Los ‘peros’ del conservatismo al proceso de paz

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
En una reunión que duró casi cinco horas, en donde hubo aplausos, serpentinas y rechiflas de algunos jóvenes, se cumplió ayer la reunión que tuvo la dirigencia del Partido Conservador con los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo.

La reunión inició con una salva de aplausos, globos azules y blancos y papel picado, que lanzaron varios jóvenes, y minutos después con la lectura de una carta del expresidente Andrés Pastrana en la que señaló al presidente Juan Manuel Santos de “promover un golpe de Estado” al liderar un “espurio plebiscito”, aunque manifestó que se podría revisar los puntos que aún generan duda en el plebiscito.

La reunión siguió con la exposición de lo que los conservadores denominaron los puntos rojos, entre ellos que las Farc deben devolver las tierras que han usurpado, que el sistema de seguridad que surja del proceso debe estar bajo el control del Estado, y que no se abra la puerta al surgimiento de una especie de ‘fuerza paramilitar’, y que la guerrilla debe entregar información sobre su participación en negocios ilícitos como el narcotráfico.

Pero fueron más allá. Los conservadores expresaron que dentro de los borradores de los acuerdos está la ausencia total de la responsabilidad y compromisos por parte de las Farc de sus acciones violentas que han cometido y plantean que no es admisible que quienes se han dedicado “todas las formas de lucha deben comprometerse con acciones concretas de reparación”.

Y preguntaron los conservadores a los negociadores qué cantidad de tierras van a devolver los guerrilleros, cómo van a resarcir a los campesinos, cómo van a reparar a los ganaderos y qué información van a dar sobre los cultivos ilícitos y las rutas de drogas.

Expresan, igualmente, su preocupación porque los borradores dejan la sensación por su contenido y redacción de que el uso de la violencia fue justificado y que fue causa del Estado.

Frente a la justicia, los conservadores señalaron que para que haya paz es necesario que se dé justicia y no perdón y olvido. “El fin del conflicto necesita un sistema de Justicia Transicional, pero el éxito de este mecanismo depende un sistema judicial eficiente y eficaz que se ajuste a esta necesidad. El Partido considera que de, manera paralela al proceso de negociación actual y como elemento indispensable para la paz, debe buscarse un gran acuerdo por la justicia, que permita superar la crisis actual y retornar a la justicia la grandeza perdida”.

Una de las ausentes de la reunión fue la dirigente Marta Lucía Ramírez, quien pese a ser una de las más críticas no asistió y se limitó a enviar, desde Estados Unidos, una carta, en donde expresaba sus controversias con la negociación, entre otros puntos el referente a la Justicia Transicional.

Por su parte, el jefe negociador, Humberto de la Calle Lombana, agradeció la reunión y recogió los comentarios de los conservadores, a la vez que dijo que este el punto de partida para hacer una amplia pedagogía con los partidos políticos para explicar los acuerdos, incluyendo al Centro Democrático, si así lo quieren aceptar. Incluso, en la tarde del jueves se reunió con el Partido Opción Ciudadana, que realizó su convención nacional.

“Fue un muy largo y detallado intercambio de opiniones, hicimos un recuento de todo lo negociado y respondimos las preguntas”, señaló De la Calle.

Frente a la carta que envió el expresidente Pastrana, aseguró que es respetable que promueva el no, pero sí se apartó de su afirmación de que hay una especie de golpe de Estado, porque los mecanismos de refrendación y expedición de normas se han discutido en el estado de derecho.

A su turno el presidente del Partido Conservador, David Barguil, sostuvo que la próxima semana se reunirá la bancada y el directorio para tomar una posición de lleno sobre el plebiscito. Previamente se reunirá con otros sectores, entre ellos los jóvenes.

La salida de los negociadores de la sede conservadora fue en medio de chiflas y avisos de algunos jóvenes que rechazaban los diálogos y les juzgaban del aplazamiento de la convención conservadora.

Credito
COLPRENSA

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