“No podemos echar al carro de la basura el pluralismo para caer en el fanatismo”

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El exjefe negociador del Gobierno nacional en La Habana, Humberto de la Calle, insistió en la necesidad de conformar una alianza progresista por la paz y aseguró que no va a conformar una coalición con el partido político Farc.

EL NUEVO DÍA: ¿Qué lo llevó a meterse en esto de la campaña presidencial?

HUMBERTO DE LA CALLE: Creo que hay dos peligros. Uno, destruir lo logrado, terminó el conflicto y ahora empieza la paz y es un contra sentido dar marcha atrás, es que la paz no es una firma, no es un evento, es un proceso largo de por lo menos una década en el que tenemos que estar todos los colombianos.

A partir de ahí quiero insistir en que yo veo dos caminos para Colombia: el camino progresista que utiliza las posibilidades que deja el fin de esta guerra para atender necesidades esenciales de los colombianos o el camino del inmovilismo, el de cero cambios, es que siete millones de campesinos perdieron sus tierras por despojo, ¿dejamos eso quieto?, no, me parece que la coyuntura nacional son esos dos caminos: la transformación o el inmovilismo.

De tal manera que me parece que tengo que estar dando la cara por lo que se hizo y rindiéndole cuentas a mis conciudadanos, no podemos echar al carro de la basura el pluralismo de una sociedad abierta para caer en el fanatismo.

Cuando preguntan por quién quiere votar y responden por el que diga el jefe, eso no es democracia, eso es renunciar a la democracia y el populismo lo que busca es el odio, la mentira, mantenernos presas de la venganza. Exactamente lo contrario que propuso el papa Francisco, que era el de la esperanza, el de la alegría y la reconciliación. Creo que yo tengo un deber de estar allí y llevar este mensaje.

E.N.D.: Ya se oficializó la alianza entre Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Robledo. Se ha dicho que esa coalición ha tenido conversaciones con usted, ¿qué hay de cierto en eso y a qué pueden llegar esas conversaciones?

H.D.L.C.: Hay que aclarar que desde el momento en que manifesté mi deseo de ser candidato expuse la necesidad de una coalición enorme y que se refiere no solo a los distintos partidos, sino a los ciudadanos de a pie, a movimientos sociales, a los estudiantes que se volcaron a las calles después del 2 de octubre. Hay que hacer algo grande que pudiéramos llamar alianza progresista para la paz.

Sobre esa base he tenido conversaciones permanentes y hemos tenido una buena interlocución con Sergio Fajardo, Clara López, Claudia López y he tenido encuentros con el doctor Robledo, que tiene una formación ideológica que todo el país conoce, es más difícil buscar acercamientos con él, porque tiene una forma de concebir el modelo económico bastante diferente. En efecto he estado y seguiré estando en comunicación porque me parece que tenemos que eliminar el odio, buscar unidad, abrir las puertas de la reflexión política y la visión progresista de la sociedad.

E.N.D.: Pero, contrario a usted, parece que ellos priorizan la lucha contra la corrupción...

H.D.L.C.: No me parece que haya contradicción en eso. La gente pregunta: ¿La campaña va a ser paz o corrupción?, combatir la corrupción es un elemento esencial para que la paz sea firme, no olvidemos que la hoja de ruta para Colombia después de haber terminado el conflicto incluye la limpieza política.

El partido Liberal tiene que entender esto y allí es donde yo insisto, el mensaje es que el candidato que llegue a tomar la bandera tenga un clarísimo mandato de lucha contra la corrupción, del mejoramiento del ejercicio de la política y eso es lo que contribuye a solidificar la paz. No hay ninguna contradicción entre paz y lucha contra la corrupción, por el contrario, una idea es inherente a la otra.

E.N.D.: ¿Comparte esa premisa de llegar a la jefatura del Estado con una candidatura Nini, Ni Santos Ni Uribe?

