La firma de la paz mejora la reputación del país

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Varios jefes de Estado vendrán a Colombia, y ya es conocido que hay gran apoyo internacional al proceso de paz. Con la firma entonces se espera una mejoría en la proyección de Colombia a nivel internacional. Sobre eso, analistas hablaron con Colprensa.

Hoy 26 de septiembre estarán en Cartagena 16 presidentes; 17 directores, secretarios y presidentes de diferentes organismos multilaterales; 25 cancilleres; y tres expresidentes para la firma del acuerdo final entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc. Será un evento muy significativo, y que se espera, traiga implicaciones importantes a nivel internacional.

Pero hay varios puntos a analizar sobre quiénes estarán presentes en este evento, quiénes no vendrán y cuál es realmente el mensaje y la ganancia para Colombia frente a los demás países. Sobre eso los profesores de la Universidad Externado de Colombia, Javier Leonardo Garay, docente y magíster en Asuntos Internacionales; y Diego Jaramillo docente de Historia Internacional e Historia de las Ideas Políticas, hablaron con Colprensa.

La firma un tema regional

Para el gran evento que se prepara, llegarán 16 presidentes, específicamente: Argentina, Mauricio Macri; Bolivia, Evo Morales; Costa Rica, Luis Guillermo Solís; Cuba, Raúl Castro; Chile, Michelle Bachelet; Ecuador, Rafael Correa; El Salvador, Salvador Sánchez; Guatemala, Jimmy Morales; Honduras, Juan Orlando Hernández; México, Enrique Peña Nieto; Panamá, Juan Carlos Varela; Paraguay, Horacio Cartes; Perú, Pedro Pablo Kuczynski; República Dominicana, Danilo Medina, Venezuela, Nicolás Maduro; y Brasil, Michel Temer.

Como se ve, la mayoría hace parte de América Latina, y por ello, para Diego Jaramillo, se refleja un mensaje de prudencia por parte de los países europeos y de Estados Unidos.

“Quienes más van a estar presentes son los gobiernos de América Latina, entonces es un poco como seguir, de alguna manera, tratando el asunto muy regional, no hay presencia de gobiernos europeos, no hay presencia de Estados Unidos (…). No sé hasta qué punto sea de algún modo de estos gobiernos cuidándose en decir, no estamos totalmente montados en ese acuerdo hasta que pase el plebiscito”, afirma.

Para Jaramillo, que John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos sea quien venga y no el presidente Barack Obama, deja en el aire las expectativas que se tenían.

“En términos diplomáticos la presencia del secretario es suficiente para mostrar un compromiso de Estados Unidos; es claro que el gobierno de Estados Unidos está apoyando y que es un buen gesto que venga, pero no viene Obama. Se habló en algún momento que era muy posible que viniera y había expectativa frente a eso. Entonces, que venga Kerry tranquiliza, pero deja un pequeño sinsabor”.

El sí de las bases de las Farc y el evento de la firma del Acuerdo para poner fin a 52 años de conflicto con esa guerrilla, serán un impulso significativo para la votación el próximo 2 de octubre del Plebiscito Especial de Paz.

Lejos de ser un resultado obvio, hay razones claras para que se produzca ese resultado. Se trata de la reafirmación de la guerrilla de que sí se apegarán a lo acordado tras cuatro años de negociación en Cuba, dejando atrás los temores, las dudas y las expectativas, tanto de los insurgentes, como de la sociedad civil, sobre si los puntos firmados se cumplirán al pie de la letra.

La directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, explica que se trata de una decisión respaldada tanto por las Farc como por el Gobierno. “Esto afianza el mensaje que es en serio, que la opción de la desmovilización es seria”.

Ese mensaje es mayoritario, a pesar de que una disidencia del Frente Primero de la guerrilla decidió mantenerse en armas y a pesar de que contrasta con algunas declaraciones entregadas por jefes guerrilleros como Henry Castellanos, alias ‘Romaña’, que provocaron críticas entre los ciudadanos.

Específicamente se trató de una entrevista con el portal web La Silla Vacía en la que ‘Romaña’ asegura que en los acuerdos se pactó que todos los delitos cometidos por la guerrilla son conexos al delito político, salvo los crímenes de guerra y de lesa humanidad, los cuales -afirma, para sorpresa de todos- “no se cometieron”.

El tono usado por ‘Romaña’ contrasta con el cambio del discurso que se le ha notado a Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, jefe negociador. No obstante, señaló que sí pedirán perdón a las víctimas.

El director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, estima que el sí de la conferencia es un mensaje realmente positivo: “Significa que hay una decisión en ellos clara de avanzar en la dirección de ponerle fin a la confrontación y no tendría sentido que del otro lado no hubiera un apoyo a esa misma decisión”.

