El jefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz con las Farc, Humberto de la Calle, calificó como un paso “valioso y diciente” el hecho de que esta guerrilla haya pedido disculpas públicas a las víctimas de Bojayá, población del Chocó donde el 2 de mayo de 2002 murieron casi 100 personas por un cilindro-bomba que impactó en la iglesia, convitiéndose en una de las masacres más dolorosas del conflicto armado colombiano.

“Quiero expresar un sincero reconocimiento al acto inédito en el que las Farc ofrecieron disculpas públicas a las víctimas de la tragedia de Bojayá y anunciaron medidas reales que contribuyan a la verdad y la reparación de las víctimas de ese doloroso hecho”, dijo el negociador.

Asimismo exaltó que ese gesto “valioso y muy diciente” se haya dado en medio de la discusión sobre el desescalamiento del conflicto y al término de las cinco visitas de víctimas a la isla.

Incluso, de la Calle citó a las Farc, quienes admitieron que “ninguna palabra a utilizar podría describir correctamente la sensación de pérdida para los que ese día perdieron (sic) a sus seres queridos, y por ello reconocemos y expresamos nuestro dolor más profundo por el sufrimiento causado a tantas personas”, dijo la guerrilla.

En ese sentido, el Gobierno dijo que los diferentes actores del conflicto tendrán que asumir su responsabilidad, incluyendo el Estado, quien deberá reconocer en algunos casos por omisión, en otros casos por acción directa de algunos agentes del Estado, “graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH ocurridas a lo largo de estos 50 años de conflicto armado interno”.

Vigilarán tregua

A su turno el presidente de la República, Juan Manuel Santos, dijo que confía en que el cese el fuego unilateral propuesto por las Farc se complemente con otros gestos para desescalar el conflicto y así llegar a la discusión del punto del fin de la guerra.

“Comienza un cese al fuego unilateral e indefinido por parte de las Farc. Es un gesto positivo en la dirección correcta”, dijo Santos.

El jefe de Estado advirtió que se vigilará el cese unilateral y afirmó que el perdón que pidieron las Farc a las víctimas de Bojayá es “otro paso en la dirección correcta”.

EL ESCEPTICISMO RONDA EL PROCESO DE PAZ

Aunque un poco más de la mitad de los colombianos mantiene el respaldo al proceso de negociación que adelanta el Gobierno con las Farc, el escepticismo y la desconfianza por la firma de un acuerdo que ponga fin al conflicto ganan terreno.

Así por lo menos se desprende de la más reciente medición de la encuesta Gallup, en la que más ciudadanos dejan ver su negativismo frente a asuntos en los que antes se tenía más confianza como la posibilidad de que la guerrilla pudiera ser derrotada militarmente o que esta vez se llegaría a un acuerdo.

Ese mayor desánimo pudo originarse en el secuestro y posterior liberación a manos de las Farc del general (hoy en retiro) Rubén Darío Alzate.

Esa acción de la guerrilla significó, además, una caída en la simpatía de las Fuerzas Militares, que perdieron 8 puntos en su imagen favorable, al pasar del 72 al 64 por ciento. Así mismo, hoy más personas tienen una imagen desfavorable de esa guerrilla (93%), mientras que la posibilidad de que se llegue a un acuerdo perdió adeptos (pasó del 49 al 45 por ciento).

En general, el presidente Santos repuntó en el manejo de la educación y de la calidad de las vías, temas en los que sus responsables, Gina Parody (50%), y el vicepresidente Germán Vargas (59%), ganan en imagen cinco y tres puntos, respectivamente.

En la medición sobre la gestión de los mandatarios, la encuesta mostró un repunte del alcalde de Bogotá Gustavo Petro de 11 puntos en su imagen favorable, que coincide con la decisión de la Fiscalía de archivar los procesos que le seguía por el lío del cambio en el esquema de la prestación del servicio de basuras.

En tanto, Aníbal Gaviria, alcalde de Medellín, mantuvo su imagen positiva en un 67 por ciento, mientras que el gobernador de Antioquia Sergio Fajardo obtuvo un 75 por ciento de favorabilidad, ocho puntos menos que en octubre pasado.

Esto último, lo atribuye Diego Corrales, consultor político, a los hechos de orden público que acrecientan el temor de los ciudadanos y que pasa cuenta de cobro a los gobernantes.