H.D.L.C.: Yo creo que hay que pasar de esa discusión, me parece que eso está agotado, eso no es una discusión entre personas, pero en todo caso estoy de acuerdo en que hay que mirar hacia un futuro, no seguir como corcho en remolino apegado al pasado.

E.N.D.: ¿Usted es el candidato de Santos?

H.D.L.C.: No. En absoluto.

E.N.D.: ¿Y Germán Vargas Lleras?

H.D.L.C.: Él ha desempeñado altos cargos de la Nación y ha gozado de una capacidad de ejecución. Me parece que tiene que tener una responsabilidad frente al Gobierno del cual hizo parte. Considero que hay una distorsión enorme cuando piensan que yo soy el candidato oficial.

No hay una secretaria en ninguna institución pública que pertenezca a maquinarias que además no tengo. Yo carezco de maquinaria, yo solo estoy llevando un mensaje limpio, nuevo, de transformación y de cambio.

E.N.D.: Pero usted fue el portaestandarte de la paz, que es el principal legado de Santos...

H.D.L.C.: Yo tengo enorme lealtad con el presidente Santos en razón a la oportunidad que me dio. Cumplí mi tarea, seguí las instrucciones del Presidente y estoy firme alrededor de lo que se pactó. Yo respondo por la última coma de lo que se pactó y no voy a cambiar de opinión para lucrarme electoralmente. Siento que era la voz de la sociedad colombiana para reivindicar el derecho de los colombianos a la paz. No fui miembro del gabinete, ni siquiera fui funcionario público y tengo libertad en materia de formulación de políticas públicas porque a diferencia de otros, yo realmente no hice parte de los entretelones burocráticos de la Administración.

E.N.D.: No hay claridad sobre el mecanismo que empleará el partido Liberal para seleccionar un candidato, ¿cómo está el panorama de cara al Congreso Liberal?

H.D.L.C.: Hay un proceso de conversaciones de cara al Congreso del 28 de septiembre, pero yo quisiera reafirmar qué es lo esencial para mí. Lo primero, no podemos distraernos en elementos de carácter secundario. Yo veo en el panorama fuerzas oscurantistas que quieren ir al pasado, al fanatismo, al caudillismo y con muchos deseos de revivir esquemas de discriminación por razones de creencias religiosas, identidad o inclinación sexual.

Me parece que después de que en 1991 se dio un impulso muy grande al pluralismo y al respeto a la diferencia, nos están proponiendo dar marcha atrás.En segundo lugar, la propuesta de volver trizas el acuerdo me parece inaceptable, por esa razón le he propuesto al liberalismo que hagamos un manifiesto en el que se recojan estas ideas, además de hacer un compromiso de lucha contra la corrupción.

Todos los partidos han padecido por la corrupción, el partido Liberal también, tenemos que lograr un cambio de piel. Ahora, está la discusión sobre el método y la fecha para escoger el candidato, hay una idea de una consulta abierta, yo no me opongo a ello, lo que me ha parecido es que esperar a marzo para escoger un candidato es demasiado tarde. Yo creo que debería haber un método para escogerlo antes, de tal manera que podamos llegar a marzo a la formación de una coalición que yo creo que es indispensable.

E.N.D.: ¿Es decir que, si el Partido prefiere esperar hasta marzo, usted se va como candidato por firmas?

H.D.L.C.: Si hay unas reglas que considere que no garantizan lo esencial y no hay elementos de transformación del partido Liberal, yo preferiría ir directamente a los ciudadanos, no porque me guste, esto de las firmas se ha degradado mucho, yo francamente estoy preocupado porque hay una explosión de firmas que confunde mucho a la gente.

De tal manera que preferiría mantener mi filosofía liberal que está toda a prueba y también mi presencia en el Partido. Pero estoy confiado en que logremos una solución para enarbolar una carrera política que conduzca a aclimatar y preservar la paz, luchar duramente contra la corrupción y también recuperar el papel del partido Liberal en el escenario nacional.