Mensaje es para los colombianos

El presidente Juan Manuel Santos ya entregó los acuerdos ante la Asamblea de las Naciones Unidas; en ese espacio aprovechó para hablarle a la comunidad internacional, y lo que se hará este lunes será un claro mensaje para los colombianos, pese a su proyección internacional.

“Es un acto que tiene proyección internacional, pero que tiene un mensaje fuerte hacia a dentro, yo creo que es como la forma en la que el Gobierno trata de decirle a los colombianos: mire que contamos con el respaldo de la comunidad internacional. Es de alguna manera para ejercer algo de presión y deslegitimar el discurso de los opositores al plebiscito. Es un acto bastante hábil de parte del Gobierno y completamente válido, además”, dice el profesor Jaramillo.

Para Garay también es un acto bastante hábil del Gobierno nacional, así como lo fue el discurso del primer mandatario en Nueva York, en donde no dijo que el plebiscito podría tumbar los acuerdos.

“Lo que hizo Juan Manuel Santos fue comprometer al país. Entonces, de pronto lo que intenta hacer el Presidente es muy hábil y hay que reconocérselo políticamente. Lo que busca es responsabilizar ante un eventual derrota en el plebiscito a la oposición, y ya lo hizo en un escenario internacional”, dice.

Jaramillo concluye, que en definitiva, la firma del acuerdo final en Cartagena es bastante interesante.

La proyección mejorará

Tanto para Jaramillo, como para Javier Leonardo Garay, lo que permitirá la firma del acuerdo final con las Farc, es un cambio de reputación y de percepción. Y en esa línea, Garay resalta que no se debe olvidar que el apoyo de los países es simbólico.

“Se ha visto en la Asamblea General de las Naciones Unidas que fue de muy buen recibo la noticia, que generó un impacto y que ha tenido el apoyo de la mayoría de países, sin embargo, no se puede perder de vista que el reconocimiento es simbólico. Esto no se va a ver traducido en algo concreto como lo estamos viendo, ni siquiera los que han confirmado asistencia realmente tienen una intención de materializar ese apoyo diplomático en otros ámbitos”, dice Garay.

¿Pero cómo entender esa tesis con los apoyos anunciados por los diferentes países, como por ejemplo, Noruega y Estados Unidos con el desminado?

Garay considera que lo anunciado no es garantía y que de todas formas, de los valores que se hablan no son representativos para la aplicación de los acuerdos.

“Cuando mira los anuncios, primero el tema de esos anuncios no garantiza la consecución de los recursos, pero además cuando miramos los recursos comprometidos no alcanzan a ser representativos en términos de las necesidades de los costos del posconflicto. El posconflicto y el costo de estos 10 años que vienen de la implementación de los acuerdos corren por cuenta de los colombianos”, afirma.

Agrega además, que es muy común que los países europeos hagan algunos ofrecimientos de recursos de cooperación, pero que en la práctica en ocasiones no resultan siendo recursos líquidos, sino se dan por ejemplo a través de consultorías o cooperación técnica.

Jaramillo, por su parte, que cree en que la proyección de Colombia a nivel internacional va a cambiar; y afirma que más que el evento del lunes, lo que ayudará al país es la consecución de los acuerdos, que cree, se cumplirán en una mayor parte, y que los puntos grises que tienen darán un margen de maniobra en la aplicación de los mismos.

“Soy moderadamente optimista respecto a lo que va a pasar, yo creo que la situación va a cambiar, que Colombia va a mejorar, y que una de sus grandes mejorías es precisamente su proyección internacional.

Pero no va a cambiar de un día para otro, ni radicalmente, va a haber un cambio de percepción y esto es muy importante en términos diplomáticos”, dice Jaramillo.

Señala también que será una oportunidad para que Colombia recupere lo perdido con todos los apoyos que ha logrado con los organismos multilaterales que estarán en la firma, como Naciones Unidas, que ha dado el mayor respaldo.

“Yo creo que eso termina sirviendo para que Colombia se posicione mejor y recuperar terreno perdido sobre todo en América Latina y en continente, incluso Estados Unidos y Canadá, porque Colombia siempre fue una potencia diplomática a nivel hemisférico, y de repente hace unos años como que se quedó un poco aislada”.

Sobre esa relación con los organismos multilaterales, Garay señala: “Hay un interés por parte de la política exterior del Gobierno Juan Manuel Santos de hacer figurar más al país en los escenarios multilaterales, entonces de pronto lo que viene después es que Colombia empiece a contribuir en operaciones de mantenimiento de paz en otros países”.

Credito
COLPRENSA

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