Un emotivo abrazo frente a la plaza de Bolívar, habría marcado un momento trascendental de reconciliación. La manifestación de afecto se produjo entre el alcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, y el comandante de la Quinta División, el mayor General Jorge Humberto Jerez, la cual estuvo acompañada con palabras de perdón.

Aunque el Alcalde afirmó que tuvieron momentos difíciles, algunos ibaguereños quedaron con la incógnita de saber a qué se refería el solemne y emocional episodio, el cual tuvo como excusa la firma en público de un acuerdo social entre el Ejército y la Administración municipal.

Pero las diferencias se remontan 15 años atrás, cuando los Consejos de Gobierno departamentales eran tensionantes y se respiraba un aire de intranquilidad.

El General en dicha época era el comandante del Batallón Patriotas de Honda, en momentos difíciles para el Departamento, ya que no solo operaban las guerrillas, sino que en el norte del Tolima (jurisdicción de dicho batallón) había una alta presencia paramilitar que produjo tragedias como la del corregimiento de Frías, en Falan, donde 11 campesinos fueron asesinados a sangre fría, en septiembre de 2001.

Para esa misma época Guillermo Alfonso Jaramillo era gobernador del Tolima, durante el periodo 2000 – 2004; cargo que también había ejercido entre 1986 y 1987, al cual renunció en su momento denunciando la presencia de grupos paramilitares en el Departamento.

Polémica intervención

El clímax del enfrentamiento se generó durante la sesión plena del Senado del 24 de octubre de 2006, que era transmitida por televisión y en la que de manera álgida se debatía la prórroga a la Ley 418 de 1997, (Ley de Orden Público), para permitirle al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, adelantar procesos de paz y brindar herramientas para el orden público; ya que estaba en su auge el proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Uno de los momentos más intensos estuvo a cargo del entonces senador, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien dijo: “Cómo es posible que me digan a mí, que aquí no tienen responsabilidad quienes han dirigido este Estado, cuando siendo Gobernador se ascendía a los generales y a los coroneles que no combatían a las autodefensas y al narcotráfico.

“Mientras que a los que hacían y cumplían con su deber los mandaban a las entrañas de la selva como le pasó al coronel Rojas, que fue el primero que actuó contra los aumentos que se dieron de los paramilitares en zonas como San Luis, San Juan y Valle de San Juan. Él sí arremetió directamente contra los campamentos que habían sido auspiciados por entidades como Cemex y terratenientes amigos inclusive del señor Pastrana, con terrenos inmensos y propiedades grandes en las zonas agrícolas de mi departamento.

“Allá entonces cuando actuó el coronel Rojas fue a parar al Amazonas, y a Jerez, el coronel Jerez, comandante del Batallón Patriotas; un batallón recordado por todas las irregularidades, anormalidades, torturas y desapariciones que ha gestado ese batallón, a él lo promocionaron por dejar que todo el norte del Tolima se llenara de ‘paras’ de Ramón Isaza, lo promovieron para que estuviera entonces de comandante del Batallón Guardia Presidencial, guardia de honor.

“Y al General que estaba durante ese tiempo y que permitió que 26 municipios del Departamento se paramilitarizaran, le dieron la posibilidad de ascender de General a Brigadier General”.

El debate estuvo más candente cuando Jaramillo se refirió de manera fuerte contra el exsenador Luis Humberto Gómez Gallo (q.e.p.d.), quien pidió replica y se generó una controversia tolimense en el recinto. Pero ese día Jaramillo resultó sancionado sin tener voz en el Senado durante tres días, debido a que se había extendido más del tiempo otorgado.

Presencia militar

Luego de varios años el general Jorge Humberto Jerez volvió al Tolima con un cargo superior, y en entrevista concedida a EL NUEVO DÍA y publicada el 7 de junio del presente año, reconoció la difícil situación que vivió la zona que estuvo a su cargo, pero contrario a lo dicho por Jaramillo, resaltó las acciones militares que, según él, fueron las causas para un cambio favorable en esa región.