E.N.D.: Sus pronunciamientos causaron un temblor en la colectividad, ¿espera que en el Congreso se aliviane la situación?

H.D.L.C.: Lo ideal sería llegar a un congreso sólido. El mecanismo adoptado debe conducir a la unidad del liberalismo y no a la dispersión, por lo tanto, el Partido debe aclarar cuál es su filosofía, cuál es su postura frente a la paz, porque ahí no podemos aceptar algo que desvíe el liberalismo de la búsqueda del fin del conflicto con las Farc y la apertura de la implantación y preservación de una paz firme. Esos son los temas esenciales y yo confío en que logremos unificar y no dispersar.

E.N.D.: ¿Cómo ve las informaciones de que algunos jefes guerrilleros hayan vuelto al monte y esas supuestas fricciones que han empezado al interior de las Farc como partido?

H.D.L.C.: Sobre el primer punto, claro que es un fenómeno muy grave, pero también pensemos dos veces, si llega un mensaje de que van a volver trizas los acuerdos, que en el Congreso la implementación de los acuerdos va a tomar más tiempo o que se va a desviar, pues eso genera también incertidumbre, yo creo que este es el momento de enviar un mensaje de que ambas partes vamos a cumplir.

Las Farc tiene que cumplir lealmente y el Estado también y eso debe contribuir a evitar esas dispersiones, porque hay incentivos de carácter criminal o invitaciones de otros grupos armados y allí lo que hay que hacer es que quien no esté dentro del proceso, reciba el rigor, la respuesta y la fuerza del Estado.Ahora, sobre las supuestas dificultades internas en el Secretariado de las Farc, pues son ellos los que deben explicar, a mí no me corresponde, sobre eso no tengo porque tener la vocería.

Esas son las vicisitudes del ejercicio democrático, todos los partidos tienen matices, discusiones internas, lo que a mí me parece una situación normal y de cierto modo hasta positiva porque empieza entonces a aflorar una serie de comportamientos para las Farc de como lo es la lucha democrática abierta.

E.N.D.: A usted le han sacado a relucir en redes sociales el hecho del elefante blanco en el gobierno de Ernesto Samper, que hace parte del partido Liberal y ahora usted busca ser candidato de ese Partido, ¿eso no es incompatible?

H.D.L.C.: A mí me parece un cuestionamiento bastante curioso, porque si algo ocurrió en mi caso fue que yo me retiré de la Vicepresidencia, estoy completamente por fuera de cualquier vinculación al llamado elefante y, luego, el partido Liberal es amplio, yo creo que hay que pasar las páginas históricas, me parece que cada uno tiene su propia claridad, sus valores y la valentía para prevalecer en ellos y es lo que yo he demostrado claramente en todo el transcurso de mi vida.

E.N.D.: ¿Cómo ve el proceso con el ELN y la posible negociación con el Clan del Golfo?

H.D.L.C.: En este último punto no hay espacio para una negociación, sino para el sometimiento a la justicia, me parece que eso se hace a través de la Fiscalía. Yo no le reconozco carácter político a esos grupos. Respecto del ELN, es un grupo muy complicado, yo felicito a Juan Camilo Restrepo, me parece que la decisión del cese del fuego era oportuna y necesaria, ojalá no nos limitemos a eso y logremos redondear la paz con ese elemento que nos hace falta.

E.N.D.: Un periodista que tiene un programa por los secuestrados decía que en la zona donde estaban concentradas las guerrillas es donde ha aumentado los cultivos de los que ahora habla Estados Unidos. ¿Es culpa del proceso que se hayan incrementado los cultivos ilícitos?

