Condolencias ante la muerte de Gómez Gallo

FOTOS JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Rodeado de políticos, familiares y amigos, el cuerpo de Luis Humberto Gómez Gallo permanece en cámara ardiente hasta hoy, día en que se cumplen las honras fúnebres.

Muchos fueron los sentimientos que despertó Luis Humberto Gómez Gallo a lo largo de su carrera política. Ayer todos confluyeron en uno.

La tristeza y el infortunio de haber perdido no solo a un amigo, padre, esposo sino para muchos, un dirigente político que, en su momento, fue la renovación del partido Conservador en el Tolima, predominaron en el centro de convenciones Alfonso López Pumarejo.

El cuerpo del excongresista permanecerá en Cámara ardiente hasta hoy, día en que se llevarán a cabo las exequias en la Catedral de Ibagué. Su madre, Cielo Gallo, lo dispuso así con el ánimo de que sus allegados tuvieran la oportunidad de despedirse.

Gómez Gallo murió a causa de un infarto fulminante el 25 de diciembre, mientras se encontraba en el Club Campestre de Ibagué con su hija Manuela y su amigo, el secretario Administrativo de Ibagué, José Adrián Monroy.

Lo que quedó...

Uno de los primeros en hacer presencia en el salón, fue el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón, quien expresó sus condolencias a la familia y amigos del expresidente del Congreso.

“La verdad es una noticia lamentable para el Departamento (...). Reitero mi solidaridad con la familia Gómez Gallo y mi reconocimiento a un hombre que hizo una gran carrera política, de concejal a senador y de allí a presidente del Congreso de la República”, dijo el mandatario.

Delgado Peñón agregó que este es un buen momento para deponer las retaliaciones y las diferencias que existieron. Al tiempo que recordó que uno de los últimos encuentros con el exsenador fue en Valledupar.

El representante a la Cámara, Jaime Yepes (de La U) por su parte, dijo recordar a Gómez Gallo como un amigo. “Era una persona que cuando le entregaba a uno el fruto de la amistad era profundo. Era una persona de mucho reconocimiento. (...) que cuando estuvo en lo alto del Congreso ayudó a gestionar mejoras para el Tolima”.

Uno de los que más contó una que otra anécdota de Luis Humberto, fue el también representante conservador Alfredo Bocanegra. “Para un amigo que conocimos desde la infancia, siento un vacío inmenso, porque vienen los recuerdos de juventud en la plazoleta, de los partidos. Vivíamos a media cuadra”.

Bocanegra refirió que su amistad con Gómez Gallo fue de carácter personal y no de política. “Luis Humberto me llevaba dos años y recuerdo que no teníamos cómo comprar libros, y logramos convencer al maestro Humberto Uribe que nos prestara de a uno. Ese libro tenía que leerlo Gómez Gallo en dos semanas y luego me lo debía pasar, y así pasó”, evocó el conservador.

Entra tanto, el senador Efraín Cepeda lamentó el fallecimiento del excongresista conservador y expresó su solidaridad a la familia del difunto.

“Es una pérdida no solo para el Tolima, sino para el Partido Conservador en general, ya que gracias a su gran carisma se convirtió en uno de los líderes indiscutibles que se destacó como un férreo defensor de sus principios.

“Su incansable trabajo lo llevó a fortalecer la presencia conservadora del Tolima, al punto de convertirse en el jefe indiscutible del Partido en este Departamento”, expresó a través de un comunicado el Senador.

El polémico exsenador Gómez Gallo

 Hace siete meses, el excongresista había recobrado la libertad tras permanecer recluido en la cárcel. Gómez Gallo pagaba una condena por sus nexos con grupos paramilitares en el Tolima.

Gómez Gallo, quien ejerció como presidente del Congreso entre 2004 y 2005, cuando Álvaro Uribe era el Jefe de Estado, fue señalado por varios desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia de haberse reunido en tres oportunidades con paramilitares del Tolima, además de que recibió dinero del extraditado narcotraficante Eduardo Restrepo Victoria, alias ‘El Socio’, señalado a su vez de haber financiado el Bloque Tolima de las AUC.

Gómez Gallo fue capturado el 10 de diciembre de 2007 por esos hechos; renunció entonces a su curul en el Senado para no ser investigado por la Corte Suprema de Justicia. Su proceso pasó a la Fiscalía, la cual consideró que las pruebas no eran suficientes y ordenó su libertad el 12 de agosto de 2008.

Cuando por jurisprudencia los casos de parapolítica pasaron otra vez a manos de la Corte Suprema de Justicia, se ordenó la recaptura de Gómez Gallo, la cual se hizo efectiva el 22 de diciembre de 2009. La misma Corte Suprema lo halló responsable de nexos con paramilitares y el 25 de mayo de 2011 lo condenó a nueve años de prisión por el delito de concierto para delinquir, y a pagar 11 mil salarios mínimos vigentes de multa, casi unos seis mil millones de pesos.

Gómez Gallo estuvo recluido la mayor parte en la penitenciaría La Picota de Bogotá, de donde fue trasladado en noviembre del año anterior a la cárcel El Bosque de Barranquilla. Se dijo entonces que había pedido su traslado a la Costa para estar cerca de su compañera sentimental. Durante el tiempo de su reclusión, Gómez Gallo obtuvo permisos para salir de la cárcel. 

“Salí y lo vi tendido en el suelo”, José Adrián Monroy

“Compartí con él los últimos momentos de su vida”. Con estas palabras el Secretario Administrativo finalizó la descripción de uno de los episodios más infortunados en su vida.

“Fue una situación muy difícil. Nosotros llegamos a jugar al Club Campestre donde teníamos postergado desde hace rato un partido. Él siempre venía con el cuento de que teníamos que jugar, en la semana no pudimos y finalmente el miércoles se logró concretar la cita.

“Siempre nos desafiamos mutuamente. Llegamos al Club, jugó dos partidos de squash conmigo. Terminamos y en el cancha contigua estaba jugando Manuela con el entrenador. Me propuso que jugara con Manuela y él con el profesor. Empecé a jugar con su hija, a los diez minutos, el profesor empezó a gritar mi nombre.

“Salí y lo vi tendido en el piso con una muestra clara de un infarto. Empezamos a hacer todas las labores de reanimación. Yo no paraba de hacerle la presión en el pecho. Algunos médicos, socios del Club, nos ayudaban.

“Fueron minutos interminables, porque sentimos que la ambulancia se demoraba mucho. Lo sacamos en un carro particular y cuando estábamos saliendo nos encontramos con la ambulancia.

“Lo pasamos y los paramédicos también empezaron a darle los primeros auxilios. (...) Alcanzamos a sentir un alivio cuando llega la ambulancia y nos dicen que está respondiendo.

“Salimos para la Clínica más cercana que era Los Nogales. Cuando llegamos le hicieron la reanimación de más de 20 minutos, incluso rompiendo los protocolos, pero Luis Humberto no resistió”, describió Monroy cada momento del angustioso 25 de diciembre.

Por último, el Secretario Administrativo dijo que Gómez Gallo “además de ser un gran líder era mi amigo. Juntos compartíamos muchas cosas, son muchos los recuerdos y siempre le agradeceré a él y a Dios lo que me permitió aprender”. 

Credito
KIMBERLY CASTAÑEDA V.

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