El militar dijo: “Conozco especialmente el norte del Tolima, donde me tocó subir y bajar cerros, patrullar y por eso cuando llegué como comandante de batallón, conocía el área. Fue en 2001 o 2002, cuando la situación era complicada: Teníamos dos frentes de las Farc, la Tulio Varón y la Prías Alape; los Bolcheviques del ELN, el ERP, los terroristas de las Autodefensas del Magdalena Medio, el narcotráfico, la delincuencia común, secuestradores.

“En 2001 o 2002 teníamos mil 200 guerrilleros en el Tolima, pero la victoria militar del Plan Patriota, la Seguridad Democrática y ahora el Plan Espada de Honor, nos lleva el día de hoy a tener 120 guerrilleros en el sur del Tolima.

“Afortunadamente (en el Tolima) no hay Catatumbos. Era peor que el Catatumbo, en las épocas de 2001 y 2002 (…) El entrenamiento y apoyo de movilidad, tanto de motos, carros y helicópteros dio un vuelco estratégico, hacía disminuir la capacidad de lucha de estos terroristas, es así como en el norte del Tolima no hay un guerrillero, gracias al trabajo de la Sexta Brigada y las fuerzas de la Zeus”.

El abrazo

Las diferencias habrían llegado a su final con el estrechón de cuerpos durante la firma del convenio entre el Ejército Nacional y la Alcaldía de Ibagué, para la recuperación de varios tramos viales de la ciudad, actividad que muchos consideraron como la nueva labor social que tendrá el Ejército con el posconflicto.

Por su parte el burgomaestre dijo: “Mayor General Jerez, hemos tenido momentos muy difíciles que usted muy bien los sabe y no voy a traer a colación por respeto, muy distanciado hemos estado, pero hoy nos hemos abrazado, no saben ustedes cuánta distancia había entre Guillermo Jaramillo y el mayor General Jorge Humberto Jerez, mucha distancia, pero él me ha tendido la mano con nobleza, voluntad, solidaridad, por amar la paz entrañablemente”.

El General también resaltó el momento diciendo: “Quiero darle gracias a Dios y a la virgen, por ponerme en esta tarima al lado del Alcalde, con quien hemos trabajado en varios sitios y tenido diversas circunstancias en la vida, usted en su parte política y yo como soldado de Colombia, este es el significado de la paz Alcalde, estar acá, compartiendo la misma tribuna cuando por circunstancia que usted y yo sabemos, hemos tenido dificultades en varias partes, pero esta es la paz.

“La paz nos lleva a estar en la misma tribuna y a pensar que el Alcalde y el General trabajan por el pueblo del Tolima, y en particular esta alianza que vamos a hacer es una alianza pensando en el pueblo, en ayudar y mejorar la calidad de vida, olvidando toda rencilla y problema”.

Parapolítica

Los inicios del 2000 fueron años que no solo marcaron el Norte del Tolima por la presencia de grupos paramilitares, también a la clase política, salpicando a varios líderes de la región, muchos de ellos investigados y otros condenados por parapolítica.

Algunos condenados fueron: Luís Humberto Gómez Gallo, (q.e.p.d.), quien fue señalado por varios desmovilizados de las AUC, de haber sostenido reuniones con paramilitares, y recibir dineros de Eduardo Victoria, alías ‘El Socio’ quien estuvo en extradición.

El exparlamentario Gonzalo García Angarita, fue detenido en 2007 y acusado de haber tenido vínculos con el bloque Tolima de las AUC; en 2011 salió de prisión al cumplir las tres quintas partes de la pena que le fue impuesta y ser amparado de algunos beneficios carcelarios. El líder Político Emilio Martínez Rosales, fue salpicado debido a versiones que rindieron paramilitares en el proceso contra Janeth Zarta, exalcaldesa de Coello, por supuestos vínculos con las AUC.

Además, la justicia absolvió a varios líderes políticos como Carlos García Orjuela; Pompilio de Jesús Avendaño; Pedro Pablo Trujillo; y también ha investigado a Mauricio Jaramillo; Guillermo Alfonso Jaramillo; Jaime Armando Yepes; entre otros.