H.D.L.C.: Una primera precisión categórica. En el acuerdo de La Habana dejamos a salvo la posibilidad de la fumigación. Nosotros no entregamos la aspersión en las conversaciones de La Habana, basta con leer el acuerdo, a mí me sorprende que traten con este ejercicio de la mentira y la posverdad, enredar la pita. Las decisiones de la aspersión se tomaron aquí, sobre todo por las decisiones judiciales de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado.

Es un hecho que hay un volumen creciente de hectáreas cultivadas con coca, es un fenómeno real que tenemos que afrontar. Las bandas de narcotráfico son una situación que tenemos que enfrentar, Colombia no puede ser débil con el narcotráfico, es extraordinariamente nocivo y me parece que el nivel de incautaciones demuestra que ha habido una permanente vocación de luchar contra el narcotráfico.

Puede ser que algunos campesinos, al enterarse de las conversaciones y de la posibilidad de esquemas de sustitución, aumentaran el crecimiento de las zonas cultivadas pero no es el único fenómeno, esto no se puede simplificar, me parece muy malo para Colombia que terminemos simplificando un fenómeno tan complejo como ese, porque también incide el tipo de cambio, el dólar a tres mil pesos, hay elementos en el pasado que muestran que el vaivén de la economía también implica en el vaivén de los cultivos ilícitos, no corresponde necesariamente el aumento de hoja de coca con los sitios donde se fumigaba o no se fumigaba.

E.N.D.: ¿A qué obedece que los candidatos se estén desmarcando de las colectividades tradicionales?

H.D.L.C.: Yo creo que hay una crisis de los partidos a nivel mundial, pero aquí es mucho más acentuada. En primer lugar, hay un descrédito de la política, de los partidos, del Congreso, que se ha venido acentuando, pero no solo es eso, ahora surgen fenómenos nuevos en las altas Cortes en las que se ha instalado la corrupción, una situación en extremo preocupante.

También hay que entender que la democracia representativa ha ido ampliando sus fronteras, ya no son solo partidos que actúan en el Congreso, hay una serie de intereses en la sociedad como los temas ecológicos, los animalistas, grupos de jóvenes que no pertenecen a un partido, pero tienen convicciones para cumplir determinadas tareas y eso hace parte de la sociedad democrática de hoy. La sociedad democrática no solo es una sociedad de partidos.

Dijéramos que son dos elementos que se combinan, una situación de enriquecimiento de la democracia representativa, pero al mismo tiempo un duro castigo a los partidos y un descrédito enorme que ha generado este tipo de fenómenos.

 

Colombia y Venezuela

E.N.D.: ¿Cuál es el peligro, si lo hay, de que Colombia vaya al castro - chavismo? ¿Qué hay de cierto en eso?

 H.D.L.C.: Francamente me sorprende que haya personas que le den credibilidad a esto. En Colombia nadie quiere ir hacia Venezuela. Viendo el espejo de Venezuela, las ruinas de los venezolanos, la violación masiva de sus derechos y la dictadura de (Nicolás) Maduro. Pero no nos equivoquemos en lo siguiente, Venezuela llegó a lo que es por varias razones. Primero, el coronel Chávez, en su momento encontró abonado el terreno porque la corrupción se estaba carcomiendo todo el sistema político. En segundo lugar, un sistema político muy cerrado y que no atendía las necesidades de los ciudadanos.

Aquí estamos haciendo exactamente lo contrario: primero, desarmar ese grupo de las Farc que tanto daño le hizo a Colombia ya es una forma de evitar caer en soluciones autoritarias; segundo, la limpieza de la política es esencial para que eso no ocurra y tercero, trabajar de manera progresista y transformadora sobre elementos muy nocivos sobre la sociedad colombiana.

Esta es una de las sociedades más inequitativas, en Latinoamérica estamos al lado de Honduras y Haití, y somos el octavo país del mundo en inequidad, eso es insoportable. Atender eso es justamente lo que nos aleja del castro - chavismo. Uno si tiene que alertar a los colombianos, no caigan en la posverdad, aquí lo que se trata precisamente es de impedir un sistema totalitario, cerrado y corrupto.

