comunista Chino y el viraje hacia la socialdemocracia.  

Todos esos factores hacen que la estabilidad del gobierno de Nicolás Maduro sea muy precaria para una administración que apenas inicia y que tiene que enfrentar serios problemas.  

Entre esos, el de la inseguridad personal, primer punto en la lista de preocupaciones de los venezolanos según todos los sondeos de opinión. 

La economía no anda bien  

El frente económico está agitado. La inflación durante los primeros cuatro meses de 2013 es de 12.5 por ciento, siendo en el renglón los alimentos de 16.2 por ciento.  

A lo que se une un índice de desabastecimiento que el Banco Central de Venezuela ubicó en abril en 21.3 por ciento el más alto de la historia.  

La situación ha hecho que los venezolanos tengan que recorrer varios establecimientos comerciales y hacer largas y tediosas colas para poder surtirse de bienes tan elementales como la harina de maíz, el pollo, los quesos, el café, el azúcar o el papel higiénico. 

Política revuelta  

El lunes 20 de mayo el diputado opositor Ismael García hizo público un audio donde Mario Silva, moderador del espacio televisivo La Hojilla, le presentaba un informe a un supuesto agente del servicio secreto cubano.  

Silva no es un simple trabajador del canal oficial Venezolana de Televisión.  Fue candidato del PSUV (partido oficialista) a la gobernación de Carabobo en 2008, es miembro de la dirección nacional de ese partido y ha fue considerado, por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, como hombre de absoluta confianza.  

En el referido audio, Silva acusa a Cabello de ansias de poder y dinero y de adelantar acciones para sabotear al Presidente.  

Señala que el diputado alienta conspiraciones desde las Fuerzas Armadas y que tiene el control de policías y algunos altos miembros del Ejército.  

Sobre la grabación, Nicmer Evans, politólogo afecto al chavismo, se mostró partidario de que se adelantara una investigación parlamentaria “para superar las dudas” de la militancia, que está “perturbada” no solo por la muerte de Chávez sino por decisiones tomadas en la “conducción del proceso revolucionario”.  

En cuanto al inconveniente con Colombia, Evans señaló que “lo importante no es que Santos se reunió con Capriles, sino que recibió a alguien que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente”.  

A su juicio, el presidente colombiano nunca ha jugado claro con Venezuela y solo recompuso las relaciones por el interés comercial para su país. “Santos es menos ‘trucutru’ que Uribe, pero es harina del mismo costal”, asegura.  

Miguel Manrique, exdirector de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela, considera que la reacción del gobierno por la visita de Capriles a Santos es una muestra de inmadurez. Le parece una respuesta desproporcionada, pues “hay muchas cosas en juego”. 

Credito
COLPRENSA

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