Lo que inició con un artículo de opinión basado en denuncias, dio un paso a los estrados judiciales. El alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y Alberto Girón, gerente del Ibal, decidieron emprender una tutela en contra de Eduardo Bejarano por las denuncias realizadas en las últimas semanas a través del portal web El Olfato. El proceso legal fue instaurado en el juzgado Cuarto de ejecución de penas y medidas de seguridad.

En la tutela, Jaramillo y Girón cuestionan lo dicho por Bejarano cuando afirmó que: “Avanza silenciosa en el Ibal una licitación por $27.000 millones para la construcción de la primera etapa de la segunda fase en el acueducto complementario de la ciudad, la cual ya ha sido objeto de múltiples cuestionamientos que, por razones que ignoro, no se han hecho públicos”. Al respecto aducen que los procesos licitatorios realizados por el Ibal han cumplido con las garantías estipuladas por la ley.

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Igualmente, el Alcalde y el Gerente objetaron el hecho que Eduardo Bejarano manifestara que el proceso no contaba con las licencias ambientales: “Al observar los documentos registrados en el Secop, se advierte que dicho proyecto no tiene asignada la licencia ambiental”. Pero los funcionarios hicieron la observación que por un error no se administró ante el Secop dicha licencia; la viabilidad ambiental existe desde el año 1997.

Para Jaramillo y Girón el hecho de que Bejarano comparara el proceso con el de Typsa fue desproporcionado y llegó a afectar el buen nombre y la honra.

Para Bejarano: “¿No fue eso lo que pasó con los cuestionados y faraónicos diseños de Typsa?”. Sin embargo para el alcalde y el gerente del Ibal los dos procesos son totalmente diferentes.

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Por último, en la tutela Jaramillo y Girón manifiestan que el exgerente del Ibal hace este tipo de especulaciones para afectar la imagen como represalia por no haberse tenido en cuenta para el cargo de gerente de la institución.

Derecho fundamental violado

En el mecanismo judicial instaurado ante el juzgado, los “afectados” señalan que se violaron sus derechos fundamentales, puesto que gracias a las palabras de Bejarano se ha creado un ambiente hostil. “Con la actuación desplegada por el señor Eduardo Humberto Bejarano, publicando un escrito que nada tiene que ver con la realidad de este proceso se están violando, entre otros, nuestros derechos fundamentales al buen nombre y honra consagrado en el artículo 21 de la Constitución Política, que dispone: Se garantiza el derecho a la honra. La ley señalará la forma de su protección”, dice la tutela.

Retractación

“Teniendo en cuenta que la libertad de información no es absoluta, porque ella apareja responsabilidades y deberes sociales, la información y la noticia deben ser veraces e imparciales, es decir, guardar conformidad con los hechos o acontecimientos relatados; en tal virtud, y en este caso se observa a leguas que se están violando los derechos ya mencionados, muy respetuosamente solicitamos a usted señor Juez de tutela ordenar al accionado la rectificación de la información dada en la revista el Olfato.corn, la cual como ya se demostró es falsa”, concluyen el alcalde y el gerente del Ibal.

Eduardo Bejarano

Eduardo Bejarano, quien denunció las aparentes irregularidades dentro del proceso contractual dio respuesta a lo expuesto en la acción de tutela por Jaramillo y Girón. Manifestó a El Nuevo Día que: “En la tutela los accionantes señalan cinco argumentos, el primero afirman que yo dije en la nota de opinión que el proyecto no tenía licencia, eso es falso, lo que yo dije es que al consultar el Secop la licencia no estaba montada, es de recordar que en la entrevista realizada por el END, Girón aceptó que había sido un error la no publicación de esta y se tomarían los respectivo correctivos

“El segundo argumento que proponen es que, cuando yo manifiesto que avanza silencioso el proceso de licitación, me refiero a que no se realizó ningún tipo de publicidad en el proceso y no a que se esté realizando cosas ocultas.

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“En tercer punto ellos hacen referencia a lo dicho por mí sobre el contrato Typsa, donde además pongo un signo de interrogación, ellos lo sacan de contexto, porque lo que hago es comparar el sobredimensionamiento de los dos procesos, en donde me pregunto si el caudal estudiado desde un inicio servirá.

“En cuarto lugar para el momento que el señor alcalde toma posesión de su cargo yo no tenía ningún tipo de interés de ser gerente del Ibal, cuando eso pasó hacía parte del Ministerio de Trabajo, posteriormente desde que salí del Ministerio he estado ligado al tema de consultorías, actualmente estoy asesorando al Gobierno de Paraguay, a mí no me asiste ningún interés ni económico, ni profesional de estar en ese cargo”, concluyó Bejarano.