E.N.D.: Viviane Morales insiste en que usted se va a marchar del partido Liberal a formar una coalición con las Farc...

 H.D.L.C.: Yo no tengo prevista ninguna coalición con las Farc. Siempre he dicho: cada loro en su estaca. Una cosa es haber ido a La Habana a lograr la terminación del conflicto, pero cada uno sigue su ruta ideológica, eso incluso lo dijimos en la Mesa de La Habana. Yo no quiero referirme a ese tipo de ataques, porque además quiero insistir en que el esfuerzo ahora es para la unión y no para disgregar las fuerzas del partido Liberal.

E.N.D.: ¿Colombia y el presidente Santos es descortés con Venezuela y Maduro?

H.D.L.C.: No. Una cosa es reconocer el papel de Venezuela, que fue muy importante para iniciar las conversaciones, pero no hubo nunca una desviación de carácter político. En mi caso particular, los invito a que lean un libro que publiqué que se llama ‘El Día que Chávez renunció’, un documento en el que está clara mi distancia ideológica con Chávez y el sistema del socialismo del siglo XXI.

 

En el Tolima

E.N.D.: El Tolima ahora es ampliamente Uribista, pero fue un departamento mayoritariamente Liberal, ¿cómo hacer para recuperar esas mayorías liberales?

H.D.L.C.: Es un hecho cierto. El partido Liberal ha sufrido aquí y en otros lugares, yo creo que lo importante es la filosofía liberal, también creo que hay más liberalismo que partido. En efecto, el Partido se desgastó, cometió errores e incurrió a través de algunos de sus miembros en vicios de corrupción, eso implica un profundo cambio de piel, por eso mi llamado es que no basta con la carpintería para llegar a una candidatura liberal, eso es lo secundario, lo primero es que si el Partido es capaz de hacer prevalecer las ideas del liberalismo y realmente comprometerse en un cambio profundo.

E.N.D.: Justamente, en Ibagué, un exalcalde fue llamado esta semana por la Procuraduría por su presunta responsabilidad disciplinaria en el fracaso de los Juegos Nacionales. ¿Deberían los dirigentes liberales en el Tolima hacer un acto de contrición por haber llevado a esa dignidad a gente que está absolutamente cuestionada por ese escándalo?

H.D.L.C.: Estoy de acuerdo en que eso debe ocurrir en todo el país, porque me parece que hay que romper con ese pasado. O sea, no puede haber una condescendencia con fenómenos de corrupción, me parece que hay que ponerle punto final. Me parece que lo que se exige es una dirigencia que se base en la honestidad, que debería ser un presupuesto mínimo para gobernar. Hay que romper con la mermelada, con el pasado, con el clientelismo. 

E.N.D.: El exministro Alfonso Gómez Méndez aseguró que renunciaba al partido Liberal porque una camarilla, en cabeza de César Gaviria, quien es de sus simpatías, se tomó el control de la colectividad. Además, dijo que usted sacó provecho electoral de su participación en el proceso de paz...

H.D.L.C.: Yo tengo un enorme respeto por el doctor Alfonso Gómez Méndez, ilustre ciudadano tolimense, con quien tengo una larguísima amistad. Yo creo, para decirlo de la forma más suave posible, porque no quiero entablar una polémica alrededor de esto, que esa afirmación es realmente inverosímil.

Uno estuvo cinco años en La Habana con alzas y bajas, uno amanecía pensando qué iba a firmar y anochecía pensando qué iba a haber una ruptura, hubo dificultades y complejidades. Es absolutamente inverosímil que hace cinco años estuviera armando un muñeco para ser candidato presidencial, eso sencillamente no es cierto, pero dejémoslo de ese tamaño, porque no voy a iniciar una polémica sobre ese tema.

Credito
EL NUEVO DÍA

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